Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había
hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: "¡Ay de ti,
Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los
milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de
sayal y ceniza. Les digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y
a Sidón que a ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al
abismo. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría
durado hasta hoy. Les digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma
que a ti". Palabra del Señor.
Reflexión
El Evangelio de Hoy es
un fuerte llamado a la conversión que Jesús nos hace, para que disfrutemos sin
miedos ni temores de la acción de Dios en nuestro mundo. Dios está presente en
medio de nosotros y continúa mostrándose misericordioso y bueno. Jesús realiza
algunos gestos favorables a las personas que sufren, enfermos, incomprendidos, enajenados,
pecadores; estos signos muestran que
Dios está presente cumpliendo con su parte de la Alianza, salvando, dando respuestas
a las necesidades de su pueblo. Estos gestos y signos nos llaman a la
conversión, al cambio, a que nosotros demos una respuesta de fe y de cumplimiento
de nuestra parte en la alianza con Dios.
Si nuestra historia no
va bien, si aún hoy existen tantas realidades dañinas que quitan vida, que
matan la Creación de Dios y contradicen su voluntad de justicia y de fraternidad,
no es porque Dios se haya olvidado de su pueblo, es porque el pueblo ha dado la
espalda a sus mandamientos. Si no se vive en relación libre y consciente con
Dios, si no se garantiza el mínimo de respuesta organizada a su exigencia
amorosa, el caos se apodera de la sociedad y los antivalores reinan en las relaciones
sociales, llegando a os extremos que se observan actualmente en el mundo.
Cuando se valoran más los bienes que las personas, cuando somos insensibles a
los sufrimientos de nuestro prójimo y cuando sólo estamos pendientes de de
nuestro bienestar; significa que no nos interesa la oferta de Dios revelada
ampliamente en Jesús.
La
dinámica de la salvación y del juicio tenemos que irlo entendiendo y viviendo
en nuestra propia historia. Nuestra manera de vivir va expresando nuestra
salvación o condenación. Nuestra existencia es un juicio prolongado en el que
tenemos todas las oportunidades de defendernos. La defensa es el cambio de
actitud, la conversión, las muestras de reconocimiento del amor de Dios y la
capacidad para aprender de Dios. Muchas personas, hombres y mujeres nos dan
auténticos testimonio de vida y de respuesta a la voluntad de Dios… a estos
signos tenemos que hacerles caso y mostrarnos sabios cambiando de manera se ser para parecernos más
a Dios respondiendo a sus exigencias, las cuales siempre nos benefician. La
vida de Jesús nos revela la manera de relacionarnos con Dios. Siempre en
contacto con él en la oración y en la acción, sin vivir metido todo el tiempo
en las sinagogas o en el templo de Jerusalén. Viviendo cerca de los necesitados
y dejando que su situación lo moviera a servirles con cariño. ¿A qué te mueve hoy la palabra de Dios?
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