EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 31 de mayo de 2013

LA DICHA DE CREER

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 1,39-56
Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre."  María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor.

Reflexión
 
Celebramos hoy en la Iglesia, la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. ¿Cuál es la importancia de este hecho para nosotros los creyentes? Una vez que María descubre su vocación de madre del Mesías, María decide visitar a su prima Isabel a quien, según ha sabido, también ha sido favorecida por Dios con una gracia especial de ser madre a destiempo pues es ya de avanzada edad. El objetivo de María parece ser el de ayudar a su prima que está embarazada de seis meses y de compartir todos los sentimientos que lleva por dentro al descubrirse la elegida de Dios para ser la madre de su Hijo. Isabel bendice a María por confiar en la promesa de Dios y María expresa toda su dicha y su alegría al sentirse favorecida por Dios y proclama la grandeza del Dios que acompaña a su pueblo entrando en su historia e interviniendo a favor de los más humildes y necesitados que esperan en su misericordia. Aunque sufra humillaciones, debido a la pobreza, la discriminación y la marginación, el Pueblo de Dios puede contar con su promesa de salvación. El Señor enaltece a los humildes. María confiesa su fe en el Dios salvador de su pueblo y comparte su alegría de ser invitada a colaborar en esta historia. Nosotros también somos llamados a aportar nuestra vida a favor de la salvación siguiendo a Jesús y viviendo como él al servicio de nuestros hermanos y hermanas.

jueves, 30 de mayo de 2013

¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,46-52
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí." Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: "Hijo de David, ten compasión de mí." Jesús se detuvo y dijo: "Llamadlo." Llamaron al ciego, diciéndole: "Ánimo, levántate, que te llama." Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?" El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver." Jesús le dijo: "Anda, tu fe te ha curado." Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino. Palabra del Señor.


Reflexión

Las formalidades de nuestras tradiciones religiosas y el protocolo social no nos permiten gritar libremente nuestras necesidades ni pedir ayuda públicamente. Sin embargo, Bartimeo lo hace con una espontaneidad remarcable. Bartimeo está sentado a la orilla del camino, es “un don nadie”. Por su condición de mendigo y ciego, y por tanto excluido y marginado según la ley, no puede acompañar al séquito que sigue a Jesús. Pero por lo menos ha oído hablar de Jesús y a su paso por Jericó, ya cerca de Jerusalén, grita: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!” Muchos intentan acallarlo (que no moleste) pero él grita aún más fuerte. Con la atención que le caracteriza, Jesús toma su tiempo para detenerse, llamar a Bartimeo y preguntarle personalmente: “¿Qué quieres que haga por ti?” Y él contesta: “Maestro que pueda ver”. La petición de Bartimeo está cargada de fe. Su sanación es fruto de su fe en Jesús. A pesar de que Jesús le dice que se vaya, él se convierte en discípulo modelo para Pedro y para todos los que queremos seguir a Jesús. Como Bartimeo que se despojó de su manto, lo único que tenía, para correr hacia Jesús, gritemos nuestra fe. Desde nuestra realidad personal y social, pidamos lo que queremos que Jesús haga por nosotros hoy. Escuchar el grito de nuestros hermanos y hermanas y responder a sus necesidades, forma parte también de nuestra misión. ¿Qué quieres tú que Jesús hagas por ti?

miércoles, 29 de mayo de 2013

LA CLAVE ES EL SERVICIO

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,32-45
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les adelantaba; los discípulos se extrañaban, y los que seguían iban asustados. Él tomó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará."
Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: "Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir." Les preguntó: "¿Qué quieren que haga por ustedes?" Contestaron: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda." Jesús replicó: "No saben lo que piden, ¿son capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizarse con el bautismo con que yo me voy a bautizar?" Contestaron: "Lo somos." Jesús les dijo: "El cáliz que yo voy a beber lo beberán, y se bautizarán con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está reservado."
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Saben que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Ustedes, nada de eso: el que quiera ser grande, sea su servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar la vida en rescate por todos." Palabra del Señor.

 
Reflexión


Por tercera vez Jesús anuncia su pasión, muerte y resurrección como parte de su misión salvífica. Este anuncio se enmarca dentro de su formación a quienes continuarán su misión en el mundo. Su muerte es consecuencia del compromiso asumido junto a los excluidos de su tiempo. Los discípulos aún no entienden este anuncio, por esto continúan con sus ambiciones personales totalmente opuestas a lo esencial del mensaje de Jesús. El cáliz de sufrimiento y el bautismo del martirio que vivirá Jesús, también tendrán ocasión de vivirlo sus discípulos, pero no buscando poder dominador, sino sirviendo obedientemente la voluntad de Dios que es la vida de su pueblo.   La clave del servicio es la mejor manera de ganarnos un puesto junto a Jesús.

martes, 28 de mayo de 2013

SERVICIO Y GRATUIDAD

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,28-31
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Les aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más, casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros." Palabra del Señor.


Reflexión


Continuamos leyendo el capítulo 10 del evangelio de Marcos. Ayer, Jesús les había dicho a los discípulos que “le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios”. Pedro y los discípulos, a pesar de haber abandonado todo, continúan con la mentalidad del poder y del tener, piensan en una recompensa. Todavía no entienden el sentido del servicio y la gratuidad. La respuesta de Jesús deja entrever que no deben esperar seguridad, ni ganancias. No olvidemos que con el libro de Job, en el Antiguo Testamento, quedó aclarada la Teoría de la retribución: Dios no le paga con bienes a los buenos y con males a los malos, Dios es un Padre de amor que ama, perdona y acompaña. Una persona que vive para el servicio no está preocupada en defender sus posesiones y sus propios intereses. Una persona pobre no tiene esa preocupación. Pero hay pobres con cabeza de ricos. Esto nos hace esclavos del consumismo; por tanto, ricos y pobres somos llamados para el servicio y la gratuidad. Nuestra paga ha de ser la alegría de seguir a Jesús y construir con él un mundo nuevo basado en relaciones de hermanos y hermanas.

lunes, 27 de mayo de 2013

DIOS LO PUEDE TODO


Lunes 27 de mayo del 2013. “El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,17-27

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre." Él replicó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño." Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dales el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, luego sígueme." A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!" Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: "Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios." Ellos se espantaron y comentaban: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo." Palabra del Señor.


Reflexión


El Evangelio de Hoy nos presenta a este hombre que llega corriendo hasta Jesús, preocupado por la vida eterna. Materialmente tenía su problema resuelto, le falta asegurar la eternidad. Es un hombre cumplidor de su religión y su ley pero parece no contento ni seguro con eso, por eso está en búsqueda. Jesús lo recibe con alegría y lo sitúa frente a su prójimo y le invita a seguirle en su proyecto humanizador. Pero para esto tendría primero que deshacerse de sus riquezas dándosela a los pobres y no está dispuesto a esto, se siente cómodo con sus bienes y no está dispuesto a pasar trabajo. Así que renuncia a seguir a Jesús y se marcha triste.
 
¿Cuál es nuestra situación económica? ¿Qué tenemos, qué nos falta?¿Qué nos impide seguir a Jesús? Hace rato que se habla de crisis. ¿Qué hacemos nosotros los creyentes como combate contra las crisis? La crisis económica nos está invitando a los seguidores de Jesús a dar pasos hacia una vida más sobria, para compartir con los necesitados lo que somos y lo que tenemos. Revisemos nuestra relación con el dinero: ¿Qué hacer con nuestro dinero? ¿Para qué ahorrar? ¿En qué invertir? ¿Con quiénes compartir lo que no necesitamos? Luego revisemos nuestro consumo para hacerlo más responsable y menos compulsivo y superfluo: ¿Qué compramos? ¿Dónde compramos? ¿Para qué compramos? ¿A quiénes podemos ayudar a comprar lo que necesitan?
 
Es casi seguro que no podremos realizar gestos heroicos, pero si damos pequeños pasos en esta dirección, conoceremos la alegría de seguir a Jesús contribuyendo a hacer la crisis de algunos un poco más humana y llevadera. Si no es así, nos sentiremos buenos cristianos, estaremos “cumpliendo” los mandamientos de Dios y la Iglesia, pero a nuestra vida y a nuestra religión le faltará alegría, confianza y paz. La vida eterna es un don de Dios. Solo se asegura amando de manera concreta a quienes nos rodean y trabajando por un mundo más humano y fraterno.

domingo, 26 de mayo de 2013

MISTERIO DE BONDAD

“El Evangelio de Hoy”: Juan 16, 12-15

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará." Palabra del Señor.
 

Reflexión Invitada: MISTERIO DE BONDAD     
JOSÉ ANTONIO PAGOLA.
 
A lo largo de los siglos, los teólogos se han esforzado por investigar el misterio de Dios ahondando conceptualmente en su naturaleza y exponiendo sus conclusiones con diferentes lenguajes. Pero, con frecuencia, nuestras palabras esconden su misterio más que revelarlo. Jesús no habla mucho de Dios. Nos ofrece sencillamente su experiencia.
 
A Dios Jesús lo llama “Padre” y lo experimenta como un misterio de bondad. Lo vive como una
Presencia buena que bendice la vida y atrae a sus hijos e hijas a luchar contra lo que hace daño al ser humano. Para él, ese misterio último de la realidad que los creyentes llamamos “Dios” es una Presencia cercana y amistosa que está abriéndose camino en el mundo para construir, con nosotros y junto a nosotros, una vida más humana.
 
Jesús no separa nunca a ese Padre de su proyecto de transformar el mundo. No puede pensar en él como alguien encerrado en su misterio insondable, de espaldas al sufrimiento de sus hijos e hijas. Por eso, pide a sus seguidores abrirse al misterio de ese Dios, creer en la Buena Noticia de su proyecto, unirnos a él para trabajar por un mundo más justo y dichoso para todos, y buscar siempre que su justicia, su verdad y su paz reinen cada vez más en entre nosotros.
 
Por otra parte, Jesús se experimenta a sí mismo como “Hijo” de ese Dios, nacido para impulsar en la tierra el proyecto humanizador del Padre y para llevarlo a su plenitud definitiva por encima incluso de la muerte. Por eso, busca en todo momento lo que quiere el Padre. Su fidelidad a él lo conduce a buscar siempre el bien de sus hijos e hijas. Su pasión por Dios se traduce en compasión por todos los que sufren.
 
Por eso, la existencia entera de Jesús, el Hijo de Dios, consiste en curar la vida y aliviar el sufrimiento, defender a las víctimas y reclamar para ellas justicia, sembrar gestos de bondad, y ofrecer a todos la misericordia y el perdón gratuito de Dios: la salvación que viene del Padre.
 
Por último, Jesús actúa siempre impulsado por el “Espíritu” de Dios. Es el amor del Padre el que lo envía a anunciar a los pobres la Buena Noticia de su proyecto salvador. Es el aliento de Dios el que lo mueve a curar la vida. Es su fuerza salvadora la que se manifiesta en toda su trayectoria profética.
 
Este Espíritu no se apagará en el mundo cuando Jesús se ausente. Él mismo lo promete así a sus discípulos. La fuerza del Espíritu los hará testigos de Jesús, Hijo de Dios, y colaboradores del proyecto salvador del Padre. Así vivimos los cristianos prácticamente el misterio de la Trinidad.

sábado, 25 de mayo de 2013

DEJEN QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ

Nuestra Señora del Sagrado Corazón

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,13-16
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como ellos es el reino de Dios. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.


Reflexión


Seguro que los discípulos intentaban alejar de Jesús a todas aquellas personas que en su sociedad no tenían  importancia. Jesús les pregunta, ¿Porqué se lo impiden? Los niños eran amados profundamente pero no contaban para nada. Estaba también la cuestión de la pureza, tanto de los niños como de sus madres, quien los tocaba quedaba contaminado. Y Jesús va a decir: “Quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Los niños viven del amor gratuito dado por sus padres y a su vez estos ven a sus hijos como un don de Dios, por eso los cuidan con esmero y cariño. Así es el Reino de Dios. Un Reino que se hace visible a través de la sencillez, la ternura, la humildad, la alegría, la creatividad y hasta la desobediencia, en algunos casos, del niño que cada uno lleva dentro y vive nuestra vida. Pidamos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, cuya fiesta celebramos hoy, último sábado de mayo, que interceda por nosotros ante su hijo Jesús para que nos libre de pretensiones y nos ponga al servicio de su Reino.

viernes, 24 de mayo de 2013

"LOS CREÓ HOMBRE Y MUJER"


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,1-12
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué les ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por su terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos presenta un tema trascendente que no ha sido tomado muy en serio, hasta el momento y que causa, todavía, mucho sufrimiento y dolor en los matrimonios y sus descendientes. “¿Le es lícito al varón divorciarse de su mujer?”. Según la ley de Moisés, el marido podía romper el contrato matrimonial y expulsar de casa a su esposa. La mujer, por el contrario, sometida en todo al varón, no podía hacer lo mismo. Hoy sabemos que tanto el hombre como la mujer pueden legalmente encaminar una demanda de divorcio.
 
Jesús no entra en las discusiones de los fariseos. Invita a descubrir el proyecto original de Dios, que está por encima de leyes y normas. A veces nos quedamos en discusiones estériles basadas en prácticas que ya son deshumanizantes y tradiciones que desfavorecen a sectores concretos de la humanidad. Al principio no fue igual, Dios “los ha creado varón y mujer”. Los dos han sido creados en igualdad. Dios no ha creado al varón con poder sobre la mujer. No ha creado a la mujer sometida al varón. Entre varones y mujeres no ha de haber dominación por parte de nadie.
 
La mujer no ha de aceptar vivir sometida al varón. Es Dios mismo quien los atrae a vivir unidos por un amor libre y gratuito. Jesús concluye de manera rotunda: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el varón”. Hoy tenemos que continuar la lucha contra la desigualdad que inició Jesús hace dos mil años. El control,  el  sometimiento y la imposición del hombre sobre la mujer es deshumanizante e indigno. No solo en el matrimonio sino en cualquier institución civil o religiosa. No es posible abrir caminos al reino de Dios y su justicia sin luchar activamente contra el dominio de unos sobre otros.

jueves, 23 de mayo de 2013

DENLES USTEDES DE COMER


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 9, 11b-17
Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.»
Él les contestó: «Dadles vosotros de comer.»
Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.»
Porque eran unos cinco mil hombres.
Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.»
Lo hicieron así, y todos se echaron.
Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos. Palabra del Señor.


Reflexión


El Evangelio de Hoy nos vuelve a presentar el texto de la multiplicación de los panes. La Iglesia ha colocado para hoy la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote que se celebra cada año el jueves siguiente al domingo de Pentecostés. ¿Qué significa que Jesús sea Sumo y Eterno Sacerdote? Significa que Jesús es servidor, entregado, consagrado al servicio del mundo. Jesús no solo ofrece oraciones y sacrificios externos por el Pueblo de Dios sino que se ofrece él mismo por la salvación de todos y de todas. Los sacerdotes de antes y los de hoy no ofrecemos más que ritos y liturgias formales en nombre del Pueblo de Dios. Nos falta esa entrega generosa que nos ha mostrado Jesús. Todos participamos del Sacerdocio de Cristo, pero también de su llamado a servir a los más necesitados. El episodio de la multiplicación de los panes es un símbolo de su gracia, de su preocupación efectiva frente a las necesidades de quienes le rodean. Ante el problema de falta de alimento, los discípulos quieren buscar la solución por fuera, pero Jesús soluciona el problema desde dentro: “denles ustedes de comer”. Podremos tener muchas excusas como los discípulos de Jesús pero él nos seguirá enviando a darles nosotros de comer. Las comunidades cristianas somos llamadas a buscar soluciones a los problemas que aquejan nuestra sociedad. Como Jesús, oremos y trabajemos a favor de la fraternidad, del compartir lo mucho y lo poco, de la justicia y de la paz que tanta falta nos hace hoy.

miércoles, 22 de mayo de 2013

EN EL NOMBRE DE JESÚS


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 9,38-40

Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidan, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro." Palabra del Señor.
 
