EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

martes, 31 de julio de 2012

LOS JUSTOS BRILLARÁN COMO EL SOL

 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 13, 36-43

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: "Acláranos la parábola de la cizaña en el campo". El les contestó: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga". Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy es un mensaje de esperanza para las comunidades de ayer y de hoy que sufren las consecuencias nefastas de las injusticias sociales y de las desigualdades humanas. Los perversos, indolentes, corruptos no tendrán futuro. Jesús anuncia el fin de aquellos que no son capaces de vivir en fraternidad junto a sus hermanos y hermanas.

También es un llamado a incentivar los esfuerzos por mantenerse firmes en la fe y en la esperanza pues el Señor se encargará de salvar a su pueblo. Una buena aclaración de que todo no depende de nosotros sino del que por nosotros murió y resucitó. La realidad cruda y dolorosa nadie la puede ocultar, existen los que viven la Buena noticia y quienes tratan por todos los medios de opacarla, la cizaña, los partidarios del maligno, los enemigos, el diablo.

Pero la Mayor fuerza de este evangelio está en la presencia de Dios y de sus ángeles, los que obedecen a su palabra. Dios es más fuerte que todos sus contrarios. De todas maneras, Dios nos ha creado libres para que elijamos seguirle o darle la espalda. Aunque los problemas, dificultades, sufrimientos y dolores sean parte de la vida, a nosotros nos alimenta la esperanza en la promesa de Dios. El Señor se ocupará de nosotros. El cumplimiento de esta promesa ha sido y sigue siendo Jesús con sus signos y señales, con su cercanía a los enfermos, pobres y necesitado. Él nos ha enseñado como vivir nuestra fe. Así que sigamos creyendo activamente en la Buena Noticia, continuemos combatiendo las injusticias, los sufrimientos y dolores como realidades opuestos a la vida. Y vivamos contentos buscando hacer la voluntad de Dios.

lunes, 30 de julio de 2012

EL REINO DE DIOS

“EL Evangelio de Hoy”: Mateo 13, 31-35

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: "El Reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas". Les dijo otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente". Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: "Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo". Palabra del Señor.

Reflexión
En el Evangelio de Hoy  Jesús habla de la Mostaza y de la levadura comparándolas con el Reino de Dios. No es cuestión de cantidad o de tamaño sino de eficiencia y eficacia amorosa. Así como la semilla de mostaza y el chin de levadura producen cantidades y tamaños satisfactorios, el reino de Dios crece con actitudes y prácticas que pueden parecer insignificantes o sencillas. En nuestra vida personal y comunitaria hay prácticas modestas como la oración, el estudio, la lectura bíblica, el reciclaje de materiales que, en su modestia, producen ricos y abundantes frutos. Aunque no pueden competir con el televisor, con el internet o con una formación universitaria, sin embargo tiene la cualidad de dejar abonado el terreno de nuestro intelecto y el de nuestros afectos para que  la Palabra de Dios y su mensaje transformen nuestra vida y las estructuras que impiden el crecimiento del Reino de Dios.

Olvidémonos de las grandiosidades productoras de conversiones en masa. Asumamos con responsabilidad nuestra fe cristiana y practiquemos la caridad de que Jesús tanto nos recalca. En esas prácticas de cada día se va concretando el Reino de Dios. En la vida diaria se va expresando nuestra adhesión confiada a su voluntad. Casi todas las señales que Jesús realiza en los evangelios son manifestaciones sencillas enmarcadas en la vida cotidiana y en la realidad concreta… así es el reino de Dios. Sería muy útil poder contar con el poder de realizar grandes prodigios pero en realidad Jesús nos invita a que cada acción de nuestra vida sea una señal de que aceptamos el amor que Dios nos tiene y una muestra de que creemos en él.

domingo, 29 de julio de 2012

EL GESTO DEL JOVEN

“El Evangelio de Hoy” Juan 6,1-15

Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe contestó: "Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo." Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?" Jesús dijo: "Digan a la gente que se siente en el suelo." Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: "Recojan los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie." Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: "Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo." Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo. Palabra del Señor.

Reflexión Invitada: EL GESTO DE UN JOVEN
De todos los gestos realizados por Jesús durante su actividad profética, el más recordado por las primeras comunidades cristianas fue seguramente una comida multitudinaria organizada por él en medio del campo, en las cercanías del lago de Galilea. Es el único episodio recogido en todos los evangelios.
El contenido del relato es de una gran riqueza. Siguiendo su costumbre, el evangelio de Juan no lo llama “milagro” sino “signo”. Con ello nos invita a no quedarnos en los hechos que se narran, sino a descubrir desde la fe un sentido más profundo.
Jesús ocupa el lugar central. Nadie le pide que intervenga. Es él mismo quien intuye el hambre de aquella gente y plantea la necesidad de alimentarla. Es conmovedor saber que Jesús no solo alimentaba a la gente con la Buena Noticia de Dios, sino que le preocupaba también el hambre de sus hijos e hijas.
¿Cómo alimentar en medio del campo a una muchedumbre numerosa? Los discípulos no encuentran ninguna solución. Felipe dice que no se puede pensar en comprar pan, pues no tienen dinero. Andrés piensa que se podría compartir lo que haya, pero solo un muchacho tiene cinco panes y un par de peces. ¿Qué es eso para tantos?
Para Jesús es suficiente. Ese joven, sin nombre ni rostro, va hacer posible lo que parece imposible. Su disponibilidad para compartir todo lo que tiene es el camino para alimentar a aquellas gentes. Jesús hará lo demás. Toma en sus manos los panes del joven, da gracias a Dios y comienza a “repartirlos” entre todos.
La escena es fascinante. Una muchedumbre, sentada sobre la hierba verde del campo, compartiendo una comida gratuita, un día de primavera. No es un banquete de ricos. No hay vino ni carne. Es la comida sencilla de la gente que vive junto al lago: pan de cebada y pescado ahumado. Una comida fraterna servida por Jesús a todos gracias al gesto generoso de un joven.
Esta comida compartida era para los primeros cristianos un símbolo atractivo de la comunidad nacida de Jesús para construir una humanidad nueva y fraterna. Les evocaba, al mismo tiempo, la eucaristía que celebraban el día del Señor para alimentarse del espíritu y la fuerza de Jesús, el Pan vivo venido de Dios.
Pero nunca olvidaron el gesto del joven. Si hay hambre en el mundo, no es por escasez de alimentos sino por falta de solidaridad. Hay pan para todos, falta generosidad para compartir. Hemos dejado la marcha del mundo en manos del poder financiero, nos da miedo compartir lo que tenemos, y la gente se muere de hambre por nuestro egoísmo irracional.  José Antonio Pagola.

jueves, 26 de julio de 2012

APROVECHAR LA PALABRA

 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 13, 10-17
Lectura del santo evangelio según san Mateo: En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: Por qué les hablas en parábolas?"  Él les contestó: A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:  "Oirán con los oídos sin entender; mirarán con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure." ¡Dichosos sus ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ven ustedes y no lo vieron, y oír lo que oyen y no lo oyeron."  Palabra del Señor.

Reflexión
¿Qué hemos visto y oído hasta hoy? ¿Para qué nos ha servido lo vivido? Tenemos mucho que preguntarnos a partir de estos versículos del evangelio de Mateo. Jesús nos habla claro, nosotros incluso, nos encontramos muy “bonitas” sus palabras en parábolas y todas sus enseñanzas. Pero de qué nos sirven sus palabras? ¿Cuantas actitudes cambiamos al escuchar lo que Jesús nos enseña?

Los santos Juaquín y Ana nos muestran con su obediencia a la voluntad de Dios que su sabiduría estaba basada en su experiencia de Dios. Ellos tenían fe y esperaban el cumplimiento de las promesas de Dios y por eso creyeron hasta verlas cumplidas a través de su propia hija. Como decíamos uno de estos días, lo importante es poder reaccionar de manera consciente, desde la fe y la esperanza. Que cuando nos llegan los problemas podamos contar con la presencia del Señor que nos acompaña y salva.

El evangelio de hoy nos plantea esa aparente contradicción. La sabiduría de Dios crece en la medida en que la cultivamos; si tenemos poca o ninguna, incluso ese poco se puede perder. Por esa razón se evocan las palabras del profeta Isaías que encuentra la causa de la ceguera y sordera de su pueblo en la obstinación de sus líderes, que insisten en llevarlos por camino de violencia e injusticia. Por la misma razón, el aprendizaje que realizan quienes siguen a Jesús consiste en una apertura progresiva a la sabiduría de Dios que se manifiesta en la vida del pueblo pobre y sencillo. Dios nos acompaña con amor y ternura, dejémonos amar y enseñar. 

miércoles, 25 de julio de 2012

SANTIAGO APOSTOL

Miércoles 25 de Julio de 2012. “El Evangelio de Hoy”: Mateo 20,20-28
Lectura del santo evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus
hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué
deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en
tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús
replicó: "No saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo
he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo
beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí
concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi
Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos
hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Saben que los jefes de
los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así
entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea ustedes
servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su
esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan,
sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy celebramos, según el calendario litúrgico de la Iglesia, la fiesta
de Santiago Apóstol. Este Apóstol vivía alrededor del lago ganándose
la vida como preparador de conservas de pescado del lago de Galilea y
fue de los primeros en sentirse invitado por Jesús a seguirle en su
misión de anunciar la Buena Noticia, como manera de preparar la
humanidad para el Reino de Dios. La Madre de Santiago y Juan se dejó
utilizar por estos para interceder ante Jesús buscando ser favorecido
con cargos en lo que ellos imaginaron sería el reinado de Jesús. La
indignación que sienten los demás discípulos de Jesús nos muestra que
ellos también deseaban esos mismos privilegios. Los años de
preparación que Jesús les había dedicado a base de hechos y palabras
no les había bastado para comprender de lo que se trataba su misión.

Ya sabemos que tanto el testimonió de Santiago como el de los demás
discípulos y discípulas de Jesús fue vivido tal y como Él les formó,
vivieron su fe  hasta dar la vida como su Maestro. Ayer y hoy tenemos
que comprender que el reinado de Jesús no es un asunto de poder de
dominación. Se trata de tener a los demás como destinatarios de las
acciones de nuestra fe y seguimiento de Jesús. Dos mil años después de
la respuesta de Jesús a la Madre de los Zebedeos, seguimos asistiendo
a la búsqueda de intereses particulares en las comunidades cristianas.

Conocer a Jesús y seguirle lleva consigo asumir su propia causa, su
estilo, su modo de vivir y de reaccionar frente a los acontecimientos
de la realidad cotidiana. No hay espacio para práctica del poder
dominador de los demás en el plan de Jesús. Nuestro único poder es el
de ayudar a otros a resolver sus problemas, el poder para perdonar,
expulsando los espíritus de odio y de rencor que nos quieren dividir y
quitar fuerza. Sigamos esforzándonos por asumir nuestra fe de acuerdo
a la práctica Jesús. Que Santiago Apóstoy interceda por nosotros y nos
inspire a vivir el verdadero discipulado.

lunes, 23 de julio de 2012

UNO QUE ES MAS GRANDE QUE SALOMON


 "El Evangelio de Hoy": Mateo 12, 38-42
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo."
Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará mas signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón."
Palabra del Señor.


Reflexion

Una vez mas somos invitados a no perder tiempo. No esperemos mas. Hoy es el fin. La señal es la presencia de Jesus acompañando nuestras vidas, amandonos, perdonandonos. no esperemos señales espectaculares y apocalipticas. Produzcamos señales de fraternidad y de justicia... para eso el señor esta con nosotros y nos alimenta con su palabra, para que vivamos nuestra conversion al servicio de nuestros hermanos mas necesitados.

Convertirse no es pasar de una comunidad cristiana a otra ni de ir de iglesias en iglesias en un transito esteril y vacio de verdad y sinceridad, la conversion es esforzarnos por cambiar nuestras maneras de reaccionar frente a la realidad, priorizando la atencion a quienes estan a nuestro lado en la vida de cada dia. no nos desesperemos ni perdamos el juicio frente a nuestros problemas y dificultades, sigamos confiando en Dios y en la capacidad que El nos da para afrontar nuestras vidas con fe y esperanza activa.

Pidamos al señor que nos rtegale hoy y siempre su espiritu de Sabiduria para que nos acompañe en nuestro camino de conversion y asi nuestra vida cristiana responda a su voluntad. Dios te bendiga..

jueves, 19 de julio de 2012

... VENGAN A MÍ... YO LOS ALIVIARÉ


“El Evangelio de Hoy”: Mateo 11, 28-30

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". Palabra del Señor.


Reflexión

Desde nuestro bautismo somos en Cristo regenerados. Esta realidad no ocurre mágicamente, es un proceso activo de marcha hacia la realización en Jesús. Por eso Jesús nos invita a ir a él. Desde él tendremos que interpretar todo lo que nos acontece y desde él buscar salidas durables a nuestros problemas.


No es nada raro el cansancio de todo tipo que nos puede llegar como hombres y mujeres. Los agobios no son pocos, desde lo económico hasta lo espiritual pasando por la cotidianidad de la vida en familia y en comunidad. Jesús nos acompaña en todo momento para ser soporte de nuestra vida, inspiración e iluminación de manera que no perdamos ni el rumbo ni la esperanza. Estar a nivel de lo que exige la sociedad para reconocernos es prácticamente imposible para la gran mayoría de nuestra gente. La propuesta de Jesús supone en este contexto una exigencia altísima, pero también una enorme libertad. Los valores del respeto y la humildad no sólo son un modo de relacionarse mejor con los demás, sino que se convierten en un camino de liberación humana. Se trata de cambiar el peso de las exigencias sociales, culturales y religiosas por la libertad y la disciplina de la misericordia y la solidaridad. Cada una, cada uno y en comunidad, sigamos buscando el significado de la propuesta definitiva del amor solidario, el respeto mutuo y el cuidado de nuestro planeta.

miércoles, 18 de julio de 2012

LA GENTE SENCILLA

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 11, 25-27

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar" Palabra del Señor.

Reflexión

La lógica de Jesús es totalmente diferente a la dominante en su tiempo. Su agradecimiento a Dios no lo hace por los que social y públicamente han logrado posicionarse y gozar de prestigio y reconocimiento sino por aquellos que son capaces de abrirse a la voluntad de Dios. Dios es tan bueno que nos ha creado de manera tal que sólo los pequeños, los humildes, los que no tienen afán de grandezas, pueden darse cuenta de la verdad fundamental y disponerse a vivir  poniendo la confianza en su creador. La sabiduría del “mundo” no garantiza la realización humana. Todos los avances de las ciencias no han logrado acabar con el hambre, por poner un ejemplo…

Reconocer en Jesús el rostro de Dios cuidando a los más necesitados es una muestra de gran y profunda sabiduría. Ser sabios es asumir las actitudes que cuiden la vida y la impulsen hacia la eternidad. No vivir de la inmediatez sino trascender el espacio y el tiempo para internarse en el misterio mismo de nuestra existencia como imagen y semejanza de Dios. Esto, solo los pequeños lo pueden comprender, solo ellos pueden entrar en este misterio.

Seamos sabios, aprendamos a vivir en comunión. No nos dejemos arrastrar por la ignorancia y la falta de verdadera instrucción. Nunca pongamos nuestra seguridad en lo que “sabemos”. Depositemos nuestra confianza en el Señor que elevará infinitamente nuestras capacidades hasta dotarnos de la decisión de darlo todo por los demás sin buscar beneficios particulares. La sabiduría que busca dominar  los otros, solo aporta desigualdades e injusticias. Como Jesús coloquemos en alto el valor de la persona en su singularidad y el valor del amor como una dinámica de transformación de las relaciones humanas. Gracias Señor Por permitirnos conocerte y convivir. Amén.

martes, 17 de julio de 2012

SIGNOS - CONVERSIÓN, JUICIO - SALVACIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 11, 20-24

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Les digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Les digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti". Palabra del Señor.



Reflexión
El Evangelio de Hoy es un fuerte llamado a la conversión que Jesús nos hace, para que disfrutemos sin miedos ni temores de la acción de Dios en nuestro mundo. Dios está presente en medio de nosotros y continúa mostrándose misericordioso y bueno. Jesús realiza algunos gestos favorables a las personas que sufren, enfermos, incomprendidos, enajenados, pecadores; estos  signos muestran que Dios está presente cumpliendo con su parte de la Alianza, salvando, dando respuestas a las necesidades de su pueblo. Estos gestos y signos nos llaman a la conversión, al cambio, a que nosotros demos una respuesta de fe y de cumplimiento de nuestra parte en la alianza con Dios.

Si nuestra historia no va bien, si aún hoy existen tantas realidades dañinas que quitan vida, que matan la Creación de Dios y contradicen su voluntad de justicia y de fraternidad, no es porque Dios se haya olvidado de su pueblo, es porque el pueblo ha dado la espalda a sus mandamientos. Si no se vive en relación libre y consciente con Dios, si no se garantiza el mínimo de respuesta organizada a su exigencia amorosa, el caos se apodera de la sociedad y los antivalores reinan en las relaciones sociales, llegando a os extremos que se observan actualmente en el mundo. Cuando se valoran más los bienes que las personas, cuando somos insensibles a los sufrimientos de nuestro prójimo y cuando sólo estamos pendientes de de nuestro bienestar; significa que no nos interesa la oferta de Dios revelada ampliamente en Jesús.

La dinámica de la salvación y del juicio tenemos que irlo entendiendo y viviendo en nuestra propia historia. Nuestra manera de vivir va expresando nuestra salvación o condenación. Nuestra existencia es un juicio prolongado en el que tenemos todas las oportunidades de defendernos. La defensa es el cambio de actitud, la conversión, las muestras de reconocimiento del amor de Dios y la capacidad para aprender de Dios. Muchas personas, hombres y mujeres nos dan auténticos testimonio de vida y de respuesta a la voluntad de Dios… a estos signos tenemos que hacerles caso y mostrarnos sabios  cambiando de manera se ser para parecernos más a Dios respondiendo a sus exigencias, las cuales siempre nos benefician. La vida de Jesús nos revela la manera de relacionarnos con Dios. Siempre en contacto con él en la oración y en la acción, sin vivir metido todo el tiempo en las sinagogas o en el templo de Jerusalén. Viviendo cerca de los necesitados y dejando que su situación lo moviera a servirles con cariño.  ¿A qué te mueve hoy la palabra de Dios?

sábado, 14 de julio de 2012

NO TENGAN MIEDO

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 10, 24-33

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuanto más a los criados! No les tengan miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, díganlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde la azotea. No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, teman al que pueda destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo no cae al suelo sin que lo disponga su Padre. Pues ustedes, hasta los cabellos de la cabeza tienen contados. Por eso, no tengan miedo; no hay comparación entre ustedes y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo". Palabra del Señor.


Reflexión

En “El Evangelio de hoy” Jesús nos invita a no tener miedo. ¿Por qué insiste Jesús tanto en no tener miedo? Jesús sabe que el miedo es real entre los humanos. Sabe que el miedo paraliza y frena cualquier proyecto. Tres temores amenazaban la comunidad cristiana en los inicios del cristianismo: el temor a ser tildados de herejes o endemoniados, el temor a ser asesinados y el temor a renegar de la propia fe en Jesús. Estos temores también estuvieron de alguna presente en la vida de Jesús.

A cada temor Jesús propone una salida de fe. Al primero Jesús responde con su propia experiencia. A él lo descalificaron de muchas maneras, incluso diciendo que era un glotón o que estaba endemoniado. Pero ninguno de sus seguidores está por encima de él, de modo que, si a él lo descalificaron o incluso todavía hoy lo descalifican, sus seguidores no pueden esperar nada menos. El segundo temor era todavía más fuerte. Las persecuciones religiosas, políticas y sociales fueron inmediatas en razón del tremendo impacto del mensaje de Jesús. En un mundo caracterizado por la esclavitud, el autoritarismo y la divinización de los gobernantes era casi absurdo proclamar que todos los seres humanos son iguales ante Dios. Pero el cristiano debía aceptar la cruz que supone la liberación humana. Por último, el temor a la negación de la fe estaba a la orden del día. Bien fuera por renegar públicamente del nombre de Jesús, bien fuera por negarlo con los actos. Pero, aunque se dijesen muchas cosas en su nombre, había una que era imprescindible: amarlo en el prójimo. Dejémonos ayudar por la experiencia vivida por Jesús al enfrentar los miedos que nos asaltan hoy.

viernes, 13 de julio de 2012

PERSEVERAR EN LA FE

<“El Evangelio de Hoy”: Mateo 10, 16-23 Lectura del santo evangelio según san Mateo: En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Miren que los mando como ovejas entre lobos; por eso, sean sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no se fíen de la gente, porque los entregarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas y los harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando les arresten, no se preocupen de lo que van a decir o de cómo lo dirán; en su momento se les sugerirá lo que tienen que decir; no serán ustedes los que hablen, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Todos les odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando les persigan en una ciudad, huyan a otra. Créanme, no terminarán con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre". Reflexión El Evangelio de hoy nos plantea claramente cuál será la realidad que enfrenten sus seguidores. Claro que esta realidad de persecución y de contratiempos solo viene cuando realmente obedecemos a su palabra y damos continuidad a su misión. Ante las dificultades afrontadas por causa de la fe, Jesús nos da la pauta a seguir. Nos invita a tener valor, a ser mansos aunque los violentos nos estén esperando para agredirnos con acusaciones y provocaciones de todo tipo. No hay que ser ingenuos ni bobos, realmente existe el peligro, las dificultades y el ambiente contrario a las actitudes y acciones del Reino. Pero Jesús nos invita a mantener la serenidad de quien actúa dignamente siendo fieles al Evangelio. Estamos dotados de la sabiduría del Espíritu, él nos guiará a tomar las precauciones necesarias sin abandonar el Evangelio. Es recomendable, el Perfil bajo, no andar con aspavientos, ser silenciosos y vivir la prudencia evangélica y la sencillez. De todas maneras, nos maltratarán y azotarán, nos enjuiciarán y condenarán, eso es de lo que nos advierte Jesús en el Evangelio de Hoy y esa fue su vida. Por eso Jesús insiste tanto en la necesidad de estar unidos a él para poder resistir la tentación de abandonar el evangelio y acoger lo fácil. El Señor no nos abandona a nosotros, todo lo contrario, siempre está con nosotros: “No tengan miedo, sepan que estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20). Su espíritu nos acompaña. Experimentemos su presencia a nuestro lado, escuchemos sus consejos, dejémonos acompañar, aunque tengamos nuestra inteligencia y nuestros recursos, no nos preocupemos de manera enfermiza y estéril, perseveremos en la fe, en la oración y en la confianza de que el Señor está con nosotros. Lo nuestro como enviados en misión por Jesús, no es la violencia, si nos odian y persiguen, vayamos a otros lugares, nuestras única arma es el amor vivido en lo concreto y cotidiano y expresado en servicio fraterno y justicia compartida. El evangelio nos permite ser testigos cualificados de la causa de Jesús, para contamos con la ayuda del Espíritu, debidamente cultivada en la oración personal y comunitaria. Con mucha frecuencia debemos defender nuestra fe de la trivialización a la que es sometida por los medios masivos de información. Debemos contar para ello no con una doctrina defensiva o apologética, sino con las mismas enseñanzas de Jesús y nuestra propia experiencia personal de oración y solidaridad. Demos gracias a Dios que nos permite ser sus hijos en Jesús y pidámosle fuerza para serle fieles en nuestra vida cristiana.

jueves, 12 de julio de 2012

ENVIADOS POR JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 10, 7-15 Lectura del santo evangelio según san Mateo: En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "vayan y proclamen que el Reino de los cielos está cerca; curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis.No lleven en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entren en un pueblo o aldea, averigüen quién hay allí de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en una casa saluden; si la casa se lo merece, la paz que le desean vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a ustedes. Si alguno no les recibe o no les escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacúdanse el polvo de los pies. Les aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo. Palabra del señor. Continuamos leyendo en el Evangelio de Mateo, el texto del envío en misión que Jesús hace a sus discípulos y las condiciones en que los envía. La misión de los enviados o apóstoles se caracteriza, como la de Jesús, por la urgencia y la gratuidad. Pero la gratuidad no significa que de esa misión no se pueda razonablemente esperar algunos frutos. Si bien los beneficiarios de la misión no tienen que pagar por la acción de los misioneros, sí se espera que apoyen esta obra para que otras personas puedan recibir el mismo beneficio. Lo que se espera es la conversión y esta conversión produce hermanos y hermanas comprometidos los unos con y por los otros. La tarea de los discípulos de Jesús enviados en misión no es exclusiva de ellos, su labor es multiplicadora. El objetivo no es que ellos hagan todo, sino que motiven a otras personas a vincularse a esa misma tarea. La tarea se concentra en el anuncio de la inminente presencia de Dios y en la labor terapéutica que mejora la situación real de la gente. Ellos anuncian la esperanza y sanan las heridas causadas por la exclusión social y un sistema religioso muy rígido, en el que no hay espacio para la misericordia y el perdón. El anuncio del Reino de Dios es el anuncio de un estado favorable a la vida en el que se vive la justicia, el derecho y la fraternidad como valores fundamentales y espontáneos que alegran e impulsan hacia adelante con esperanza. Lo necesario para la misión que Jesús nos encomienda es la voluntad de participar en su proyecto humanizador de salvación. Contar con la sensibilidad necesaria para dejarse interpelar por la realidad de los hermanos y hermanas y estar dispuestos a compartir su suerte para juntos transformarla de acuerdo con el Evangelio. Somos invitados a compartir la misión de Jesús, de la manera que él la vivió. Este sentido de la urgencia y de la gratuidad que caracterizó la misión cristiana hace dos milenios no debería ser ajena de nuestras preocupaciones actuales. No somos enviados a juzgar a la gente sino a ofrecerles la alternativa cristiana de vida. A proponerle una existencia vivida en paz e igualdad. No olvidemos que hoy somos nosotros los enviados a continuar esta misión de Jesús. El mundo está más falto que nunca de mujeres y hombres que anuncien la presencia de Dios salvando a su pueblo.

miércoles, 11 de julio de 2012

JESUS LOS LLAMÓ Y LES DIO AUTORIDAD


 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 10, 1-7

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, el llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el Alfeo y Tadeo; Simón el fanático y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce les envió Jesús con estas instrucciones: "No vayan a tierra de paganos ni entren en las ciudades de Samaria, sino vayan a las ovejas descarriadas de Israel. Vayan y proclamen que el Reino de los cielos está cerca". Palabra del Señor.


Reflexión

Como decíamos ayer, nuestra misión como seguidores de Jesús es continuar la suya. Jesús es y anuncia Buena Noticia a los hombres y mujeres con los que se encuentra, Buena Noticia que despierta la esperanza y provoca cambios profundos de conversión sincera. Ahora sus seguidores asumen esa misma tarea, concentrándose especialmente en la lucha contra el mal que se apodera de los más débiles y en el alivio de las dolencias más comunes, sobre todo de las relacionadas con culpas paralizantes. Al dar prioridad a las ovejas perdidas de Israel, se quiere señalar a todos los abandonados por el sistema religioso; en particular los llamados pecadores y cobradores de impuestos.  Que por lo regular estaban fuera de toda participación social y religiosa.

Por los testimonios que encontramos en los evangelios, serán precisamente estas personas llamadas por Jesús y favorecidas por su acción liberadora, las que más adelante se convertirán en los multiplicadores de la misión de su misión. Todos y todas son personas como nosotros, con diferencias personales, historias particulares, fuerzas y debilidades, pero sobre todo, abiertas a la propuesta de Jesús, a su anuncio y llamado al cambio de corazón. Atreverse a asumir actitudes y compromisos nuevos significó para quienes se unieron a la misión de Jesús, un nuevo nacimiento e impulso vital que le condujo a trascender las fronteras espacio-temporales para dejarse conducir por el espíritu de Dios.

 Hoy nos toca a nosotros responder con sinceridad al llamado que Jesús nos hace a asumir su misión. Nos toca seguir sus pasos a su estilo, a su modo, yendo a las personas perdidas, abandonadas, desahuciadas por nuestras organizaciones. Fue esa la trayectoria de Jesús y esa nos llama a asumir como misión principal. Tenemos ahora el mismo desafío; el de fortalecer la presencia de todas las personas dispuestas a multiplicar la fuerza del evangelio, sin importar si carecen inicialmente de la formación adecuada. Lo que importa sobre todo la voluntad. A partir de la voluntad podemos comenzar un proceso, no siempre fácil ni corto, de formación y de escucha personal y comunitaria de lo que Dios quiere hoy para su pueblo para asumirlo con humildad y radicalidad y así dar testimonio del amor de Dios en el mundo.  ¿Estás disponible para Jesús?

martes, 10 de julio de 2012

JESUS ENSEÑA A VIVIR EL APOSTOLADO

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 9, 32-38

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó el demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: "Nunca se había visto en Israel cosa igual". En cambio, los fariseos decían: "Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios". Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, "como ovejas que no tienen pastor". Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies". Palabra del Señor.

