EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

martes, 30 de enero de 2018

ENTRAR EN CONTACTO CON JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 5, 21-43

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva." Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente [que lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: "¿Quién me ha tocado el manto?" Los discípulos le contestaron: "Ves cómo te apretuja la gente y preguntas "¿Quién me ha tocado?"" Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud."
Todavía estaba hablando, cuando] llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: "Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas; basta que tengas fe." No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: "¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida." Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y dijo: "Talitha qumi" (que significa: "Contigo hablo, niña, levántate"). La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.

Reflexión

Este evangelio presenta a una mujer desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas. De ella podrán aprender cómo buscar a Jesús con fe, cómo llegar a un contacto sanador con él y cómo encontrar en él la fuerza para iniciar una vida nueva, llena de paz y salud. Esta mujer, como muchos entre nosotros, sufre mucho física y moralmente. Se ha arruinado buscando ayuda en los médicos, pero nadie la ha podido curar. Sin embargo, se resiste a vivir para siempre como una mujer enferma. Está sola. Nadie le ayuda a acercarse a Jesús, pero ella sabrá encontrarse con él.

No espera pasivamente a que Jesús se le acerque y le imponga sus manos. Ella misma lo buscará. Sabe que Jesús comprenderá su deseo de una vida más sana. Confía plenamente en su fuerza sanadora. No se contenta solo con ver a Jesús de lejos. Busca un contacto más directo y personal. Actúa con determinación, pero no de manera alocada. Le toca el manto. En ese gesto delicado se concreta y expresa su confianza total en Jesús. Todo ha ocurrido en secreto, pero Jesús quiere que todos conozcan la fe grande de esta mujer. “Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud”. Esta mujer es un modelo de fe para todos nosotros.

Las mujeres no encuentran entre nosotros la acogida, la valoración y la comprensión que encontraban en Jesús. No sabemos mirarlas como las miraba él. Sin embargo, con frecuencia, ellas son también hoy las que con su fe en Jesús y su aliento evangélico sostienen la vida de nuestras comunidades cristianas.

lunes, 29 de enero de 2018

TODOS SE ADMIRABAN

“El Evangelio de Hoy”: Mc 5, 1-20 

Lectura del santo evangelio según san Marcos:


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas vece...s lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos." Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.         
Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban
Palabra del Señor.

Reflexión

En nuestro texto de hoy Jesús vive su misión de liberación, de compasión y perdón. A partir del encuentro con este hombre atormentado por una situación deshumanizante, Jesús se enfrenta al mal de manera responsable y libera de su tormento a este infeliz. Hoy nos atormentan legiones de males, desde los males económicos hasta los males espirituales, pasando por la corrupción, la falta de vergüenza, la no ética y la falta de fraternidad… No podemos continuar descaradamente viviendo de espalda a estos males. Nuestra misión es continuar la de Jesús, enfrentando estos males con responsabilidad y decisión. Hablando la verdad frente a los mentirosos, y denunciando todo lo que se opone al Evangelio y deshumaniza.

No nos distraigamos asignándole poderes extraordinarios al mal y a sus manifestaciones. La corrupción, las injusticias, los pecados personales y comunitarios, la avaricia y el afán de poder y placer, la doble moral y doble vida, la mentira y el odio, son demonios asociados en legiones que amenazan nuestras vidas y nuestras comunidades. Para combatirlos no bastan las fórmulas exorcistas de oraciones ni las bravuconerías. Tenemos que tomar conciencia y comenzar asumir las enseñanzas de Jesús y sus actitudes frente a nuestras realidades. Nosotros seguimos a Jesús y con sus enseñanzas venceremos el miedo y las tendencias que nos encaminan al caos y a la muerte. Vivamos con alegría lo que creemos.

domingo, 28 de enero de 2018

LA ENSEÑANZA DE JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 21-28.

