EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 31 de octubre de 2013

EL SE LO BUSCÓ, POR AMOR

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 13,31-35
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte." Él contestó: "Vallan a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no han querido. Su casa se le quedará vacía. Les digo que no me volverán a ver hasta el día que exclamen: "Bendito el que viene en nombre del Señor." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
A Jesús se lo advirtieron muchísimas veces, si no te cuidas te van a matar. Pero Jesús en vez de cuidarse, de callarse unos meses, de irse a pueblecitos más alejados hasta que se calmara un poco el asunto, continuó como si nada, acercándose a Jerusalén. Por decirlo así, Jesús se acercó al peligro, Él se lo buscó. Al denunciar los poderes, al liberar los oprimidos por “demonios” y al sanar los enfermos; está anunciando la presencia del Reino de Dios, despertando la esperanza de los necesitados. A través de la imagen de la gallina que arropa a sus polluelos, desvela la realidad de violencia, persecución y muerte que circunda a Jerusalén. Jesús se muestra profundamente sensible e indignado frente a los sufrimientos de su pueblo impotente y desprotegido en una sociedad violenta e insegura, como las nuestras hoy. La realidad de hoy nos exige vivir una actitud profética al estilo de Jesús, denunciadora de los hechos de violencia y muerte que acontecen a diario en nuestros campos y ciudades. Nuestra manera de vivir la fe y la vida integral ha de ser una propuesta, en sí misma, de amor, paz y justicia. Una actitud profética que revele la bendición de Dios. Eso es la vida Jesús. No vido a ser servido, no vino a cuidarse, a defenderse ni a salvarse, vino a salvarnos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

CRITERIOS DE PARTICIPACIÓN EN EL REINO DE DIOS


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 13,22-30
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" Jesús les dijo: "Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, se quedarán fuera y llamarán a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él les replicará: "No sé quiénes son." Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él les replicará: "No sé quiénes son. Aléjense de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Miren: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
Continuamos nuestra reflexión sobre el Reino de Dios y su acceso, guiados por los textos evangélicos que la liturgia nos presenta durante estos días. Jesús deja claro que la entrada y participación en el Reino de Dios se vive desde el presente y para siempre. No caben las demoras pues es una realidad inaugurada y nadie la detiene, aunque no veamos el ritmo de su crecimiento y arraigo. Los criterios de participación en la Salvación o en el Reino parecen distintos a los que las prácticas religiosas de las distintas confesiones han asumido. De hecho no se trata de una práctica religiosa sino de una práctica de fe y de confianza en Dios, y, de una relación sana y sincera con nuestros hermanos y hermanas. La puerta estrecha es la que vive Jesús en relación con sus discípulos y con las personas con las que se encontraba, una relación de acogida, de servicio, un anuncio constante de la esperanza activa que favorece siempre al otro o a la otra. De manera que no podemos argüir religiones, ni prácticas eclesiales. No nos salvamos a nosotros mismos, nos salva Dios y para eso debemos poner nuestra confianza en él y compartir lo que somos y tenemos sin miedo a quedarnos sin nada, pues siempre nos quedará Él, con su Reino eterno. Gracias Señor…

martes, 29 de octubre de 2013

El Reino de Dios en lo cotidiano

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 13,18-21
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, decía Jesús: "¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas." Y añadió: "¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
El Evangelio de Hoy nos presenta la realidad del Reino de Dios con elementos sencillos y cotidianos como una semillita pequeña que un agricultor planta y que da origen a un arbusto capaz de hacer anidar las aves en él; y de la levadura que permite a una mujer fabricar panes con poca cantidad. La complicación nos viene porque estamos mal acostumbrados a  esperar signos extraordinarios de la presencia de Dios. Dios nos llega en lo sencillo de cada día: trabajar el  campo, cocinar el pan. ¿Cómo vamos a ver que Dios actúa salvándonos si lo buscamos en las nubes, mientras que él está entre nosotros? Otra invitación a mirar bien a nuestro alrededor y encontrar motivos de esperanza. Dios se sirve de lo cotidiano para manifestarse y hacer crecer su Reino. Vivamos conscientes de la presencia de Jesús en lo cotidiano.

lunes, 28 de octubre de 2013

APÓSTOLES SIMÓN, JUDAS, TÚ Y YO

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 6,12-19
Lectura del santo Evangelio según San Lucas
En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que se puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos. Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

En la fiesta de los santos Simón y Judas volvemos a leer el texto de la elección de los 12 Apóstoles de Jesús. Jesús elige después de orar y discernir la voluntad de Dios. Ahí comenzó una gran historia de amor entre Jesús y sus discípulos. Estos vivirán con Jesús y aprenderán con él a responder  con el  corazón a las necesidades de la gente. Hoy somos dichosos de contar con médicos, instalaciones  hospitalarias y medicamentos casi para todas las enfermedades; pero en el tiempo en el que se nos narra este evangelio, los médicos eran pocos y rudimentarios. Lo que falta hoy es más equidad en el acceso a los cuidados médicos y una  regulación adecuada a los precios de los medicamentos. La gente anda detrás de Jesús buscando mejorías de sus miserias y la curación de sus enfermedades. ¿Cuáles son hoy nuestras precariedades? No tengamos miedo de ir a Jesús por medio de la oración, él tiene palabras y acciones de vida eterna. Dejémonos ayudar y ayudemos nosotros también a los demás. La vocación humana y cristiana es la de aportar mejorías, alegría, Buenas Noticias.

domingo, 27 de octubre de 2013

ES DIOS QUIEN NOS JUSTIFICA

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 18, 9-14 Lectura del santo evangelio según san Lucas: En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador. Les digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."Palabra del Señor. Reflexión Este domingo Jesús nos invita a no compararnos con nadie a causa de nuestra fe. No tenemos que justificarnos con nuestras acciones, delante de Dios ni de los hombres y mujeres. Es Dios quien  nos justifica con su misericordia. Este fariseo se creyó justo, pero no lo era pues criticaba de manera desagradable al publicano. El publicano, en cambio, muestra una humildad tan grande que no se atreve ni siquiera a mirar hacia el cielo y al igual que el salmo 50, reconoce su situación de pecador y pide perdón confiadamente a Dios. Dios lo acoge y justifica. Dios es el justo. Su justicia es su amor, su perdón, su ternura. Seamos como Jesús que no hace distinción entre las personas. Sé que no es nada fácil, pues los comportamientos de los demás nos indisponen casi automáticamente contra ellos, pero es Jesús que nos enseña a amar antes que odiar o sentirnos superiores a los otros como este fariseo ante el publicano. Señor, justifica, salva nuestras vidas con tu amor y perdón. Enséñanos a amar. Amén.

sábado, 26 de octubre de 2013

CONVERTIRSE

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 13,1-9
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilatos con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: "¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? les  digo que no; y, si no os convierten, todos perecerán de la misma manera."
Y les dijo esta parábola: "Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN.
El evangelio de hoy nos llama a interpretar la vida de manera positiva y responsable. Ya sabemos que Dios no castiga a nadie por su pecado. Las enfermedades no vienen de Dios, son parte de la vida y hay que cuidarse de ellas, prevenirlas y curarlas. Frente a nuestro pecado, las actitudes a asumir no es el miedo a la posibilidad de terminar castigado por Dios, la actitud cristiana es la conversión, el cabio de vida y la reparación del mal causado de acuerdo a nuestras posibilidades. Dar frutos de vida y posibilitar con nuestros compromisos comunitarios, que otros también aporten buenos frutos de cambio. Así que reactivemos nuestra fe en el Dios de Jesús, y,  como él, dispongámonos a transformar la realidad con nuestra acción. Amén.

viernes, 25 de octubre de 2013

LO QUE SABEMOS Y LO QUE NOS FALTA


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,54-59
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: "Cuando ven subir una nube por el poniente, dicen en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur dicen: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no saben juzgar ustedes mismos lo que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras van de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo."  Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
¿Qué es lo que sabemos y qué es lo que nos hace falta saber? Jesús intenta ayudarnos a centrarnos en lo importante. De nada sirve saber cositas sobre el estado del tiempo. Lo importante es saber descubrir en el día a día, la manifestación, la presencia de Dios actuando para salvarnos. Dios presente en Jesús mejorando la vida y acompañándola. Contamos con la palabra de Jesús en sus evangelios, seríamos sabios si viviéramos lo que leemos y escucháramos su mensaje de vida. El Reino de Dios se ha iniciado, ¿qué es lo que nos enseña Jesús con su vida y sus señales? ¿Cuál es nuestra interpretación? Somos llamados a resolver nuestros problemas a través del diálogo fraterno, antes que irnos a la justicia ordinaria, la cual puede aprovecharse de nosotros y entonces perdemos lo más por lo menos. Señor enséñanos a dialogar, enséñanos a amar. Amén

jueves, 24 de octubre de 2013

"FUEGO Y DIVISIÓN"


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,49-53
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Piensan que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

La misión de Jesús no se logra sin división, sin cortar con una religión y una tradición estéril que solo vive la formalidad de la ley sin ocuparse de la dignidad de la gente. Por eso es que Jesús habla de fuego y de división. Él quiere ver las personas optando por la vida, por la convivencia, por la justicia y la fraternidad. Pero sabe que no es evidente ir contra corriente. El amor, la cercanía, la acogida y todas las acciones de Jesús despiertan admiración  y enfado… esta es la división y el fuego que viene a prender y mientras más crece mejor pues significa que más personas se inscriben del lado de la defensa de la vida. No podemos olvidar, sin embargo, que Jesús invita a quienes creen en él a mantenerse unidos. La unidad no es uniformidad, es tener como orientación su propia manera de reaccionar frente a la realidad.  Así que hoy podemos preguntarnos ¿Qué es lo que me separa de los demás en cuanto cristiano,  y,  qué es lo que me une a Jesús y a mis hermanos? Qué nuestro fuego sea el deseo ardiente de servir, de remediar, de perdonar, de  ayudar los otros resolver sus problemas. Eso mismo será la causa de división… Hemos de vivir esta santa  tensión que Jesús encarnó, haciendo la voluntad de su Padre y Nuestro Padre.

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿NOSOTROS O LOS OTROS?


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,39-48
Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."  Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
¿Nosotros o los otros? Estamos acostumbrados a aplicar la palabra de Dios leída o escuchada a los demás. Fácilmente le encontramos una aplicación, casi siempre negativa a personas concretas de las que nos rodean.  Pedro se inquieta al escuchar a Jesús y le pregunta: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? No estamos a la altura de juzgar a los demás sino de dejarnos enriquecer por el evangelio. La llamada de Jesús es a mantenernos vigilantes, preparados para la llegada sorpresiva, obrando conforme a su voluntad. La fe consiste en vivir, mientras tanto. En esperanza activa, lo que en plenitud está prometido para cuando venga el Señor. Nuestra responsabilidad consiste en vivir lo que creemos y esperamos, aquí y ahora. Somos privilegiados al conocer el amor y la voluntad de vida del Señor, por eso se nos exigirá más. Nuestra riqueza, nuestro Bien es la fe. Vivámosla llenos de confianza y de alegría en medio de las dificultades encontradas en el camino. Jesús nos acompaña. Amén.

martes, 22 de octubre de 2013

ESTAR PREPARADO PARA VIVIR

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tengan ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Ustedes están como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; les seguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos."  Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Este trozo del evangelio de San Lucas nos deja ver la urgencia  con que estamos llamados a actuar. Tener “la ropa puesta y las velas encendidas” se constituyen en distintivos de la comunidad, que no se duerme mientras espera la llegada del Señor Jesús. Sabemos que existen, en nuestra realidad cotidiana, muchas situaciones que nos preocupan y pueden distraernos en nuestro deseo de  seguir a Jesús y construir su Reino. Pero Jesús nos invita a estar alerta, él no está ausente. La venida del Señor no debe asustarnos, no viene a quitar, no viene a ser servido, viene a servir. Si estamos atentos y abrimos nuestros corazones  cuando él viene a nosotros, es él el que nos  sirve. Todo este lenguaje no busca otra cosa que hacernos sentir amados y privilegiados por Dios para que en medio de nuestra historia discernamos su presencia consoladora y rindamos servicio a la vida.  Nuestras vidas están en buenas manos. Seamos nosotros también una presencia liberadora para quienes nos rodean. Crezcamos en confianza y acojamos a los demás, no buscando beneficios o intereses egoístas, sino sirviendo de sostén integral al otro y a la otra en lo concreto del día a día. Así  desea Dios estar presente en nuestra  vida. Construyamos una esperanza activa y productora de paz y de alegría al estilo de Jesús.

lunes, 21 de octubre de 2013

EL USO ADECUADO DE LOS BIENES


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,13-21
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?" Y dijo a la gente: "Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."
Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

La voluntad de Dios es que  los humanos seamos dignos, no que seamos ricos. La dignidad se encamina por el lado de lo necesario y la riqueza se orienta hacia el bien estar.  No es posible que todos los seres humanos lleguen a ser ricos, pero si es posible, que todos seamos dignos y tengamos lo necesario para vivir cómodamente. Lo que hace falta es la justicia que nos lleve a respetar a los demás, a trabajar de manera normal y desterrar de nuestras vidas todo lo que me lleve a dar la espalda a los demás.  El evangelio de hoy está marcado por un claro lenguaje económico: herencia, codicia, riqueza, bienes, tierras, cosecha, graneros, trigo, acumulación, tesoros.  ¿Cuáles son nuestras actitudes frente a los bienes? Ya Jesús lo ha dicho, “la vida no depende de los viene, la vida  depende de Dios. Jesús nos recomienda cuidarnos de la codicia, la acumulación para sí y la necedad. Sabemos que nos bienes son necesarios para la vida en la sociedad en la que vivimos. Es fundamental tener algo para poder desenvolvernos en el día a día de nuestra vida.  Aspirar a tener los bienes necesarios para una vida digna es un anhelo profundamente humano. Lo escandaloso es que orientemos nuestra vida a la acumulación de riqueza, al poder y al placer, olvidándonos de nuestros hermanos y hermanas. Así que pidamos a Jesús que nos acompañe con su sabiduría para que sepamos discernir  qué uso darle a los bienes materiales, sin poner en ellos nuestro corazón. Que el padre Julio Chevalier, fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón, cuya memoria celebramos hoy, nos inspire a encontrar la manera de ser remedio para los males de hoy, amén.

domingo, 20 de octubre de 2013

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 18, 1-8
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario."
Por algún tiempo se llegó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.""
Y el Señor añadió: "Fíjense en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"  Palabra del Señor.
 
Reflexión.
Hoy celebramos el Domingo Mundial de las Misiones. Somos invitados por La Iglesia a tener en cuenta las misiones en el mundo entero. La Iglesia es misionera y cada bautizado está llamado a discernir cuál es su  misión en el mundo y a vivirla con alegría. Hace un tiempo, cuando hablábamos de misionar pensábamos que sería ir a ganar adeptos para nuestra Iglesia, para nuestras congragaciones o para nuestros movimientos eclesiales. Hoy se habla mucho más de ir a vivir la fe en medio de culturas y comunidades distintas a las nuestras o con personas que necesitan ser impulsada en la fe. Por lo tanto, no somos enviados a hacer proselitismo religioso, somos enviados a testimoniar lo mucho que Dios nos ama en Jesús. En su mensaje para esta Jornada  misionera, el Papa Francisco reflexiona invitándonos a darle vida en nosotros al don de Dios, haciéndonos testigos de su amor hasta los confines del mundo. Como Moisés en la primera lectura de hoy, como la viuda del Evangelio, oremos con insistencia y perseverancia. Vivamos la justicia y luchemos por ella. Pidamos al señor que nos ayude a ser sensatos, juiciosos y organizados en nuestra vida. Buen domingo.

sábado, 19 de octubre de 2013

EL ESPIRITU SANTO LES ENSEÑARÁ

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,8-12
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando les conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de lo que van a decir, o de cómo se van a defender. Porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que tienen que decir." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
El Evangelio de Hoy nos plantea las dificultades con las que se puede encontrar quien sigue a Jesús de manera sincera. Jesús no anda escondiendo esta realidad para atraer seguidores. Su propia historia lo dice todo claro. Vivir la misión cristiana implica ser rechazados por quienes siguen intereses opuestos a la vida, a la fraternidad y al don de sí. El Seguimiento de Jesús es radical y demanda confianza en Dios y en su promesa de vida plena. Así testimoniaron esta opción las primeras comunidades cristianas. Fue este testimonio vivido en fraternidad lo que le valió confianza y atrajo a muchos otros al camino de Jesús.  “Miren como se aman”, decían de las comunidades.  Jesús concede un papel muy grande al Espíritu Santo, como el defensor por excelencia en los momentos en que las autoridades pidan cuentas. Ante el poder de las sinagogas y de los tribunales, no proceden los recursos y méritos propios, sino que el Espíritu Santo nos reconforta y nos inspira para saber encontrar las mejores y apropiadas palabras. Hemos experimentado esto muchas veces, cuando nos hemos encontrado en apuros y en peligros. La acción del Espíritu nos sorprende a cada momento, y su poder nos relanza más allá de lo que nuestras fuerzas humanas nos permiten. Cuando se trata de situaciones vergonzosas creadas por nosotros como iglesia, también debemos confiar en que el Espíritu nos inspirará las palabras y los gestos necesarios para poder convertirnos, cambiar, pedir perdón y seguir adelante obedeciendo sus orientaciones. Fe, humildad, confianza, no estamos solos.

viernes, 18 de octubre de 2013

LA FIESTA DE SAN LUCAS

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 10,1-9
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz en esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan está cerca de ustedes el Reino de Dios." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Celebramos la fiesta del Evangelista San Lucas. Dicen que Lucas era Médico de profesión y que además de su evangelio, también escribió los Hechos de los Apóstoles. En sus escritos se resaltan los hechos que causan alegría, entusiasmo por la llegada del Reino. En su evangelio y en los Hechos  de  los Apóstoles podemos descubrir una positiva preferencia por los pobres y  los grupos marginados como la mujer y los desamparados. Tenía una sensibilidad muy cercana con las personas enfermas, dada su profesión de médico. Poseía gran talento para escribir, como puede comprobarse en sus dos obras: el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. Su procedencia griega le hacía tener un vasto conocimiento de su cultura, evidenciado en la obra de los Hechos. Plantea la vida cristiana como un seguimiento de Jesús. Un camino que lo lleva de Galilea a Jerusalén y de Jerusalén hasta nuestros días de paso hacia el Reino definitivo. Gran misionero, siempre en camino, guiado por el Espíritu Santo. Así plantea en sus escritos la vida cristiana. El envío de los setenta y dos simboliza la perspectiva ecuménica que sigue Lucas, para quien el cristianismo sobrepasa las barreras geográficas de Israel y los límites de Jerusalén. La frase “La mies es abundante y los obreros pocos”, dimensiona su perspectiva de evangelización inclusiva y universal. La misión de los doce discípulos, los setenta y dos, el viaje de Jesús a Jerusalén, de Pedro al mundo griego y de Pablo a Roma revela el lugar central de la evangelización en la Iglesia. Celebremos con alegría y con los pies en la tierra, la fiesta de San Lucas. Dejémonos contagiar por su sensibilidad y su inquieta prisa por evangelizar el mundo entero.

jueves, 17 de octubre de 2013

RENDIR CUENTAS ANTE DIOS Y ANTE EL PRÓJIMO


“EL evangelio de Hoy”: Lucas 11,47-54
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo el Señor: "¡Ay de ustedes, que edifican mausoleos a los profetas, después que sus padres los mataron! Así son testigos de lo que hicieron sus padres, y lo aprueban; porque ellos los mataron, y ustedes les edifican sepulcros. Por algo dijo la sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los perseguirán y matarán"; y así, a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario.
Sí, se lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley, que se han quedado con la llave del saber; ustedes, que no han entrado y han cerrado el paso a los que intentaban entrar!" Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias palabras. Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
Las Iglesias, las comunidades y los responsables de sus ministerios o servicios deben su existencia al total de sus miembros y a toda la sociedad. No existen para el auto servicio sino para servir a los demás y posibilitar el crecimiento en la fe y en la dignidad humana. Jesús vive el conflicto con los grupos que aparentemente realizan un trabajo religioso a favor de su pueblo pero que, sin embargo, la realidad es diferente. En vez de responder positivamente a las profecías de los enviados de Dios, lo que hacen es quitarlos de en medio porque le dañan sus negocios. Dios nos a creado con memoria histórica y no la debemos echar a perder. El hilo conductor de la revelación de Dios a la humanidad, nos habla de un Dios amor, sensible al sufrimiento y al clamor de su pueblo, que “baja” para liberarlo. Entonces nuestras comunidades y sus responsables, líderes o servidores no pueden ser ni vivir su misión de otra manera que no sea el de servir amorosamente a sus comunidades. Cuando matan, cuando quitan entusiasmo y maltratan a sus iglesias, se sitúan completamente fuera de la fe. Esta es la cuenta que tiene que rendir cada ser humano ante Dios y ante la historia. Por eso, las iglesias no pueden apoyar no hacerse cómplices de quienes cometen abusos, violaciones y crímenes contra niños, jóvenes o adultos, dentro o fuera de sus comunidades.  Somos responsables de la vida, nuestras experiencias deben servir a la dignificación de la vida. Nuestros saberes deben rendir la vida más humana y alegre para que la gente acceda a la realización, a la salvación de Dios. Somos llamados a la misión de servir, de posibilitar de abrir caminos de vida. Seamos receptivos ante la palabra de Dios. Amén.

