“El Evangelio de Hoy”: Mc 3,
1-6
Lectura del santo evangelio según
San Marcos.
En aquel tiempo
entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre con parálisis en un
brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le
dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio". Y a
ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo
malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron
callados. Echando en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación, le
dijo al hombre: "Extiende el brazo". Lo extendió y quedó
restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a
planear con los herodianos el modo de acabar con él. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
Los seguidores de Jesús tenemos que buscar la
manera de practicar nuestra fe en sintonía con Jesús y sus enseñanzas.
Liberarnos de las formalidades y complimientos para poder adorar a Dios en
espíritu y verdad. Toda la historia, todos los días, todas las realidades son
espacios y tiempos propicios para la salvación. Dios no puede estar atado a las
irracionalidades de una experiencia religiosa. Dios nos supera en todo, por eso
podemos confiar plenamente en él y desarrollar movimientos, asociaciones,
ministerios, organizaciones que promuevan la vida en las comunidades. Siempre
que estemos defendiendo la vida y haciéndola más llevadera, estaremos dentro de
la misión de Jesús y conducidos por su Espíritu. Eso es lo que está permitido.
No dejemos empeorar a nuestros hermanos y hermanas, algo podemos hacer para que
tengan una vida más digna y humana.
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