"El Evangelio de hoy"
Mc 3,20-21
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus
discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al
enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus
cabales. Palabra del Señor
Reflexión
Que bien le hubiera ido a Jesús, con los resultados
de la "primavera de Galilea", si fuera el joven judío más, piadoso,
atractivo para las masas, estandarte del poder político religioso que tenía
bien organizado el orden, las normas, el culto, todo el entramado del Dios
todopoderoso que premia al bueno y castiga al malo. Pero Jesús es humano, muy
profeta, muy Hijo de Dios. Y, como luego anunciara Pablo, "los judíos
exigen signos, los griegos buscan sabiduría" mientras se proclama la
"locura" de la Cruz.
Habría que saber todo lo que se dice de Jesús.
Especialmente cuando estamos tan preocupados por lo que se dice de nosotros y
pretendemos ser razonables, políticamente correctos, saludados y respetados
incluso por quienes no saludan ni respetan a los "insignificantes". Los
gestos de Jesús, su manera de comportarse ante las "autoridades" y
ante los sencillos y desamparados, son una locura en un mundo que establece los
grados de razonabilidad y comportamiento. La fe cristiana tiene que aceptar con
gozo el rechazo y la persecución, hasta de los suyos, cuando se trata de ir más
allá, de superar los límites del buen decir y el buen hacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario