EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 26 de julio de 2012

APROVECHAR LA PALABRA

 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 13, 10-17
Lectura del santo evangelio según san Mateo: En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: Por qué les hablas en parábolas?"  Él les contestó: A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:  "Oirán con los oídos sin entender; mirarán con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure." ¡Dichosos sus ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ven ustedes y no lo vieron, y oír lo que oyen y no lo oyeron."  Palabra del Señor.

Reflexión
¿Qué hemos visto y oído hasta hoy? ¿Para qué nos ha servido lo vivido? Tenemos mucho que preguntarnos a partir de estos versículos del evangelio de Mateo. Jesús nos habla claro, nosotros incluso, nos encontramos muy “bonitas” sus palabras en parábolas y todas sus enseñanzas. Pero de qué nos sirven sus palabras? ¿Cuantas actitudes cambiamos al escuchar lo que Jesús nos enseña?

Los santos Juaquín y Ana nos muestran con su obediencia a la voluntad de Dios que su sabiduría estaba basada en su experiencia de Dios. Ellos tenían fe y esperaban el cumplimiento de las promesas de Dios y por eso creyeron hasta verlas cumplidas a través de su propia hija. Como decíamos uno de estos días, lo importante es poder reaccionar de manera consciente, desde la fe y la esperanza. Que cuando nos llegan los problemas podamos contar con la presencia del Señor que nos acompaña y salva.

El evangelio de hoy nos plantea esa aparente contradicción. La sabiduría de Dios crece en la medida en que la cultivamos; si tenemos poca o ninguna, incluso ese poco se puede perder. Por esa razón se evocan las palabras del profeta Isaías que encuentra la causa de la ceguera y sordera de su pueblo en la obstinación de sus líderes, que insisten en llevarlos por camino de violencia e injusticia. Por la misma razón, el aprendizaje que realizan quienes siguen a Jesús consiste en una apertura progresiva a la sabiduría de Dios que se manifiesta en la vida del pueblo pobre y sencillo. Dios nos acompaña con amor y ternura, dejémonos amar y enseñar. 

1 comentario:

  1. El único consolador es Jesús, siempre el enemigo pone cizaña en nuestro camino (Mateo 13, 24:30), para hacernos regenerar de Dios.

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