Reflexión
 
En el nombre de Jesús puede actuar cualquier persona del mundo y estará muy bien. Lo importante es reconocer que solo se puede actuar en el nombre de Jesús cuando se procura el bien. Nadie tiene control sobre Jesús. Por eso decíamos en otra ocasión que Jesús no pertenece a ninguna religión o tradición religiosa en exclusiva, él vino para salvar el mundo entero y toda la Creación de Dios. De manera que las pretensiones de poseer a Jesús están lejos de la realidad que él mismo mostró. Hoy somos invitados a mostrar una actitud de apertura y de universalismo. Jesús dejó claro que Dios no pretende ser de un pueblo sino que se interesa por todos y por todas. Nuestra preocupación no debe ser la de poseer a Jesús sino la de responder a sus enseñanzas y sobre todo, al mandamiento último y sintetizador de amarnos los unos a los otros como él nos ha amado. Lo importante será nuestra decisión de servicio a quienes nos necesitan. Hagámoslo todo en el nombre de Jesús y él estará ahí para hacer fructificar nuestros esfuerzos.

martes, 21 de mayo de 2013

"QUIEN QUIERA SER EL PREMERO QUE SEA EL ÚLTIMO"


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 9,30-37

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado." Palabra del Señor.

 
Reflexión


Hay una gran diferencia entre lo que Jesús trata de enseñarles a sus discípulos y lo que a ellos les preocupa. Ellos buscan importancia social mientras que Jesús habla de entrega, de muerte y resurrección. Para los discípulos, el mesianismo es signo de poder y de dominación pero para Jesús es signo de perdón de muestra de la presencia de un Dios que salva y da vida a todos y a todas.  Jesús sólo piensa en servir, pero ellos sólo piensan en mandar. Jesús procura bajar, pero ellos quieren subir. Creo que en la Iglesia hemos sufrido de esta enfermedad durante largos períodos. Tenemos un gran mensaje que transmitir a nuestra sociedad, pero debemos hacerlo con mucha humildad, no buscando dominar a nadie. Una propuesta poderosa que sana y salva, pero desde el servicio desinteresado, muy especialmente a los más necesitados. Se trata de descender y servir a los excluidos y a los pequeños. De ahí el ejemplo del niño a quien se acoge sin esperar de él ninguna recompensa. Quien acoge a los más necesitados en nombre de Jesús acoge al propio Dios. Demos gracias a Dios por estar pendiente de nosotros y pidámosle que nos ayude a estar al servicio de quienes nos necesitan.

lunes, 20 de mayo de 2013

EL PODER DE LA FE Y LA REALIDAD PROBLEMÁTICA


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 9,14-29
Lectura del santo evangelio según san Marcos.

 
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discuten?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces."
Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo les tendré que soportar? Tráiganmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración."  Palabra del Señor.
 

Reflexión


Para poder ser discípulos y discípulas de Jesús hay que tener fe. Si no creemos realmente en Jesús, en su Buena Noticia. Creer en el perdón como sanación del otro y de uno mismo. Creer en la fraternidad y la justicia. Creer en la compasión y la misericordia. La fe es fundamental en la época de Marcos, años 70, dado que las comunidades vivían con miedo ante las constantes amenazas de persecución. Solo venciendo el miedo es posible resistir ante la amenaza de muerte que viene del imperio. Jesús encontró mucha gente alrededor de los discípulos; un padre desesperado había pedido a los discípulos que expulsaran un espíritu que se había apoderado de su hijo, pero éstos no fueron capaces de expulsarlo. La frase del padre: “ten piedad de nosotros y ayúdanos” expresa una situación real del pueblo. Tantos problemas para poder vivir de acuerdo a la enseñanza de Jesús ha llevado a la gente a no saber a qué atenerse, quieren encontrar paz y salud para responder a la voluntad de Dios pero no es nada fácil mantener la fe. La respuesta de Jesús, “todo es posible para quien cree”, nos muestra cómo debe ser la actitud del discípulo y la discípula de Jesús. A pesar de las dudas, no hay que perder la fe. Confiemos y continuemos creyendo.