miércoles, 16 de octubre de 2013

LA PRIMACÍA DEL AMOR A LAS PERSONAS


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,42-46
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un maestro de la Ley intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros." Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!" Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
Una vez más Jesús nos invita a poner por encima de todo a las personas. Jesús nos habla de la primacía del amor y la justicia, de la misericordia y la simplicidad acogedora que nos hará transparentes y cercanos de los demás en vez de exigentes y prepotentes. Jesús nos advierte contra lo que puede llevarnos a la soledad y a la muerte  El cumplimiento del impuesto de la hierbabuena, la ruda y las verduras, que simbolizan la práctica de los fariseos para quedar bien con las autoridades religiosas, contrasta con el descuido de la justicia y del amor de Dios, que es lo verdaderamente valioso que hay que observar y cuidar. La situación que vivimos hoy no dista mucho del ambiente social, político y religioso en tiempos de Jesús. Nuestros países están agobiados con impuestos y leyes insoportables, mientras que la mayoría de quienes las promulgan y promueven nadan en mares de corrupción y de impunidad. En cuanto a las iglesias y las religiones, abundan los creyentes y los líderes que acentúan bien los ritos externos, las formalidades de la religiosidad pero no vivimos la alegría de los valores vividos y enseñados por Jesús. Tenemos mucho camino por andar, dejémonos guiar por Jesús.

martes, 15 de octubre de 2013

VIVIR DE CORAZÓN


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,37-41
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosan de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dan limosna de lo de dentro, y lo tendrán limpio todo." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
La vida de los fariseos estaba organizada con todo un cúmulo de leyes, normas y preceptos que había que cumplir meticulosamente para gozar de la bendición de Dios y la convivencia social.  El texto del Evangelio de Hoy es un enfrentamiento directo y sin rodeo a esta manera de vivir la relación con Dios y los hermanos y hermanas. A pesar de haber sido invitado, con lo que eso supone de cortesía y delicadeza, Jesús sabe que los fariseos lo observaban para encontrarle faltas y poder criticarlo. Jesús está empeñado en anunciar una forma de vivir la fe que contribuya al crecimiento humano, a la dignificación de las personas y de toda la creación de Dios. Por eso es capaz de hablar y hacer señalamientos radicales para impactar directamente en la práctica de sus anfitriones. Jesús no cumplió con la regla de lavarse las manos, pero los fariseos son ladrones, insensatos y maliciosos, aún teniendo las manos limpias y cumpliendo con lo formal de la ley. La denuncia es tremendamente radical y temeraria, desestabilizadora del sistema de pureza legal y social, que centraba su atención en las cosas insignificantes y olvidaba los grandes males sociales. Nosotros también vivimos nuestra fe bajo un código eclesial y comunitario no siempre centrado en las personas y sus necesidades. No olvidemos, por nada del mundo, que la gloria de Dios es la vida de las personas (San Ireneo). No nos conformemos con dar cositas en limosnas para acallar nuestras conciencias, vayamos al fondo de la cuestión: vivamos la solidaridad y la justicia como muestra de fraternidad y de apego a la vida de Jesús. Vivamos de corazón y así estaremos “limpios” por dentro y por fuera.

lunes, 14 de octubre de 2013

JESÚS ES MÁS QUE TODOS

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,29-32
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás."  Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
¿Cuáles son los episodios de la Historia de la Salvación narrada por la Biblia que más te impactan? La Sagradas Escrituras se nos ha dado para ayudarnos en nuestra marcha hacia la realización en Dios. Si no nos afecta positivamente, no es aceptada como Buena Noticia. En el Evangelio de Hoy Jesús advierte que su generación es apática, indiferente e incrédula ante la Buena Nueva que se anuncia. Decide enfrentarla, llamarla por su nombre y ponerla en el lugar adecuado. No duda, pues, en descubrir su maldad y perversidad. Como en otros pasajes, Jesús hace memoria de la actitud que tienen personas extranjeras como la reina del sur o la población ninivita, atraídas por la sabiduría de Salomón y por la predicación de Jonás mientras que los que se dicen elegidos y pueblo de Dios solo viven una tradición rutinaria sin buscar ni reconocer la acción de Dios. La sabiduría de Salomón y la predicación de Jonás quedan superadas por Jesús. La escucha y la conversión representan las actitudes de quien quiera ponerse en el camino hacia Jerusalén. No es cuestión de grandes prodigios o milagros, sino de reconocer la acción salvadora de Dios en Jesús de Nazaret. ¿Qué hacemos nosotros hoy como testigos del amor de Dios? Somos llamados a dejarnos transformar, dejarnos convertir de menos en más, a ser sensibles a la palabra de Dios.

