EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

martes, 31 de enero de 2017

FE Y VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 5,21-43 

Lectura del santo evangelio según san Marcos: 

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva." Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. 
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacia doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el manto?" Los discípulos le contestaron: "Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"" Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud." 
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: "Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas; basta que tengas fe." No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: "¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida." Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: "Talitha qumi" (que significa: "Contigo hablo, niña, levántate"). La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Dos episodios nos son contados en el evangelio de hoy para hablarnos de la sinceridad de la caridad. En el episodio introductor, Jairo, jefe de la sinagoga, una persona con nombre, de una clase social que rechaza a Jesús, se le acerca a pedirle que le devuelva la vida a su hija fallecida. El texto nos dice que Jairo se pone en camino con Jesús. El episodio intercalado en la historia de Jairo y de su hija con Jesús, una mujer padece una enfermedad que le hace impura de acuerdo a las concepciones de la época. Había gastado todo lo suyo buscando su salud. Marginada por ser mujer, por enferma y por pobre, ce acerca a Jesús y no se atreve a hablarle, piensa para ella que quizá baste con tocarle el manto y sin que él lo sepa, robarle un milagro, y así fue.

Pero su acción no la dejará en el anonimato, la relación con Jesús ha de ser personal. ¿Quién me ha tocado los vestidos? Al estar apretujado por la gente, la pregunta puede sobrar pero Jesús sabe lo que hace, él le permite a la mujer marginada y desconocida salir de su anonimato y su marginación y presentarse delante de todos “atemorizada y temblorosa”. Al sentirse acogida en su persona con toda dignidad por Jesús, ella contará su verdad y Jesús valorando su fe y su iniciativa le dice: “tu fe te ha sanado; vete en paz”. Le da la salud corporal y social, tener fe es tener vida. Entretanto, Jairo, con Jesús y los que le acompañan llegan a su casa donde había muerto su hija y le levanta tomándola de la mano sin hacer espectáculos ni buscarse fama. Que la fe nos cure y alegre.

domingo, 29 de enero de 2017

LAS BIENAVENTURANZAS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 5, 1-12a

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Las ocho bienaventuranzas nos hablan de las actitudes fundamentales de los seguidores y las seguidoras de Jesús. Una persona que sigue a Jesús debe confiar plenamente en Dios, debe compartir el sufrimiento de los demás, debe tener un trato amable con los otros, ha de querer ardientemente que reine la justicia. Debe tener el corazón en los pobres de la historia, debe ser coherente e íntegro en su vida, debe procurar que se establezca la paz como consecuencia de la justicia, todo esto significará ser hostilizado por quienes se niegan a reconocer los derechos de los otros.


El Dios de Las bienaventuranzas no es «confesional», de una religión, no es «religiosamente tribal». No exige ningún ritual de ninguna religión. Sino el rito de la simple religión humana: la pobreza, la opción por los pobres, la transparencia de corazón, el hambre y sed de justicia, el luchar por la paz, la persecución como efecto de la lucha por la Causa del Reino... Esa «religión humana básica fundamental» es la que Jesús proclama como «código de santidad universal», para todas las personas del mundo. Demos gracias a Dios por regalarnos la oportunidad de conocer a personas concretas que nos iluminan en su nombre y nos contagian de alegría y de paz, viviendo el espíritu de las bienaventuranzas. 

sábado, 28 de enero de 2017

JESÚS NOS ACOMPAÑA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4, 35-41

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla." Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?" Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: "¡Silencio, cállate!" El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: "¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tienen fe?" Se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús calma la tempestad que amenaza causada por su ausencia en el corazón y en la mente de sus discípulos. Parece que Jesús quiere enseñarnos que la fe va mucho más allá de vivir actividades de cara a las comunidades que formamos, va más allá de las expresiones religiosas. La fe en Jesús tiene que combatir el miedo, la desconfianza y el desánimo, para hacer espacio al Dios bueno, misericordioso y protector que está siempre con nosotros. Su presencia no nos quita las responsabilidades y compromisos humanos; no suprime nuestra naturaleza frágil y limitada, pero nos garantiza su amor, su apoyo y su compromiso de salvarnos, aún cuando creamos que no hay salidas.