domingo, 19 de mayo de 2013

NECESITADOS DE SALVACIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Juan 20,19-23 Lectura del santo evangelio según san Juan: Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en su casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envió yo." Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos."Palabra del Señor. Reflexión El Espíritu Santo de Dios no es propiedad de la Iglesia. No pertenece en exclusiva a las religiones. Hemos de invocar su venida al mundo entero tan necesitado de salvación. Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al poder del mal. Ven Espíritu liberador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas vivimos esclavos del dinero. Atrapados por un sistema que nos impide caminar juntos hacia un mundo más humano. Los poderosos son cada vez más ricos, los débiles cada vez más pobres. Libera en nosotros la fuerza para trabajar por un mundo más justo. Haznos más responsables y solidarios. No nos dejes en manos de nuestro egoísmo. Ven Espíritu renovador de Dios. La humanidad está rota y fragmentada. Una minoría de tus hijos e hijas disfrutamos de un bienestar que nos está deshumanizando cada vez más. Una mayoría inmensa muere de hambre, miseria y desnutrición. Entre nosotros crece la desigualdad y la exclusión social. Despierta en nosotros la compasión que lucha por la justicia. Enséñanos a defender siempre a los últimos. No nos dejes vivir con un corazón enfermo. Ven Espíritu consolador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas viven sin conocer el amor, el hogar o la amistad. Otros caminan perdidos y sin esperanza. No conocen una vida digna, solo la incertidumbre, el miedo o la depresión. Reaviva en nosotros la atención a los que viven sufriendo. Enséñanos a estar más cerca de quienes están más solos. Cúranos de la indiferencia. Ven Espíritu bueno de Dios. Muchos de tus hijos e hijas no conocen tu amor ni tu misericordia. Se alejan de Ti porque te tienen miedo. Nuestros jóvenes ya no saben hablar contigo. Tu nombre se va borrando en las conciencias. Despierta en nosotros la fe y la confianza en Ti. Haznos portadores de tu Buena Noticia. No nos dejes huérfanos. Ven Espíritu vivificador de Dios. Tus hijos e hijas no sabemos cuidar la vida. No acertamos a progresar sin destruir, no sabemos crecer sin acaparar. Estamos haciendo de tu mundo un lugar cada vez más inseguro y peligroso. En muchos va creciendo el miedo y se va apagando la esperanza. No sabemos hacia dónde nos dirigimos. Infunde en nosotros tu aliento creador. Haznos caminar hacia una vida más sana. No nos dejes solos. ¡Sálvanos

viernes, 17 de mayo de 2013

JESÚS AMA, SANA, PERDONA Y ENVÍA


“El Evangelio de Hoy”: Juan 21,15-19

Lectura del santo evangelio según san Juan:

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."  Palabra del Señor.


Reflexión


Los evangelios nos presentan a Pedro como un líder entre los discípulos de Jesús. Siempre responde adecuadamente a las cuestiones de Jesús y se presenta dispuesto a ir más allá que cualquier otro. Pero sabemos también que durante el proceso seguido a Jesús que lo condena a la muerte en la cruz Pedro lo ha negado tres veces. En este corto diálogo Pedro responde tres veces sí a la misma pregunta hecha por Jesús: ¿me quieres? Y por tres veces, Jesús le encomienda la misma tarea apacienta mis ovejas. Jesús utiliza la pregunta como un elemento didáctico que le enseña a Pedro sobre dos cuestiones: la primera, sanar las heridas del mismo Pedro por la triple negación; la segunda, le enseña que él, quien en diferentes momentos ha querido destacarse como líder del grupo de los Doce y de la comunidad, debe asumir su papel de discípulo; y ser discípulo es amar y servir a la comunidad. Él como líder debía comprender que dar la vida por el Reino implica aceptar y comprender el amor y el perdón ofrecido por Jesús. Cuando fallemos en nuestro camino, recordemos que ahí está Jesús para perdonarnos y hacernos crecer desde el amor que nos tiene. Apliquemos la misma actitud frente a nuestros hermanos y hermanas cuando fallan frente a nosotros. Y aprendamos a sanar nuestras heridas y a perdonarnos a nosotros mismos.

jueves, 16 de mayo de 2013

UNIDAD ABARCADORA


 “El Evangelio de  Hoy”: Juan 17,20-26
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí.
Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos." Palabra del Señor.