domingo, 13 de octubre de 2013

CREER SIN AGRADECER

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 17, 11-19 Lectura del santo evangelio según san Lucas: Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: "Jesús, maestro, ten compasión de nosotros." Al verlos, les dijo: "vayan a presentarse a los sacerdotes." Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: "¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?" Y le dijo: "Levántate, vete; tu fe te ha salvado." Palabra del Señor. REFLEXIÓN El relato comienza narrando la curación de un grupo de diez leprosos en las cercanías de Samaría. Pero, esta vez, no se detiene Lucas en los detalles de la curación, sino en la reacción de uno de los leprosos al verse curado. El evangelista describe cuidadosamente todos sus pasos, pues quiere sacudir la fe rutinaria de no pocos cristianos. Jesús ha pedido a los leprosos que se presenten a los sacerdotes para obtener la autorización que los permita integrarse en la sociedad. Pero uno de ellos, de origen samaritano, al ver que está curado, en vez de ir a los sacerdotes, se vuelve para buscar a Jesús. Siente que para él comienza una vida nueva. En adelante, todo será diferente: podrá vivir de manera más digna y dichosa. Sabe a quién se lo debe. Necesita encontrarse con Jesús. Vuelve “alabando a Dios a grandes gritos”. Sabe que la fuerza salvadora de Jesús solo puede tener su origen en Dios. Ahora siente algo nuevo por ese Padre Bueno del que habla Jesús. No lo olvidará jamás. En adelante vivirá dando gracias a Dios. Lo alabará gritando con todas sus fuerzas. Todos han de saber que se siente amado por él. Al encontrarse con Jesús, “se echa a sus pies dándole gracias”. Sus compañeros han seguido su camino para encontrarse con los sacerdotes, pero él sabe que Jesús es su único Salvador. Por eso está aquí junto a él dándole gracias. En Jesús ha encontrado el mejor regalo de Dios. Al concluir el relato, Jesús toma la palabra y hace tres preguntas expresando su sorpresa y tristeza ante lo ocurrido. No están dirigidas al samaritano que tiene a sus pies. Recogen el mensaje que Lucas quiere que se escuche en las comunidades cristianas ¿No se han curado todos? ¿Por qué no reconocen lo que han recibido de Jesús? “Los otros nueve, ¿dónde están?”. ¿Por qué no están allí? ¿Por qué hay tantos cristianos que viven sin dar gracias a Dios casi nunca? ¿Por qué no sienten un agradecimiento especial hacia Jesús? ¿No lo conocen? ¿No significa nada nuevo para ellos? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?” ¿Por qué hay personas alejadas de la práctica religiosa que sienten verdadera admiración y agradecimiento hacia Jesús, mientras algunos cristianos no sienten nada especial por él? Benedicto XVI advertía hace unos años que un agnóstico en búsqueda puede estar más cerca de Dios que un cristiano rutinario que lo es solo por tradición o herencia. Una fe que no genera en los creyentes alegría y agradecimiento es una fe enferma.

jueves, 10 de octubre de 2013

PIDAN, BUSQUEN, LLAMEN...


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,5-13
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más sus Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?" Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Esta fue la última oración de Jesús. Expresión de confianza total y abandono en las manos del Padre. No olvidamos, sin embargo, que momentos antes Jesús había orado diciendo: “Dios mío Dios mío, porqué me has abandonado”. Confianza y abandono pero consciente y activo frente a la realidad que vive. El Evangelio de Hoy continúa profundizando la reflexión sobre la oración. En nuestra vida normal las peticiones se conceden o por amistad o por obligación, con agrado de hacerlo o a regañadientes como el padre de los niños. Jesús indica una característica importante de la oración. Ella debe ser asidua, sin desfallecer no porque Dios requiera ser convencido, sino porque así mostramos con libertad nuestra confianza única en el Padre. Las imágenes del pan, el pescado y el huevo contrastan con las de la piedra, la culebra y el escorpión. El amor del padre biológico, aún en sus límites y estrecheces, sabe dar lo mejor a sus hijos e hijas. ¡Cuanto más el Padre del cielo dará lo que necesitamos para vivir! Llama la atención que las peticiones están conectadas con los alimentos materiales, que simbolizan también el alimento espiritual que concede el Espíritu Santo. El Evangelio propone una oración cristiana con criterios reales, vitales y espirituales, mediante los cuales podamos responder acertadamente a las necesidades vitales de nuestros hermanos y hermanas. Las peticiones o necesidades humanas que reciben como respuesta la piedra, la culebra o el escorpión de la corrupción, la desigualdad y la violencia, no están en el camino de Jesús. El don de Dios desborda por la gratuidad de su amor y la abundancia de su comunicación lo que apenas nos atrevemos a pedir. Abramos nuestra vida a esta enseñanza de Jesús, crezcamos en la fe. Somos llamados a actuar como quienes todo lo esperan de Dios, pero con una esperanza activa: pidan, busquen, toquen puertas… accionemos… “…Venga a nosotros tu Reino…”