Aunque Jesús haya sido rechazado, procesado y “eliminado” clavándolo en la cruz, él no está muerto, Dios lo resucitó.  Jesús no está ausente, sigue aquí acompañando nuestras luchas y animando nuestras iniciativas y afanes evangelizadores. No perdamos de vista esta dimensión de la fe cristiana: Desde que Dios se encarnó en su Hijo Jesús, nunca más estaremos solos y a nuestra suerte, contamos con “el Dios con nosotros”. Asumamos nuestra vida y nuestra fe con libertad y decisión. Jesús nos ha enseñado que Dios no nos pide dejar nada ni huir de nuestro mundo; lo que Jesús nos enseña es a vivir desde el amor, desde la fraternidad y la justicia que hacen presente el Reino de Dios. Vivamos nuestra fe con alegría y confiemos en la presencia de Dios todos los días.

viernes, 27 de enero de 2017

DIOS SE ENCARGARÁ DE QUE DE FRUTOS

« El Evangelio de Hoy »: Mc 4, 26-34

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."
Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


En el Evangelio de Hoy somos invitados a sembrar la semilla del Reino, la semilla plantada seguirá su propio proceso y Dios se ocupará de hacerla producir. La fuerza del Evangelio no es nunca algo espectacular o clamoroso. Según Jesús, es como sembrar algo tan pequeño e insignificante como “un grano de mostaza” que germina secretamente en el corazón de las personas. El Evangelio solo se puede sembrar con fe. Es lo que Jesús quiere hacerles ver con sus pequeñas parábolas. El Proyecto de Dios de hacer un mundo más humano lleva dentro una fuerza salvadora y transformadora que ya no depende del sembrador. Nadie sabe exactamente lo que hay que hacer. Lo que necesitamos es buscar caminos nuevos con la humildad y la confianza de Jesús. Entonces aprenderemos a sembrar con humildad el Evangelio como inicio de una fe renovada, no transmitida por nuestros esfuerzos pastorales, sino engendrada por él. El Reino es de Dios, solo él sabe cómo hacerlo crecer y lo hace sin que nos demos cuenta. 

jueves, 26 de enero de 2017

DEJARNOS ILUMINAR E ILUMINAR CON ESA LUZ

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4,21-25

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: « ¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.» Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:

Los seguidores de Jesús tenemos que ser reales, para poder hacer honor al calificativo de cristianos. Ser reales, en este sentido, significa responder a los criterios que Jesús nos ha enseñado. Como él, iluminar la vida de quienes nos quedan cerca. Jesús es la luz pues al entrar en contacto con las personas éstas se iluminan y se renuevan. Por lo tanto todo creyente en Jesús puede irradiar su  luz. La luz de un seguidor de Jesús tiene que estar en continuo crecimiento, al estilo de los Apóstoles que vivieron un ascendente crecimiento y compromiso, aunque no sin resistencias y dificultades de todo tipo.

Ninguna realidad de la fe es mágica, automática o a la fuerza. Si escondemos la luz, ésta no iluminará, si nos dejamos degradar por las sombras de la vida y nos acomodamos ahí, aprovechando el frescor y el descanso y evitando la claridad y el riesgo a la transparencia, entonces permanecemos opacos e insignificantes. La fe es la luz, lo contrario es incredulidad. ¿Cuáles realidades de nuestra vida política, social, religiosa y cultural crees tú que debieran ser iluminadas con nuestra fe cristiana? ¿Qué estamos aportando los seguidores de Jesús hoy a nuestra sociedad?

miércoles, 25 de enero de 2017

SAN PABLO Y NOSOTROS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 16, 15-18

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."  Palabra del Señor.

Reflexión

La Iglesia celebra hoy una de las fiestas raras de su calendario. “La Conversión de San Pablo”. Rara porque es única. De ningún personaje bíblico se celebra el día de su conversión. Celebramos este acontecimiento extraordinario en la vida de San Pablo por el significado que tuvo, no solamente para él sino también para la naciente Iglesia. Pablo pasó de perseguidor de la Iglesia a perseguido por formar parte de ella, de acusador a acusado y defensor. La conversión de San Pablo es un ejemplo a seguir por los hombres y mujeres de todos los tiempos. Pablo experimenta que Dios está presente en él, que puede acceder a Dios no por medio de la ley, sino por medio de las personas. Pablo se da cuenta que ese mismo Dios en quien cree habita en él y en la comunidad. Se deja seducir por Jesús y su mensaje y consagra toda su vida a propagarlo con pasión y a fundar nuevas comunidades cristianas en el mundo conocido de entonces.

El evangelio de hoy es encarnado por pablo, quien, a partir de su conversión, se dispone a recorrer el mundo anunciando a Jesús y su evangelio. Acogiendo a los que aceptaban este evangelio y organizando la vida comunitaria de estas personas seguidoras de Jesús. Jesús le acompaña realizando los signos de su presencia en el mundo y haciendo visible el Reino de Dios. ¿Cuáles son los cambios que nos pide Jesús hoy? ¿Estamos viviendo la misión a la que nos convoca Jesús? No olvidemos que el evangelio es actual, no es historia pasada es palabra viva que busca movernos positivamente y hacernos partícipes en la construcción del Reino de Dios. 

martes, 24 de enero de 2017

FAMILIA DE JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 31-35

Lectura del santo evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, llegó la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La madre y los hermanos de Jesús, es decir, sus familiares cercanos, lo buscan. Jesús aprovecha la ocasión para precisar el nivel en que se halla su verdadera familia. El criterio que Jesús nos da para emparentarnos con él es la práctica de la voluntad de Dios. No es negar los vínculos familiares, sino una profundización de esos vínculos. No podemos separar la maternidad de maría de su fe. Fue su fe en el cumplimiento de la promesa de Dios lo que llevó a María a aceptar ser la madre de Jesús. Por eso le llamamos la primera creyente, pues no solamente da a luz al Hijo de Dios, es madre porque cree, porque cree, ella hace la voluntad de Dios.

Nosotros, creyendo e involucrándonos en nuestras comunidades, afianzamos nuestra pertenencia a la familia de Jesús. No reduzcamos la voluntad de dios a escuchar su palabra participando de la misa dominical. Vayamos más allá, convirtamos nuestra fe en acciones concretas que nos ayuden a hacer avanzar  la construcción del Reino de Dios. Alegrémonos y démosle gracias a Jesús por asociarnos a su familia.

lunes, 23 de enero de 2017

HACER EL BIEN

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3,22-30

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: "Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios." Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: "¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Créanme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre." Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo. Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús dirigiéndose a los escribas que lo acusan de hacer el bien con el poder del mal. Esta manera de acusar constituye una negación de la acción del Espíritu Santo, que actúa a favor de los pobres, los excluidos, los marginados, es el peor pecado que se pueda cometer. Jesús realiza signos de esperanza pero sus contrarios ven en estas acciones el poder del maligno.


Estas actitudes pueden ser acogidas también por nosotros cuando queremos descalificar el trabajo de los otros. Ahora recuerdo que este recurso es utilizado por personas e instituciones cuando quieren tirar por el suelo el compromiso de los otros a favor de los más empobrecidos, acusándolos de albergar ideologías peligrosas, subversivas o terroristas. Lo que la gente necesita es que se le tienda una mano, cuando está pasando por una necesidad. Esa es la fraternidad cristiana. Quien no cree en la acción de Dios a favor de su pueblo no podrá ser perdonado pues no cree en eso, está cerrado a Dios, se niega a recibir su amor.

domingo, 22 de enero de 2017

CREER ES SEGUIR A JESÚS

“El Evangelio de Hoy” Mt 4, 12-23.

Lectura del santo evangelio según san Mateo

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.» Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: -«Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: -«Vengan y síganme, y los haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

Quizás después de veinte siglos, los cristianos necesitamos recordar de nuevo que el elemento esencial y primero de la fe cristiana consiste en seguir a Jesucristo. Creer en Jesús es seguirle. Seguir a Jesús es, inspirarse en él para continuar hoy de manera responsable la obra apasionante de «redención del hombre» comenzada con él y por él. Asumir las grandes actitudes que dieron sentido a su vida y vivirlas hoy en nuestro propio contexto histórico de manera creadora. Ser cristiano es ir descubriendo poco a poco el significado salvador que se encierra en Jesús, irse identificando con las actitudes fundamentales que dieron sentido a su existencia, ir adquiriendo su «estilo de vida».
Se trata de creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él le dio, interesarse por lo que él se interesó, defender la causa que él defendió, mirar a los hombres y mujeres como él los miró, acercarse a los necesitados como él lo hizo, amar a las gentes como él las amó, confiar en el Padre como él confió, enfrentarse a la vida con la esperanza con que él se enfrentó. Así, la vida cristiana se vuelve una aventura constante de renovación, un irse haciendo personas nuevas. ¿A quién seguimos en nuestra vida, qué mensajes escuchamos, a qué líderes nos adherimos, qué causas defendemos y a qué intereses obedecemos?


viernes, 20 de enero de 2017

JESÚS ESCOGE A SUS APÓSTOLES

« El Evangelio de Hoy »  Mc 3,13-19

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Leemos el texto de la elección de los 12 Apóstoles por parte de Jesús. Jesús los elige mientras suben a la montaña. Ahí comenzó una gran historia de amor, de compromiso  y colaboración entre Jesús y sus discípulos. Estos vivirán con Jesús y aprenderán con él a responder  con el  corazón a escuchar la voz de Dios y  las necesidades de la gente. Jesús no elige eminencias de discípulos, elige personas sencillas para que vivan el evangelio con humildad y confianza. Los Apóstoles aprenden lentamente a dejarse guiar por el Espíritu de Jesús. Seguir a Jesús es nuestra vocación cristiana y nuestro camino para realizarnos humanamente. Seamos colaboradores de Jesús ayudándole a escoger a personas hoy para ponerlas al servicio del Reino de Dios sirviendo en la Iglesia. Niños, jóvenes y adultos somos llamados a consagrarnos a Dios como los 12 Apóstoles.

jueves, 19 de enero de 2017

INSTRUIR A SUS DISCÍPULOS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 7-12

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío.
Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El relato del Evangelio de Hoy es una síntesis de la actividad misionera de Jesús. San Marcos resume en algunas líneas los acontecimientos que hemos venido leyendo la última semana. Anuncia el desarrollo que seguirá en su misión y el ambiente reinante en medio de todos esos acontecimientos. A partir de los conflictos vividos con las autoridades políticas y religiosas Jesús se retira a la orilla del lago de Galilea. Pero si en los textos anteriores lo encontramos sólo caminando e invitando a seguirlo a sus primeros discípulos, ahora Jesús está rodeado de una muchedumbre venida de una variedad de naciones y pueblos, de cerca y de lejos. No vienen para escuchar el discurso liberador de la Buena Noticia de Jesús sino buscando sanación.

Son tantos y tantas los que le siguen que Jesús teme por su integridad y se aparta un poco en una lancha para hablarles desde el lago. Aunque lo parezca, no podemos decir que Jesús sienta que finalmente está logrando su objetivo de despertar la fe de estas personas. Este resumen nos está anunciando un cambio de estrategia de Jesús quien en lo adelante, sabiendo la trama de los fariseos y los herodianos para hacerlo morir, se dedicará a la formación de sus discípulos y discípulas y a la enseñanza de la muchedumbre sobre el sentido de su misión.

La acusación que pesa sobre Jesús es basada en su pretendido señorío sobre el sábado, su poder para perdonar pecados y su blasfemias, resaltadas por los malos espíritus que gritan tú eres el Hijo de Dios. Consciente de la composición de la muchedumbre y  del odio que le tienen los jefes religiosos se dedicará, en lo adelante, a estructurar el grupo de sus discípulos y a instruirlos en lo que deberá constituir su misión.

miércoles, 18 de enero de 2017

EL BIEN SIEMPRE ESTÁ PERMITIDO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 1-6

Lectura del santo evangelio según San Marcos.

En aquel tiempo entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio". Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo". Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Los seguidores de Jesús tenemos que buscar la manera de practicar nuestra fe en sintonía con Jesús y sus enseñanzas. Liberarnos de las formalidades y complimientos para poder adorar a Dios en espíritu y verdad. Toda la historia, todos los días, todas las realidades son espacios y tiempos propicios para la salvación. Dios no puede estar atado a las irracionalidades de una experiencia religiosa. Dios nos supera en todo, por eso podemos confiar plenamente en él y desarrollar movimientos, asociaciones, ministerios, organizaciones que promuevan la vida en las comunidades. Siempre que estemos defendiendo la vida y haciéndola más llevadera, estaremos dentro de la misión de Jesús y conducidos por su Espíritu. Eso es lo que está permitido. No dejemos empeorar a nuestros hermanos y hermanas, algo podemos hacer para que tengan una vida más digna y humana.

martes, 17 de enero de 2017

LA LEY ESTÁ AL SERVICIO DE LA VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2,23-28

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." Palabra del Señor.

Reflexión

Los fariseos son un grupo de practicantes, formales, radicales de su religión, están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. Por eso asegura Jesús que "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."

La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Somos llamados a estar atentos para que nuestras comunidades ni nosotros cada cual se vean afectados por las normas y la organización integral de nuestra religión. Todo debe ayudarnos dignamente a glorificar a Dios. Y recordamos a San Ireneo quien nos aseguró que “la gloria de Dios es nuestra vida”. El hilo conductor de la ley debe ser su servicio a favor de la vida y de la vida con calidad y la convivencia humana.

domingo, 15 de enero de 2017

NUESTRO BAUTISMO ES EN EL ESPÍRITU DE JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Jn 1,29-34

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."
Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de hoy es una invitación a dejarnos bautizar por el Espíritu de Jesús. Tenemos que diferenciar bien el bautismo de Jesús del bautismo de Juan. No hay que confundirlos. El bautismo de Jesús no consiste en sumergir a sus seguidores en las aguas de un río, no es un baño externo, es un «baño interior». Jesús sumerge a los suyos en el Espíritu Santo. dejarnos bautizar por Jesús significa acoger su Espíritu como fuente de vida nueva. Jesús posee la plenitud del Espíritu de Dios y, por eso, puede comunicar a los suyos esa plenitud. La gran novedad de Jesús consiste en que Jesús es «el Hijo de Dios» que puede «bautizar con Espíritu Santo».

El Espíritu de Jesús es «Espíritu de amor», capaz de liberamos de la cobardía y del egoísmo de vivir pensando sólo en nuestros intereses y nuestro bienestar. Dejamos bautizar por él es abrirnos al amor solidario, gratuito y compasivo. Dejamos bautizar por Jesús significa dejamos transformar lentamente por él. Aprender a vivir con sus criterios, sus actitudes, su corazón y su sensibilidad hacia todo lo que deshumaniza a los hijos e hijas de Dios. El Espíritu de Jesús es «Espíritu de renovación». Dejarnos bautizar por él es dejamos atraer por su novedad creadora. Él puede despertar lo mejor que hay en nosotros y ponerlo al servicio del Reino.

sábado, 14 de enero de 2017

MATEO SIGUE A JESÚS

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 2, 13-17

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él y les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían, un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra gente de mala fama, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con recaudadores y pecadores!"
Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores". Palabra del Señor.

REFLEXÓN

Con este relato de la vocación de Leví o Mateo reflexionamos sobre la misión de Jesús y su llamada para asociarnos a su tarea salvadora. Nos damos cuenta inmediatamente de que esta llamada se realiza en total sintonía con el hilo conductor del comportamiento de Jesús. No exige que los invitados para compartir su misión sean santos sino que estén dispuestos a seguirle. No le interroga sobre su pasado, no le pone exigencias colaterales. Nos invita a compartir su vida y su misión. A partir de nuestra respuesta la vida será otra sin perder la naturalidad ni  la condición humana. ¿Por qué se fijó Jesús en Mateo? ¿Por qué se fijaría en ti o en mí? Jesús lo que mira es nuestra necesidad de salvación. Quiere sanarnos y liberarnos de lo que no nos permite vivir como hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Tan simple como que no necesitan médicos los sanos… ¿Por qué nos complicamos tanto a la hora de vivir nuestra fe?

No olvidemos que somos Iglesia, somos hermanos y hermanas, pero somos diferentes y guardamos nuestros intereses inmediatos, eso nos limita mucho. Tendríamos que organizar una respuesta radical como la de Leví en el evangelio de hoy: “Se levantó y lo siguió”. Esto no es fácil. Conocemos cómo marcha nuestra sociedad, no podemos tapar el sol con un dedo, pero somos libres y podemos tomar las decisiones que consideramos convenientes, no solo para este momento, sino, para la eternidad, desde ya.  Oremos los unos por los otros. Buen fin de semana.

viernes, 13 de enero de 2017

FE CREATIVA Y COMPARTIDA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2, 1-12

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos.

