EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿NOSOTROS O LOS OTROS?


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12,39-48
Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."  Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
¿Nosotros o los otros? Estamos acostumbrados a aplicar la palabra de Dios leída o escuchada a los demás. Fácilmente le encontramos una aplicación, casi siempre negativa a personas concretas de las que nos rodean.  Pedro se inquieta al escuchar a Jesús y le pregunta: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? No estamos a la altura de juzgar a los demás sino de dejarnos enriquecer por el evangelio. La llamada de Jesús es a mantenernos vigilantes, preparados para la llegada sorpresiva, obrando conforme a su voluntad. La fe consiste en vivir, mientras tanto. En esperanza activa, lo que en plenitud está prometido para cuando venga el Señor. Nuestra responsabilidad consiste en vivir lo que creemos y esperamos, aquí y ahora. Somos privilegiados al conocer el amor y la voluntad de vida del Señor, por eso se nos exigirá más. Nuestra riqueza, nuestro Bien es la fe. Vivámosla llenos de confianza y de alegría en medio de las dificultades encontradas en el camino. Jesús nos acompaña. Amén.

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