Lectura del santo evangelio según san Marcos

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de GalileaPalabra del Señor

Reflexión

La enseñanza no es una tarea fácil. Todos y todas tenemos nuestros conocimientos ya acumulados. Nuestra historia personal se va configurando día a día con las distintas experiencias que vamos viviendo. Recibir una enseñanza y asumirla se vuelve un ejercicio arduo y crítico para que pueda ayudarnos a crecer y madurar. Jesús enseña con autoridad. Su enseñanza y la manera de hacerlo son nuevas. Su novedad consiste en su cercanía a la gente, su acogida y comprensión de su realidad. Los recursos utilizados por Jesús son del conocimiento de todos sus auditores. Sus fundamentos son extraídos de las escrituras y de la tradición popular. La gente que acude a escuchar a Jesús se siente identificada con él. Sus preocupaciones son enfocadas por Jesús de manera directa, y las soluciones propuestas son eficaces e incluyentes. Quienes le escuchan sienten que Él está de su parte. Esto despierta y llama a la conversión y al seguimiento. 

Todos nosotros, seguidores de Jesús contamos con su autoridad para vivir nuestra fe y comunicarla a los demás. Somos invitados e invitadas a continuar la misión de Jesús. El anuncio de la Buena Noticia es hoy más necesario que nunca en una sociedad plagada de situaciones lacerantes que matan, desaniman y enfrían a cualquier ser humano. Los espíritus inmundos de las injusticias sociales, de la desigualdad vergonzante en que vivimos, de la corrupción galopante y penetrante, de las enfermedades incurables por falta de recursos y el negocio inhumano de la medicina, de la búsqueda de riquezas a como dé lugar, del egoísmo personal,… tiene que ser expulsado con autoridad, la autoridad del amor fraterno y la justicia social. La autoridad del servicio desinteresado. La autoridad de la entrega mutua a favor del bien que humaniza. Dios nos acompañe con su fuerza espiritual, con su autoridad dadora de vida y nos anime en nuestra misión de seguidores de Jesús

viernes, 26 de enero de 2018

PLANTAR Y CONFIAR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4, 26-34

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."
Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. Palabra del Señor.

Reflexión


El Evangelio de Hoy nos recuerda que es Dos mismo quien misteriosamente actúa en nuestro mundo para hacer crecer su Reino. Nosotros podemos colaborar y somos llamados urgentemente a hacerlo pues es a nosotros a quienes conviene, pero definitivamente, no depende de nuestros méritos. La mayor actitud que somos llamados a encarnar es la confianza en el Dios de la vida, el servicio a los hermanos como una forma de servir a la vida y a la fraternidad. Jesús no nos envía a cosechar sino a plantar. Él se encarga de la cosecha. Si nos dedicamos a buscar cosecha, pronto nos deprimiríamos y abandonaríamos pues no amamos lo suficiente para darle el tiempo necesario al otro para cambiar de vida, como lo hace Dios. El Señor nos regala su Reino de amor, de justicia y de paz y nos invita a construirlo sembrando estos valores con nuestra propia vida y cuidando su proceso, pero esperando confiadamente en la acción de Dios a favor de su pueblo.

jueves, 25 de enero de 2018

PABLO SE CONVIERTE Y SIGUE A JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 16, 15-18

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."  Palabra del Señor.

Reflexión


Fiesta de la conversión de San Pablo. Pablo era un creyente judío radical al servicio de su sistema religioso. Según la costumbre de la época era necesario corregir severamente a aquellos que se alejaran de la letra de la ley. Por eso el encuentro con Jesús, apoyado por el testimonio radical de los cristianos, le derrumba de sus convicciones y lo deja como ciego. Tiene que comenzar de nuevo. Luego de la conversión será igualmente coherente con lo que cree, y así vive hasta el punto de asumir cárcel, persecuciones y martirio. Por eso la tradición lo ha considerado como pilar de la fe cristiana. Dios nos permita ser fieles al evangelio amando y sirviendo a los hermanos y hermanas. 

sábado, 20 de enero de 2018

DECÍAN QUE NO ESTABA EN SUS CABALES

"El Evangelio de hoy"  Mc 3,20-21

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales. Palabra del Señor

Reflexión

Que bien le hubiera ido a Jesús, con los resultados de la "primavera de Galilea", si fuera el joven judío más, piadoso, atractivo para las masas, estandarte del poder político religioso que tenía bien organizado el orden, las normas, el culto, todo el entramado del Dios todopoderoso que premia al bueno y castiga al malo. Pero Jesús es humano, muy profeta, muy Hijo de Dios. Y, como luego anunciara Pablo, "los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría" mientras se proclama la "locura" de la Cruz.