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados". Unos letrados que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?"
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué piensan eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: "Tus pecados quedan perdonados", o decirle: "Levántate, coge la camilla y echa a andar?" Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..., entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa"". Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de Hoy nos presenta un cuadro realmente interesante: mirando a estos 4 que conducen al paralítico, nosotros podemos afirmar que la fe se vive en comunidad, que nostras deficiencias pueden ser suplidas por la fe de los otros, o simplemente, la fe los otro puede ayudar a que la nuestra sea más fuerte. Estos amigos no se dejan desanimar por la muchedumbre que impide su acceso a donde está Jesús, son capaces de trepar al techo y abrirlo con  tal de llegar hasta él. No es cuestión del paralítico, éste no habla, no pide nada. Jesús reacciona por la fe de quienes lo han llevado a él, es tocado por su fe, por su solidaridad con el enfermo y yo diría que Jesús actúa movido por la creatividad de estos hombres. Le restaura su dignidad ante Dios al perdonarle sus pecados, y le devuelve la salud física al decirle: “Contigo hablo, levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”. La fe de sus amigos dio vida al cuerpo y al espíritu del enfermo.

Esta acción de Jesús es, al mismo tiempo, una crítica a los escribas, de su tiempo y a quienes hoy no somos capaces de mover un dedo a favor de los otros necesitados. A los escribas poco o nada les importaba el enfermo y su situación de postración y sufrimiento. Estaban al acecho solo para condenar, mientras que Jesús es sensible a las necesidades del paralítico y a la audacia de sus compañeros. Y nosotros, ¿Qué hacemos por cambiar la suerte de los que sufren a nuestro lado?  ¿Cuál es nuestra creatividad para intentar producir el bien y el gozo en nuestros hermanos y hermana? No olvidemos que Dios ha puesto en nuestras vidas la sabiduría y la inteligencia para el servicio a la vida. Somos invitados a generar lo bueno, a construir la alegría con nuestra vida y acciones. Amén. 

jueves, 12 de enero de 2017

SANADO Y RESTABLECIDO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 40-45

Lectura del santo evangelio según San Marcos:

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La Misión de Jesús continúa a buen ritmo. La aproximación de Jesús es sincera y respetuosa permitiendo al antiguo leproso volver a la comunión con su familia, la sociedad y su comunidad de fe. Se trata de una restauración integral pues estos enfermos eran excluidos de toda interacción humana y declarados impuros con riesgos contaminantes. Jesús hace suyo el sufrimiento de este infeliz, lo toca arriesgando su propia salud y violando la ley, y lo sana devolviéndole la posibilidad de integrarse a la sociedad que lo había  expulsado. Para eso lo envía a presentarse al sacerdote para buscar su certificado de salud.

Hacer el bien le trajo problemas a Jesús y ya no podía entrar abiertamente a los pueblos. Acercarse a los otros puede traernos serios problemas, son los riesgos del amor. Pero todos se enteraron de que Dios estaba presente y actuando a favor de los marginados. Esta acción de Jesús tiene consecuencias claras para sus seguidores de todos los tiempos: sentir como nuestros el dolor ajeno. Así nos hacemos prójimo de los demás. Abramos nuestro corazón a los demás, demos la mano a quienes descubrimos en necesidad sin fijarnos de dónde viene ni a dónde va. Sólo así seremos testigos de Jesús. Lo contrario seguirá siendo un escándalo de quienes nos llamamos cristianos negándonos a seguir a Jesucristo. Contamos con Jesús, él está siempre con nosotros y nos sana y salva. Gracias Señor, enséñanos a vivir tu amor.

miércoles, 11 de enero de 2017

JESÚS APORTA VIDA SANA

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 29-39

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca". El les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido". Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN                                                                    