Reflexión
Sin que dependa totalmente de nosotros, nuestro aporte es muy importante en la construcción del Reino de Dios. Nuestro testimonio y compromiso a favor del Reino, a favor de la humanización, a favor de la justicia, el derecho que hará posible la fraternidad, ayudará a otros a dar el paso y optar por el modo de vida cristiano y unirse a las comunidades para dejar ver los signos de la presencia de Dios salvando.
Una vez más recordamos que nuestra misión es la misión de Jesús. La misión de Jesús estuvo caracterizada en esta segunda etapa por cuatro acciones: recorrer, enseñar, proclamar y sanar. Todas y cada una de ellas lo diferenciaban de los maestros y de los movimientos religiosos y sociales de esa época. Pero tal vez lo más característico fue su preocupación y cuidado del pueblo pobre, comparado con un “rebaño sin pastor”. Cada cual se preocupaba de cumplir la ley, pero sin vincularla a la vida real y cotidiana de la gente. Jesús se preguntaría ¿A dónde va este pueblo? ¿Por qué su situación? ¿Quién le ayuda a mantener la memoria de la alianza con Dios? ¿Dónde está Dios y qué está haciendo a favor de su pueblo. Y el mismo Jesús es la respuesta, con su manera de ser y vivir.

Cuando Jesús vive un signo, una curación, un “milagro”, una aproximación a alguien necesitado, está anunciando que Dios está presente y actuando a favor de los necesitados. Dios no está ausente. La religión no es sólo ritos y culto formal, es también y sobre todo, respuesta a las necesidades. Esto es parte de la salvación, en espera de la definitiva. Es lo que nos enseña esta parte del Evangelio de mateo, llamada, “discurso llamado apostólico” con el que instruye a sus seguidores en la atención y cuidado de la gente y sus necesidades. Así, las personas perciben en Jesús y su grupo una esperanza. Hoy somos nosotros quienes tenemos el desafío de los apóstoles: dejarnos formar por las enseñanzas de Jesús y vivir nuestra fe como un seguimiento de él y su causa.

domingo, 8 de julio de 2012

RECHAZADO ENTRE LOS SUYOS

 "El Evangelio de Hoy": Marcos 6,1-6
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Palabra del Señor.
 
Reflexión Invitada: RECHAZADO ENTRE LOS SUYOS.
 
Jesús no es un sacerdote del Templo, ocupado en cuidar y promover la religión. Tampoco lo confunde nadie con un maestro de la Ley, dedicado a defender la Torá de Moisés. Los campesinos de Galilea ven en sus gestos curadores y en sus palabras de fuego la actuación de un profeta movido por el Espíritu de Dios.
Jesús sabe que le espera una vida difícil y conflictiva. Los dirigentes religiosos se le enfrentarán. Es el destino de todo profeta. No sospecha todavía que será rechazado precisamente entre los suyos, los que mejor lo conocen desde niño.

El rechazo de Jesús en su pueblo de Nazaret era muy comentado entre los primeros cristianos. Tres evangelistas recogen el episodio con todo detalle. Según Marcos, Jesús llega a Nazaret acompañado de un grupo de discípulos y con fama de profeta curador. Sus vecinos no saben qué pensar.

Al llegar el sábado, Jesús entra en la pequeña sinagoga del pueblo y “empieza a enseñar”. Sus vecinos y familiares apenas le escuchan. Entre ellos nacen toda clase de preguntas. Conocen a Jesús desde niño: es un vecino más. ¿Dónde ha aprendido ese mensaje sorprendente del reino de Dios? ¿De quién ha recibido esa fuerza para curar? Marcos dice que todo “les resultaba escandaloso”. ¿Por qué?

Aquellos campesinos creen que lo saben todo de Jesús. Se han hecho una idea de él desde niños. En lugar de acogerlo tal como se presenta ante ellos, quedan bloqueados por la imagen que tienen de él. Esa imagen les impide abrirse al misterio que se encierra en Jesús. Se resisten a descubrir en él la cercanía salvadora de Dios.

Pero hay algo más. Acogerlo como profeta significa estar dispuestos a escuchar el mensaje que les dirige en nombre de Dios. Y esto puede traerles problemas. Ellos tienen su sinagoga, sus libros sagrados y sus tradiciones. Viven con paz su religión. La presencia profética de Jesús puede romper la tranquilidad de la aldea.

Los cristianos tenemos imágenes bastante diferentes de Jesús. No todas coinciden con las que tenían los que lo conocieron de cerca y lo siguieron. Cada uno nos hacemos nuestra idea de él. Esta imagen condiciona nuestra forma de vivir la fe. Si nuestra imagen de Jesús es pobre, parcial o distorsionada, nuestra fe será pobre, parcial o distorsionada.

¿Por qué nos esforzamos tan poco en conocer a Jesús? ¿Por qué nos escandaliza recordar sus rasgos humanos? ¿Por qué nos resistimos a confesar que Dios se ha encarnado en un Profeta? ¿Tal vez intuimos que su vida profética nos obligaría a transformar profundamente su Iglesia?

sábado, 7 de julio de 2012

LA COMUNIDAD DE BETANIA Juan 11, 1-12,11



Menaje de la XVIII Asamblea General de la CLAR a la vida religiosa de América Latina y el Caribe

 
1. Ella nos ha convocado a 22 Conferencias de Religiosos y Religiosas de América Latina y el Caribe en Quito, Ecuador. Hemos llegado hasta Ella cargados de la memoria y de los clamores de nuestros pueblos y de nuestras comunidades religiosas. Una gama colorida de cintas esperanzadas caían de Ella como carismas de la única fuente. Ella prometió, como ha hecho fielmente a largo de más cincuenta años de vida de la CLAR, acompañarnos, iluminarnos y reenviarnos con espíritu renovado a hacer camino de liberación junto a los pobres y desheredados de la tierra. ¡Ella es la Palabra!