Habría que saber todo lo que se dice de Jesús. Especialmente cuando estamos tan preocupados por lo que se dice de nosotros y pretendemos ser razonables, políticamente correctos, saludados y respetados incluso por quienes no saludan ni respetan a los "insignificantes". Los gestos de Jesús, su manera de comportarse ante las "autoridades" y ante los sencillos y desamparados, son una locura en un mundo que establece los grados de razonabilidad y comportamiento. La fe cristiana tiene que aceptar con gozo el rechazo y la persecución, hasta de los suyos, cuando se trata de ir más allá, de superar los límites del buen decir y el buen hacer. 

viernes, 19 de enero de 2018

Jesús Nos llama a seguirle

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 13-19

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-; Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, que lo entregó. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús llamando a los que él quiere para que lo acompañen en su misión de revelar al mundo el corazón humano y amoroso de Dios. Jesús no le imparte ningún curso, por el momento. Acompañándolo irán aprendiendo y eso es lo importante, aprender para luego tomar el relevo y continuar su misión. La vida cristiana es una vocación, es un llamado de Dios. Dios es el que hace la propuesta. Somos invitados a dar una respuesta desde nuestra fe y nuestra esperanza. ¿Hemos organizado nuestra vida como respuesta a un llamado especial de Dios? Dios siempre está llamándonos. Hoy necesitamos oír a Dios invitándonos a seguirlo en su misión de salvación. Pensemos ¿A qué nos está Dios llamando? ¿Qué hace falta ser y hacer para que la humanidad sea más justa, más creyente, más hermana y respetuosa de la vida?

jueves, 18 de enero de 2018

TU ERES EL HIJO DE DIOS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 7-12

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de Dios." Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra del Señor.

Reflexión

Jesús está rodeado de una muchedumbre venida de una variedad de naciones y pueblos, de cerca y de lejos. No vienen para escuchar el discurso liberador de la Buena Noticia de Jesús sino buscando sanación. Son tantos y tantas los que le siguen que Jesús teme por su integridad y se aparta un poco en una lancha para hablarles desde el lago. Aunque lo parezca, no podemos decir que Jesús sienta que finalmente está logrando su objetivo de despertar la fe de estas personas. Este resumen nos está anunciando un cambio de estrategia de Jesús quien en lo adelante, sabiendo la trama de los fariseos y los herodianos para hacerlo morir, se dedicará a la formación de sus discípulos y discípulas y a la enseñanza de la muchedumbre sobre el sentido de su misión.

La acusación que pesa sobre Jesús es basada en su pretendido señorío sobre el sábado, su poder para perdonar pecados y su blasfemias, resaltadas por los malos espíritus que gritan tú eres el Hijo de Dios. Consciente de la composición de la muchedumbre y  del odio que le tienen los jefes religiosos se dedicará, en lo adelante, a estructurar el grupo de sus discípulos y a instruirlos en lo que deberá constituir su misión.

miércoles, 17 de enero de 2018

LEYES AL SERVICIO DE LA VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 1-6

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos:

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio." Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con élPalabra del Señor.

Reflexión


El hombre de la mano paralizada simboliza la “parálisis” de las instituciones que no promueven a las personas ni las impulsa hacia la salud, la alegría y la realización como personas y comunidades. Cuando a las leyes, normas y ritos les damos más importancia que a las personas estamos perdiendo el sentido de la vida y olvidando la práctica y la enseñanza de Jesús. El día de reposo, sábado para los judíos y domingo para los cristianos, es para servir a la vida, hacer memoria de lo que somos y retomar fuerzas para seguir adelante en medio de las dificultades y las realizaciones. Es para vivir nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos, renovando la alegría y la esperanza. No olvidemos nunca que la mejor manera de servirle a Dios es asistiendo a nuestros hermanos y procurando mejor vida para todos y todas.

martes, 16 de enero de 2018

LEY DE VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2, 23-28

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." Palabra del Señor.