Reflexión


El Evangelio de Hoy nos presenta la última parte de la “oración sacerdotal” de Jesús en la que él Jesús mira al cielo, evocando como un deseo profundo la unidad entre sus discípulos y la unidad entre nosotros, cristianos que hoy continuamos su obra. Nosotros, quienes decimos creer en sus palabras, somos llamados a permanecer en el amor que unifica y envía. La unidad no significa uniformidad, (no somos llamados a pertenecer todos a la misma organización eclesial, ni al mismo movimiento comunitario) sino permanecer en el amor. A pesar de las tensiones, de los conflictos, de nuestras maneras diferentes de pensar, debemos participar en el amor de la Trinidad revelada como modelo de nueva humanidad. El Amor que nos une nos lleva a amar, incluso, a nuestros enemigos. No se trata de que tú me amas y yo te amo y quedarnos ahí, encerrados en nuestras pequeños círculos, es una unidad que abarca a todos y todas y se concretiza en el trato, en el servicio y las relaciones que vivimos con los demás. Que el Espíritu de Jesús nos una en su amor misionero.

miércoles, 15 de mayo de 2013

LA UNIDAD DE LA COMUNIDAD CRISTIANA


“El Evangelio de Hoy”: Juan 17,11b-19

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura.
Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad." Palabra del Señor.


Reflexión

La oración sacerdotal de Jesús (capítulo 17 del evangelio de Juan). Es un texto que nos ayuda a ponernos en sintonía con la fiesta del Pentecostés, en la que esperamos que el Espíritu Santo llegue a nuestras vidas. La petición principal de esta oración de Jesús es la unidad entre los suyos “para que sean uno como nosotros”. La unidad que desea Jesús para los suyos es obra del amor mutuo, “amar como él ha amado”, dándose a los otros hasta la muerte. La unidad se dará cuando cada uno de los miembros de la comunidad ame de tal manera que su entrega a los demás no tenga límites. El amor es, pues, la norma de conducta de todo discípulo; el darse a sí mismo y a los demás es un don necesario en la relación interpersonal propuesta por la comunidad cristiana. Para ser uno es necesario ir más allá de cada uno y hacerse presente en la vida de cada uno de los demás, enriqueciendo al otro y dejándose enriquecer por el otro. Somos llamados a luchar contra la indiferencia y el individualismo creciente en nuestras sociedades. ¿Te sientes unido a los demás miembros de tu comunidad cristiana?

martes, 14 de mayo de 2013

"PERMANEZCAN EN MI AMOR"

“El Evangelio de Hoy”: Juan 15,9-17

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así les he amado yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo les he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes les llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien les he elegido y les he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre se lo dé. Esto les mando: que se amen unos a otros."  Palabra del Señor.


Reflexión
 
En “El Evangelio de Hoy” Jesús nos habla del amor. El amor verdadero, el que Jesús vivió con su Padre Dios y con sus discípulos, es un amor creativo, espontaneo, sincero y sin límite. Dios es amor y por eso nos ama de manera loca. Así nos invita Jesús a amarnos mutuamente. La raíz de todo lo que hace sufrir es la falta de amor. Muchas veces confundimos el amor con complacencias y complicidades que no siempre conducen a la alegría y a la realización plena. El amor de dios es generoso y definitivo. Jesús con su vida, su pasión, su muerte y su resurrección nos ha mostrado quién es Dios. Así nos invita a nosotros a vivir el amor mutuo si queremos alcanzar la felicidad duradera. No caigamos en la tentación de pensar que el amor es solo la entrega placentera de nuestro ser en actos de pasión y erotismos. El amor del que no habla y que vive Jesús es un amor que se hace amistad porque es libre, solidario y justo, que excluye todo acto de servidumbre, de dependencia o de sometimiento. El modelo de amistad que presenta no es otro que el de dar la vida por los amigos. La entrega los hará partícipes de su alegría por el fruto que se produce. No es que quien te ama te harás sufrir, es que te llenarás de alegría sostenible aun en medio de situaciones humanamente desagradables e indeseadas. Abramos nuestras vidas al amor de Dios y dejemos que él nos enseñe a amar de manera integral. “Dios es amor y nos ama.”  Amén.