El interés de Jesús al mejorar la calidad de vida de la gente es mostrar la ternura y el amor de Dios por su pueblo. Su bondad es capaz de superar cualquier contratiempo. Jesús no anda moralizando ni discurseando mucho. Lo suyo es aliviar a la gente de lo que le impide la alegría y el gozo. Si en realidad la gente comprendiera y aceptara este amor de Dios que encarna Jesús, fuera capaz de avanzar espiritualmente y confiara en Dios.  Dios siempre ha sido solidario con la humanidad, en especial con quienes padecen el dolor y el sufrimiento. Él ha venido a anunciar la Buena Noticias a todo el pueblo. Esta es una de las constantes del Antiguo Testamento y es una de las características propias de la acción mesiánica de Jesús de Nazaret.
La reacción desde la fe debe ser la conversión y el seguimiento de Jesús como tarea evangelizadora que construye el Reino de Dios. Así lo hace la suegra de Pedro, una vez recuperada, su dedicó a servir. Demos gracias a Dios por su sensibilidad y cercanía a los seres humanos y pidámosle que nos sostenga en la vida de cada día.

martes, 10 de enero de 2017

LA AUTORIDAD DEL AMOR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1,21-28

 Lectura del santo Evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor.

Reflexión

Este evangelio nos presenta a Jesús desarrollando su misión lejos de los centros del poder de aquella época, en medio de un pueblo tenido como sospechoso, situado en la periferia, Galilea era considerado un pueblo fronterizo con el paganismo,  Jesús habla en medio de pescadores, marginados de la práctica religiosa.  Su primera acción es enfrentarse con un endemoniado, considerado impuro por el fundamentalismo religioso judío, que lo convertía al mismo tiempo en una persona marginada, excluida y rechazada por la sociedad. Jesús está en medio de esta gente para anunciarle el amor con que Dios les ama y les llama.

Para los Escribas, la autoridad se centra en la ley. Por eso Jesús enseña de manera nueva, enseña con autoridad, con amor, de cara a las personas y en su favor. Esta es su autoridad, su quehacer a favor de los más necesitados. La autoridad que exhibe Jesús reside en la fuerza de su Palabra, respaldada por una vida coherente y trasparente. Por eso los “demonios”, los poderosos, los dominadores le temen y le rechazan desde el comienzo. Su autoridad desvela la mentalidad descompuesta, manipuladora, de los dirigentes religiosos del pueblo. Pidámosle a Jesús que nos permita la gracia de su Espíritu para poder vivir coherentemente nuestra fe, siendo realmente autoridad del bien, de la verdad, de la colaboración mutua. 

lunes, 9 de enero de 2017

CONVERTIRSE ES SEGUIR A JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1,14-20

Lectura del santo Evangelio según san Marcos:

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio." Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él. Palabra del Señor.

Reflexión

Estamos iniciando el Tiempo Ordinario, dentro del Año Litúrgico "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio." ¿Qué significa convertirse y creer en el Evangelio? Convertirse significa comenzar a vivir de acuerdo con la propuesta de Jesús. Lo primero es la fraternidad. Jesús nos ha revelado nuestro ser hijos e hijas de Dios. Convertirse será es ver, tratar y defender a los demás como a nuestros hermanos y hermanas. El Evangelio es eso lo que nos revela de la persona de Jesús, que él siempre estaba al lado de sus hermanos y hermanas para procurarle una vida más digna, sana, justa y fraterna. Convertirse será siempre cambiar para adaptar nuestra vida al Evangelio.

La conversión está estrechamente ligada a la vocación. Quien se convierte asume como proyecto de vida el seguimiento de Jesús. Podríamos afirmar con seguridad que seguir a Jesús es lo mismo que convertirse a él. El importante es Jesús y lo conocemos y acercamos a él a través de la lectura atenta de los evangelios, los cuales nos revelan la voluntad de Dios, ayudándonos a concretizar nuestra práctica cristiana.

Este pasaje del evangelio Marcos, en pocas líneas recoge el arresto de Juan Bautista, la predicación de Jesús, su invitación a la conversión y el llamado a los primeros discípulos. Mucho material junto. Queda claro que la intencionalidad del evangelista es establecer una unidad indisoluble entre conversión, vocación y Reino de Dios. La vocación es una respuesta de fe al llamado de Dios a colaborar en la construcción de su Reino. No tengamos miedo a involucrarnos en esta tarea de Jesús, aunque tengamos que vivir en contracorriente, Él no nos deja solos, guiará nuestros pasos.