Reflexión


Los fariseos están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. Por eso asegura Jesús que "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Somos llamados a estar atentos para que nuestras comunidades no sean afectadas por las normas y la organización integral de nuestra religión. Todo debe ayudarnos dignamente a glorificar a Dios. Y recordamos a San Ireneo quien nos aseguró que “la gloria de Dios es nuestra vida”.

lunes, 15 de enero de 2018

AYUNAR DE LO QUE NO NOS SIRVE

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2, 18-22

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?" Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos." Palabra del Señor.

Reflexión


Jesús nos ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Acompañados de él vivimos la experiencia del amor. Amor que se vuelve vida y que inventa nuevas maneras de servicio y de práctica fraterna. Esa es lo que Jesús nos ha dejado para agradar a Dios produciendo vida entre quienes nos rodean y nosotros. Cualquier otra práctica, por piadosa y antigua que sea es secundaria, lo primero es el amor, es el seguimiento de Jesús. El ayuno que Jesús nos ha enseñado es la cercanía al otro y a la otra, el perdón, la misericordia, la atención amorosa que transforma y hace presente su Reino. Nuestra penitencia debe estar orientada por la de Jesús: negarnos a mentir, negarnos a seguir las corrientes sociales injustas, estar siempre a favor de la vida aunque eso nos cueste la nuestra y protestar (y ahí puede entrar el ayuno), contra todo lo que maltrata, disminuye y quita vida.

sábado, 13 de enero de 2018

Nuestra Misión: Seguir a Jesús.

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2,13-17

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con publicanos y pecadores!" Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores." Palabra del Señor.

Reflexión

¿Qué nos pide Jesús hoy? Creo que  tenemos que estar claros, 2000 años después de Jesús de que él nos  llama a seguir sus pasos, a que nuestra vida se convierta en la memoria misma de Jesús. Tanto si nos consideramos justos como si nos consideramos pecadores, Jesús nos invita a lo mismo, a seguirle. Seguir a Jesús significa creer en él, vivir como él, adoptar su estilo y su modo de vida. Esto se dice con cierta facilidad, lo difícil es hacer el proceso de abrirnos a su llamado y decirle sí, con nuestra práctica cotidiana, con nuestra apertura a los demás, con nuestra compasión y cariño por quienes nos rodean sin prejuicios ni condenas precipitadas.

Como Leví o Mateo, hoy existen muchas personas públicamente rechazadas por sus opciones de vida distintas a las nuestras y por sus acciones contrarias al Evangelio y los valores del Reino. Existen muchos abusadores de los más pequeños, de los empobrecidos y los sin voz. Muchos corruptos en todos los niveles de vida, en todas las instituciones, incluyéndonos nosotros la Iglesia. Pues tenemos que decir, con Jesús, Hoy: no he venido a llamar a los justos sino a los corruptos, a los viciosos, a los violadores y abusadores… Pero Jesús no nos llama para legitimar la mala práctica, no nos llama a continuar destruyendo la vida propia y ajena sino a seguirle a él, el dador de vida, el dispuesto hasta a morir por dar vida en abundancia. Acojamos su llamado con alegría y decidámonos con fe a hacer el proceso sano de conversión para el seguimiento de Jesús.

viernes, 12 de enero de 2018

FE Y SOLIDARIDAD

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2,1-12

Lectura del santo Evangelio según san marcos:

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados."
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?" Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué piensan eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..." Entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa." Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual."  Palabra del Señor.

Reflexión

Un paralítico y cuatro amigos manifiestan una absoluta confianza en Jesús y un gesto de solidaridad, pues no puede haber auténtica fe si ésta no se hace visible en la práctica solidaria. Jesús sana y perdona. Sana de la parálisis que impide caminar, ser autónomo y libre. Perdona, porque es necesario liberar también la interioridad y la conciencia de toda atadura y de toda esclavitud. Esta actitud de Jesús desencadena el rechazo de las autoridades religiosas: escribas, fariseos, herodianos. La praxis de Jesús no tiene cabida en la mentalidad estrecha de los poderosos. Estos juzgan y condenan a Jesús porque les cuestiona y les derrumba sus esquemas mentales, los cuales no aportan vida a favor de la gente.