2. Desde una mirada creyente, y situados desde el lugar teológico de los pobres, nos acercamos a una nueva realidad geopolítica latinoamericana y caribeña, a un crecimiento económico que no pueden esconder la terrible exclusión social que viven las grandes mayorías, la depredación despiadada de la naturaleza, la trata humana, los gestos despóticos dictatoriales de muchos gobiernos, la migración forzada, la corrupción, la impunidad y el círculo vicioso del narcotráfico. Mas, junto a la realidad crucificada, la constatación de movimientos sociales y juveniles, mujeres que desde la total indignación levantan su voz en las distintas plazas y redes sociales reclamando por sus derechos fundamentales y por la instauración de otro mundo posible. Un mundo posible basado en la justicia y la equidad, en la participación democrática, en el respeto a la Creación como casa común de todos. Nos llenan de esperanza, movimientos que promueven la utopía para que en sociedad los decantemos. Escuchamos a Dios donde la vida clama.

3. Esta realidad nos hizo preguntarnos cuál ha de ser el lugar de la Iglesia y de la Vida Religiosa frente a estos y otros desafíos. La respuesta no vendría sola, sino desde una hermosa andadura eclesial universal, latinoamericana y caribeña que nos precede e ilumina. El Concilio Vaticano II, del que se celebran cincuenta años, emergió en nuestra memoria agradecida mediante uno de sus testigos presenciales, D. Demetrio Valentini, quien insistió en que el proceso conciliar aún continua abierto a la espera de nuestra disponibilidad. Juan XXIII despertó a la Iglesia y a la sociedad con una Buena Nueva que encontró terreno fértil en nuestro continente: “la Iglesia es y quiere ser la Iglesia de los pobres”. Medellín se convirtió en la más importante recepción creativa del Concilio. Planteó – y lo hizo realidad pastoral – que la identidad eclesial pasa por la solidaridad con los pobres e insignificantes, pues en ellos encontramos al Señor que nos señala el camino hacia el Padre. El pos-concilio es, pues, el tiempo de la visibilidad y de la mayoría de edad de los pueblos, de la Iglesia, de la Vida Religiosa y de la teología propia de este Continente y de su aporte a la Iglesia universal. La historia de la CLAR, apostando por la inserción, la opción por los pobres y la centralidad de la lectura popular y orante de la Palabra, se enraíza dentro de este movimiento del Espíritu, que no debemos nunca olvidar, sino celebrar y ensanchar.

4. Desde esta memoria, asistida por el Espíritu, desde la pasión por Jesús, desde la herencia de mujeres y hombres que derramaron su sangre por la causa del Reino, reconocemos a la historia como lugar donde Dios nos sigue hablando. Conducidos por el Espíritu del Señor que llena el universo, queremos discernir junto a nuestro pueblo en los acontecimientos, exigencias y deseos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios . Reconocemos que la evangelización que hemos de impulsar junto a laicas y laicos y a nuestros pastores “no puede ser atemporal ni ahistórica” . Queremos reproducir con valor la audacia, la creatividad y la santidad de nuestras Fundadoras y Fundadores como respuesta a los signos de los tiempos que surgen en el mundo de hoy. Pero no queremos limitarnos a leer los signos, sino contribuir a elaborar y llevar a cabo nuevos proyectos de evangelización para las situaciones actuales .

5. En este momento de la historia de nuestros pueblos, de la Iglesia y de la Vida Religiosa, aprendemos a interpretar y a posicionarnos en él desde la sapiencia indígena: “Al interior, y desde el interior de la vieja época, nace la nueva. Pero para que nazca un nuevo Pacha , tenemos que trabajar al interior del viejo: hacer cosas de ruptura para que se rompa esta época y nazca otra. Esto quiere decir que hay que jalarle al viejo Pacha para que se rompa y jalar al Pacha nuevo para que venga. Si hacemos al revés, haciendo cosas del viejo Pacha, se posterga y demora el advenimiento de uno nuevo”. Es lo que el universo bíblico sintetiza magistralmente: “a vino nuevo, odres nuevos” .

6. Hemos recibido estos días la confirmación de adelantar en el camino de una Iglesia de los pobres, que sea a su vez una Iglesia de comunión, para proseguir la iglesia nacida en Pentecostés. En cada eucaristía, en cada compartir, distintos pastores , aportaron visiones de la fe que nos permiten ampliar continuamente la mirada hacia lo esencial: somos una Iglesia sostenida en la diversidad de carismas y ministerios que danzan en torno al Misterio.

7. La presencia humilde, fraternal y transparente del Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica resultó particularmente un bálsamo de posibilidades abiertas largamente añorado. Hemos recibido con gran entusiasmo su oferta de no cejar en la búsqueda de puentes de diálogo y colaboración en el horizonte de la comunión eclesial. El Cardenal pidió especialmente que estuviésemos atentos a las características de la cultura actual: “Si no dialogamos constantemente con la sensibilidad de las mujeres y de los hombres de hoy, corremos el riesgo de tener un tesoro y no poder ofrecerlo. Siempre hay una Palabra de Dios dicha para cada tiempo. Dios no se calla. Esto no pueden olvidarlo las religiosas y religiosos jamás”. Nos instó, igualmente, a fundar nuestra teología y antropología desde la centralidad del misterio trinitario, no como un frío teorema que nada cambia en nuestras vidas, sino en clave agustiniana: “La Trinidad ves, si ves el amor. Porque el amor implica tres cosas: el amante, el amado y el amor” . Contemplar a la Trinidad dentro del ser humano; donde hallaremos que lo principal no es el poder, ni la inteligencia, sino el amor, camino de despojo hasta la muerte. El Cardenal nos lanza hacia una dirección propicia para una renovada teología de la Vida Religiosa en América Latina y el Caribe: más cercana al lenguaje inédito del mundo de hoy y desde la Trinidad como misterio esclarecedor de la identidad del ser humano y su quehacer en el mundo.

8. La experiencia de 96 participantes en nuestra XVIII Asamblea de la CLAR – junto al encuentro directo con la Vida Religiosa ecuatoriana – fue en sí misma una manifestación de comunión trinitaria, de mutua donación, de dinamismo amorosamente fecundo. Las diversidades de género, culturas, generaciones, carismas, congregaciones y realidades se entrelazaron atraídas por una misma llama que generó un movimiento de esperanza que no logran captar estas palabras. Aun así lanzamos algunas perspectivas de futuro que abrazamos como familia religiosa con el propósito de ir practicando la verdad, anclando la esperanza en la práctica.