miércoles, 9 de octubre de 2013

APRENDER A ORAR


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 11,1-4
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos," Él les dijo: "Cuando oren digan: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
Creo que lo primero que debemos preguntarnos, para la reflexión de hoy, es ¿Qué valor tiene la oración para nosotros? ¿Sentimos necesidad de orar? ¿Qué hemos aprendido sobre la oración y orando? Los primeros discípulos de Jesús sintieron la necesidad de aprender de él a orar. Seguro que ellos tenían una práctica de oración pero querían apropiarse la oración de Jesús, la encontraban consistente, confiada, familiar, afectiva, efectiva y confiada. Los discípulos habían visto muchas veces a Jesús que se apartaba a orar. La oración implica un aprendizaje y una actitud de disposición, para que no se quede ni en una mera repetición de palabras ni distante de la vida cotidiana. La oración supone entrar en diálogo y comunión con Dios, pero no en las nubes, sino en la realidad concreta donde puede acontecer la llegada de su Reino. La oración nos impulsa a vivir en comunión con los hermanos y tomamos conciencia del valor de nuestras necesidades vitales. Involucramos a Dios en la gestión de satisfacer nuestras necesidades: “danos cada día el pan de mañana”. Reconocemos que tenemos hermanos que al igual que  nosotros necesitan vivir dignamente y pedimos perdón por nuestro egoísmo o falta de compartir, por nuestros acaparamientos. Así que hoy tenemos otra ocasión para pedir a Jesús, junto a sus primeros discípulos, “Señor, enséñanos a orar”.

martes, 8 de octubre de 2013

MARTA Y MARÍA, CONTEMPLACIÓN Y ACCIÓN


 “El Evangelio de Hoy”: Lucas 10,38-42
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano." Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán." Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
La vida diaria nos presenta muchas dificultades a la hora de discernir la mejor manera de realizar nuestra historia personal y comunitaria. La  vida de familia, el trabajo agobiante que nos permite ganar el pan cotidiano, las relaciones con los demás, los obstáculos a todos los niveles que hay que enfrentar. No resulta fácil priorizar a qué atender primero ni cómo hacerlo. El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús en casa de Marta, María y Lázaro, tres hermanos que se hicieron íntimos amigos de Jesús y donde Jesús gustaba ir a descansar, próximo a Jerusalén. La lectura nos sitúa en el nivel de la vida y las relaciones cotidianas de dos hermanas que actúan con Jesús de modo diferente. A Marta le absorben los quehaceres domésticos de la casa, como puede sucederle a muchos hombres y mujeres hoy en nuestras comunidades y en nuestras parroquias. En cambio, María asume el camino de discípula, que, poniéndose a los pies de Jesús, expresa su deseo de seguirle y de escuchar su palabra. María hizo la mejor elección. Jesús no subvalora la labor de Marta. Con Jesús incluso habría que recriminar a quienes no valoran el trabajo arduo y abnegado de las mujeres en la dirección de sus hogares y a quienes consideran su trabajo como inferior y de menor valor al de otras personas. Pero queda de manifiesto que, como cristianos, el discipulado es como una carta de navegación que debe orientar por el buen camino todo lo que hagamos o digamos. No es cuestión de preguntarnos, como muchos lo han hecho hasta hoy, ¿Qué hay que hacer primero? Es cuestión de hacerlo todo informados, inspirados, animados por Jesús. Tengamos en cuenta sus palabras, sus actitudes y sus gestos. Vivamos nuestra vida al estilo y modo de Jesús.