También hoy vivimos parálisis que nos postran como personas y como pueblo. Actualmente sufrimos de muchas parálisis provocadas por las ideologías dominantes, que impiden que el pueblo pobre y sencillo piense, actúe y transforme su realidad alcanzando autonomía y libertad. Nuestra tarea como evangelizadores es contribuir a la concientización y educación crítica de nuestros hermanos para que puedan “caminar libremente por la historia”.  Nuestras acciones y actitudes deben ser efectivas y afectivas de manera que quienes nos tratan puedan darse cuenta de una manera distinta de vivir la fe al servicio del bien para todos y todas.

jueves, 11 de enero de 2018

QUIERO, QUEDA LIMPIO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 40-45.

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy contemplamos, una vez más, los elementos centrales de la manifestación o revelación de Dios a la humanidad a través de Jesús. Jesús no vino a decir lo que estaba mal y a condenarlo, vino a aportar la fuerza curativa del problema. El principal problema no era la lepra de los enfermos sino la condición marginal en que la sociedad y sus instituciones tenían a los empobrecidos. Jesús siente por este enfermo, se emociona al ver su situación y quiere y decide ayudarlo. La fuerza del sentimiento y la decisión salvan aquel hombre y lo reintegran a su comunidad humana.

Esta experiencia de cercanía y atención que vive el leproso con Jesús es de tal grandeza o magnitud que no lo puede callar por más que Jesús se lo pida. La emoción le hace gritar por todas partes que finalmente él ha sido liberado de la marginalidad, que alguien le ha prestado atención, se ha fijado en él y le ha mostrado su cariño y su respeto. El milagro no se opera solamente en la piel del enfermo sino en su corazón, en su estado de ánimo y en sus relaciones con los demás.

Recordemos que el Evangelio no es una noticia de algo que pasó hace dos mil años. Es la presencia de Jesús vivo y verdadero que nos acompaña hoy y nos invita a dejarnos limpiar y a involucrarnos en la limpieza de los otros que como nosotros están embarrados de injusticias, desigualdades, egoísmos y todo lo que nos separa de los demás que son nuestros hermanos. 

miércoles, 10 de enero de 2018

CURANDO Y SALVANDO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 29-39

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca." Él les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido." Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de hoy nos muestra, en resumen, cómo estaban compuestos los días de Jesús en su misión de anunciar la llegada del Reino de Dios. Se trata de hacer el bien mostrando que eso es lo que Dios quiere para su pueblo, pero sin dejarse utilizar ni mal interpretar por las muchedumbre que llevados de sus múltiples necesidades, andaban como locos detrás de Jesús buscando solución fácil a sus problemas.

Los gestos realizados por Jesús: curando a los enfermos, como la suegra de Pedro, y a otros muchos, liberando a los oprimidos por diversos males que el Evangelio llama endemoniados, su cercanía a la gente simple y común de su pueblo, es una revelación de la voluntad de Dios de aportar la libertad, la esperanza, el entusiasmo a su pueblo. Lejos de hablar de pecados y de infiernos y purgatorios, Jesús habla de lo bueno que es Dios y lo muestra con su propia actividad, invitando a todos y a todas a hacer lo mismo departe de Dios. Esta es la mejor manera de invitar a la conversión, al cambio de vida, como respuesta al amor con que Dios nos trata.

martes, 9 de enero de 2018

AUTORIDAD = A AMOR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 21-28

Lectura del santo Evangelio según San Marcos:

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.
Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús enseña con autoridad y su trabajo es efectivo. La misión de Jesús aporta alegría y salud. La gente le acoge y le obedece. Su autoridad se expresa en su servicio a los necesitados de salud física, mental y espiritual. Quiere que todos y todas se salven desde ya y para siempre. Jesús coloca la fuerza de su enseñanza en el amor y el servicio, en especial a los más pobres y vulnerables de aquella sociedad. Jesús basó toda su autoridad en el carisma y no en el poder y toda su vida estuvo al servicio de la liberación y no de la opresión. 

Hoy estamos invitados a revisar nuestras actitudes al interior de la vida cristiana. ¿Cuáles son los espíritus inmundos que oprimen a nuestra gente hoy? Es casi seguro que estos espíritus orientan a gran parte de personas hacia la violencia, los robos y asesinatos, la corrupción generalizada, la doble vida y la codicia que conduce al irrespeto de todo principio fraterno y justo. Ahí tenemos un gran campo de misión a la que nos llama Jesús. ¿Cuándo comenzaremos a accionar con autoridad sobre estos y otros males?

lunes, 8 de enero de 2018

Cambiar y seguir a Jesús

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 14-20

Lectura del santo Evangelio según san Marcos: 

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio." Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con élPalabra del Señor.

Reflexión

Convertirse significa comenzar a vivir de acuerdo con la propuesta de Jesús. Lo primero es la fraternidad. Jesús nos ha revelado nuestro ser hijos e hijas de Dios. Convertirse será ver, tratar y defender a los demás como a nuestros hermanos y hermanas. Eso es lo que nos revela el Evangelio sobre la persona de Jesús, que él siempre estaba al lado de sus hermanos y hermanas para procurarle una vida más digna, justa y fraterna. Convertirse será siempre cambiar para adaptar nuestra vida al Evangelio.

La conversión implica asumir el estilo de vida, la praxis social y religiosa de Jesús con todas sus consecuencias. Así parece indicarlo este pasaje del evangelio Marcos. En pocas líneas recoge el arresto de Juan Bautista, la predicación de Jesús, su invitación a la conversión y el llamado a los primeros discípulos. Mucho material junto. Queda claro que el evangelista quiere establecer una unidad indisoluble entre conversión, vocación y Reino de Dios. La vocación es una respuesta de fe al llamado de Dios a colaborar en la construcción de su Reino. No tengamos miedo a involucrarnos en esta tarea de Jesús, aunque tengamos que vivir en contracorriente, Él no nos deja solos, guiará nuestros pasos.

sábado, 6 de enero de 2018

EPIFANÍA DEL SEÑOR

“El Evangelio de Hoy”: Mt 2, 1-12 Lectura del santo evangelio segúnsan Mateo Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: -«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel."» Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: -«Vayan y averigüen cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo.» Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Reflexión Celebramos la Epifanía del Señor. Jesús que se muestra a la humanidad. Se revela, se deja encontrar. Los Reyes Magos andan buscando al Dios anunciado. No hay técnicas ni métodos que conduzcan de forma automática hacia Dios. Pero sí hay actitudes y gestos que pueden disponer a las personas a la «visita de Dios» y preparar su encuentro con él. Lo más importante para orientarse hacia Dios es invocarlo desde el fondo del corazón, a solas, en la intimidad de la propia conciencia. Es ahí donde uno se abre confiadamente al misterio de Dios. Esta invocación humilde y sincera en medio de la oscuridad es, probablemente, uno de los caminos más puros para hacerse sensible al misterio de Dios. También se orienta la persona hacia Dios cuando se pone a escuchar a quienes creen en él. Cada uno ha de vivir su propia experiencia religiosa, pero es enriquecedor escuchar a los grandes creyentes: Abraham, Moisés, los profetas y, antes que todos ellos, Jesús, el Enviado de Dios. Se puede también escuchar a amigos y seres queridos que viven hoy su fe de forma convencida y gozosa. Si uno se queda encerrado en su pequeño mundo, sin abrirse a las experiencias de los demás, corre el riesgo de ignorar caminos de acercamiento al misterio. Para orientarse hacia Dios es también importante eliminar de la propia vida aquello que, seguramente, no es compatible con él. Si uno, por ejemplo, tiene la pretensión de saberlo ya todo y de haber comprendido el misterio del mundo y del hombre, de la vida y de la muerte, es difícil que busque de verdad a Dios. Si uno vive encogido por el miedo o hundido en la desesperanza, no creerá en el amor incondicional de Dios. Si alguien se encierra en su propio egoísmo y solo siente desamor y sospecha hacia los demás,no se abrirá al Dios amor. Para orientarse hacia Dios es fundamental la constancia. Mantener el deseo. Perseverar en la búsqueda. Seguir invocando. Saber esperar. No hay otra forma de ahondar en el misterio de quien es la fuente de la vida. El Evangelio de Hoy nos muestra la actitud de búsqueda de los magos quienes saben ponerse en camino hacia el misterio, preguntar humildemente, superar momentos de oscuridad, perseverar en la búsqueda y adorar a Dios encarnado en la fragilidad de un ser humano.