lunes, 13 de mayo de 2013

TENER VALOR

“El Evangelio de Hoy”: Juan 16,29-33 Lectura del santo evangelio según san Juan: En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creen? Pues miren: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que se dispersarán cada cual por su lado y a mí me dejen solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán luchas; pero tengan valor: yo he vencido al mundo."Palabra del Señor. Reflexión Aunque ya hemos celebrado la fiesta de la Ascensión del Señor, continuamos con los textos del evangelio que nos hablan de la despedida de Jesús. Jesús aprovecha cada momento para avanzar en la formación de sus discípulos. No le engaña pintándole pajaritos en el aire con promesas de bienestar. Cuando sus discípulos viven la efervescencia de creer haber entendido todo, Jesús les recuerda que apenas comienzan su proceso de fe. En la vida cristiana nunca terminamos de aprender pues no se trata de aprendizajes sino de confianza absoluta en Dios y en su capacidad amorosa para perdonar y salvar sin importar lo bajo que nos encontremos. “Tengan valor: yo he vencido al mundo”. Jesús les dice que tengan valor seguramente porque conoce sus debilidades y porque los siente desanimados en su fe. Jesús sabe que todavía sus discípulos tienen mucho que aprender; pasarán por muchas pruebas y sufrimientos por el mero hecho de anunciar y vivir el Reino; por esto se dispersarán y hasta dejarán a Jesús solo. Lo importante es reconocer que Jesús confía en sus discípulos aun conociendo sus debilidades. Es él el Santo, el Salvador, el que nos acompaña para ayudarnos a vivir las etapas de nuestra vida como un aprendizaje permanente que nos lleve a la humildad y al amor mutuo como Jesús nos ha amado. Este 13 de Mayo pidamos a la Virgen que nos inspire a responder afirmativamente a la llamada de Dios. Buena semana.

domingo, 12 de mayo de 2013

LA BENDICIÓN DE JESÚS


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 24, 46-53
Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Ustedes son testigos de esto. Yo les enviaré lo que mi Padre ha prometido; ustedes quédense en la ciudad, hasta que se revistan de la fuerza de lo alto."
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Palabra del Señor.
 

Reflexión invitada: LA BENDICIÓN DE JESÚS          
José Antonio Pagola.
 

Son los últimos momentos de Jesús con los suyos. Enseguida los dejará para entrar definitivamente en el misterio del Padre. Ya no los podrá acompañar por los caminos del mundo como lo ha hecho en Galilea. Su presencia no podrá ser sustituida por nadie.

Jesús solo piensa en que llegue a todos los pueblos el anuncio del perdón y la misericordia de Dios. Que todos escuchen su llamada a la conversión. Nadie ha de sentirse perdido. Nadie ha de vivir sin esperanza. Todos han de saber que Dios comprende y ama a sus hijos e hijas sin fin. ¿Quién podrá anunciar esta Buena Noticia?

Según el relato de Lucas, Jesús no piensa en sacerdotes ni obispos. Tampoco en doctores o teólogos. Quiere dejar en la tierra “testigos”. Esto es lo primero: “vosotros sois testigos de estas cosas”. Serán los testigos de Jesús los que comunicarán su experiencia de un Dios bueno y contagiarán su estilo de vida trabajando por un mundo más humano.

Pero Jesús conoce bien a sus discípulos. Son débiles y cobardes. ¿Dónde encontrarán la audacia para ser testigos de alguien que ha sido crucificado por el representante del Imperio y los dirigentes del Templo? Jesús los tranquiliza: “Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido”. No les va a faltar la “fuerza de lo alto”. El Espíritu de Dios los defenderá.

Para expresar gráficamente el deseo de Jesús, el evangelista Lucas describe su partida de este mundo de manera sorprendente: Jesús vuelve al Padre levantando sus manos y bendiciendo a sus discípulos. Es su último gesto. Jesús entra en el misterio insondable de Dios y sobre el mundo desciende su bendición.

A los cristianos se nos ha olvidado que somos portadores de la bendición de Jesús. Nuestra primera tarea es ser testigos de la Bondad de Dios. Mantener viva la esperanza. No rendirnos ante el mal. Este mundo que parece un “infierno maldito” no está perdido. Dios lo mira con ternura y compasión.

También hoy es posible buscar el bien, hacer el bien, difundir el bien. Es posible trabajar por un mundo más humano y un estilo de vida más sano. Podemos ser más solidarios y menos egoístas. Más austeros y menos esclavos del dinero. La misma crisis económica nos puede empujar a buscar una sociedad menos corrupta.

En la Iglesia de Jesús hemos olvidado que lo primero es promover una “pastoral de la bondad”. Nos hemos de sentir testigos y profetas de ese Jesús que pasó su vida sembrando gestos y palabras de bondad. Así despertó en las gentes de Galilea la esperanza en un Dios Salvador. Jesús es una bendición y la gente lo tiene que conocer.