9. Sentimos que es la hora de buscar alternativas a tantas alternativas ensayadas que no han sido generadoras de vida. Apostamos a alternativas que giran alrededor de la indignación y creatividad de las nuevas generaciones. Alternativas que atienden con compasión los nuevos rostros de la pobreza. Alternativas para vivir en armonía con la creación desde un aprendizaje humilde de la sabiduría de nuestras culturas ancestrales indígenas y afrocaribeñas que continuamente rompen nuestras nociones de tiempo y espacio. Alternativas que se empeñan en mantener y desarrollar el gran tesoro de la reflexión teológica desde una perspectiva interdisciplinaria como camino de acompañamiento espiritual hacia una fe cada vez más honda, más alegre, más libre y liberadora. Alternativas que revalidan la nueva profecía de la inter-congregacionalidad como signo del rostro renovado de la vida religiosa en la aurora de un cambio de época. Alternativas que apuntan desde una visión de iglesia como pueblo de Dios a una verdadera comunión eclesial, de respeto y colaboración mutua, entre religiosas, religiosos, obispos y laicos. Esta pequeña semilla de alternativas quiere llegar al lugar donde sabemos germinarán como signos impredecibles del Reino: a nuestras comunidades, a nuestras Conferencias Nacionales y Regionales y a todas las instancias dinamizadoras de la CLAR.

10. Finalmente, regresamos al origen, a la Palabra que nos ha convocado. Ella misma nos regaló un ícono para el itinerario espiritual de los próximos tres años de la vida de la CLAR: la comunidad de Betania (Juan 11, 1–12, 11). Betania es el hedor de la injusticia y de la opresión, de tantas esperanzas sepultadas; hedor que nos debe resultar intolerable e inaceptable. Betania es también el perfume que llega de las manos de tantas mujeres y hombres anticipando el verdadero final de la historia: la victoria de la justicia y el bien, el reino absoluto de la vida. Betania nos invita a ser casa abierta, perfume derramado, fiesta anticipada... Ícono de los paisajes inéditos, inexplorados que le aguardan a la Vida Religiosa del continente.

11. La Asamblea General de la CLAR se despide de Quito, pero se lleva en su corazón la alegría del testimonio de una vida religiosa que busca ser mística y profética y los desafíos de conversión que el Señor nos hace desde la Palabra y la realidad. La Conferencia Ecuatoriana de Religiosas y Religiosos ha sido nuestra casa de oración, de reflexión, de compromiso, de esparcimiento y fiesta. Ejemplo vivo de lo que todas las Conferencias queremos ser unas de otras. Es el momento de expresar también nuestra gratitud a quienes han aceptado formar parte de la nueva presidencia de la CLAR. Es un sí que no nace en el vacío: proviene del sí de Dios ante la creación, del sí de María que porta al Señor, del eterno sí de Dios que es Jesús, del sí humilde de los apóstoles, del sí de nuestros intrépidos Fundadoras y Fundadores. Es un sí que tiene la fuerza de inspirarnos a recorrer juntos los insospechados caminos del Espíritu.
En Quito, Ecuador, 22 de junio de 2012.

viernes, 6 de julio de 2012

VOCACIÓN DE MATEO


 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 9, 9-13

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

 En aquel tiempo vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: "¿Cómo es que su maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Anden, aprendan lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor.

Reflexión.

El Evangelio de Hoy nos presenta la vocación de Mateo. Mateo es un hombre que no inspira demasiada confianza, un hombre poco querido por el pueblo, por su condición de cobrador de impuestos. Estos hombres, trabajaban para los romanos, y para ellos mismos, porque en general hacían su fortuna a costa de los más necesitados. Es por eso que eran mal vistos por los judíos. Jesús actúa con fe al llamar a los que formarán parte de su comunidad. Se detiene ante la mesa de Mateo; lo mira con afecto y la voz de Jesús llega a los oídos y al corazón del publicano, invitándole a su seguimiento. Y el Evangelio nos dice que Mateo, instantáneamente lo siguió.  ¿Qué nos impide poder responder hoy, generosamente, al llamado que Jesús nos hace también a nosotros: Sígueme? En las comunidades cristianas hay espacios de sobra para servir a Jesús sirviendo a los hermanos y hermanas.  

A pesar de su antigua vida. Mateo siguió al Señor con sinceridad. Dios prefiere el sentimiento interior de un corazón sincero; no basta la exterioridad; no basta lo que aparenta; no basta la presentación; es indispensable la vida. No me bastará que cuantos me conocen vean en mí un discípulo del Maestro, si interiormente no lo soy: "En espíritu y en verdad". Fidelidad a la vocación recibida del Señor: completa, instantánea y para siempre. Y después, Mateo, ofrece al Señor una comida. E invita,... a sus amigos,... esos amigos, son sus colegas, publicanos como él. Y los fariseos, se escandalizan que Jesús coma con ellos. Y Jesús entonces les cita un proverbio: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. La misión es esencial a la vida cristiana. La misión de Jesús que promueve el Reino y su justicia amorosa.        

No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.  En esta frase se revela el corazón de Jesús. Todos somos pecadores. Y Jesús, dice que ha venido para nosotros. Al Señor, no lo espantamos, por nuestros pecados. Nos ama, y el ser pecadores, hace que se dedique con amor a nosotros, para tratar de sanarnos. Nuestra misión no es la de acusar, marginar a los pecadores, sino de acogerle invitándoles con nuestro cariño y ternura a un cambio positivo de vida, siguiendo a Jesús.       Jesús vino a salvar y a curar. El en su infinita misericordia, quiere acercarse a nosotros, comer con nosotros, y ayudarnos a desprendernos de nuestros males. Esa es también nuestra misión. Esta cena, prefigura la Eucaristía. El Señor se queda en la Eucaristía como alimento, para reunirnos también a nosotros,..... Pecadores, a su mesa. Confiemos en Jesús y su proyecto, sigamos sabiamente sus pasos.