EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 28 de febrero de 2014

LA LEY LLEGA CUANDO FALTA EL AMOR

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 10,1-12

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué le ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por su terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

A Jesús le interesa fortalecer la vida, mostrar cómo el amor realiza a las personas y les permite la alegría y el entusiasmo. Por eso trata de explicar a sus seguidores la diferencia entre lo legal y lo humano, esencial y primero. La ley llegó cuando el amor faltó. El evangelio de hoy nos enseña sobre cómo deben ser las relaciones entre el hombre y la mujer. Relaciones de amor donde cada uno busca el bien del otro y su felicidad y no lo contrario. Solo viendo al otro bien y feliz, me sentiré yo igualmente realizado y viceversa. Si, es legítimo el divorcio. Pero ¿Cuántas personas son felices porque se divorciaron? ¿Cuáles son los hombres y las mujeres cuyos objetivos son de divorciarse? Nadie, nosotros aspiramos a casarnos, el amor nos impulsa a encontrar a la otra personas y a unirnos para desarrollar un proyecto de amor, no para hacer desaparecer lo que nos atrae el uno al otro.

Es fácil encontrar causas para el divorcio, cuando las buscamos, sobre todo, cuando estamos enraizados en el egoísmo y la superficialidad, pero no busquemos las causas fuera de nosotros y en Dios. Es nuestra terquedad, nuestra falta de amor. La de uno o la del otro, el amor no muere, nosotros lo abandonamos y optamos por otras alternativas. No matemos el amor, alimentémoslo con los detalles cotidianos de la vida juntos. Lleguemos a la armonía reconciliándonos cuando uno o el otro falla en algo. Dios está ahí para posibilitar la vida en abundancia apoyándonos en todo. No condenamos a los divorciados, anunciamos que el amor une y alegra y alentamos a los casados y casadas a continuar haciendo esfuerzos por hacer felices a sus parejas. Viva el amor… por siempre… 

jueves, 27 de febrero de 2014

RADICALIDAD DE LA COHERENCIA EVANGÉLICA

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 9,41-50

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Es muy importante practicar la caridad, la generosidad y la fraternidad en nombre de la fe. Compartir, aunque sea un vaso de agua en nombre de Dios y al mismo tiempo ayudar al otro o a la otra a vivir su misión cristiana es puesto en el centro de atención por Jesús: Eso no quedará perdido. Recordemos que Dios no se queda con la generosidad de nadie, para el ciento por uno. El Evangelio de hoy continúa con una serie de sentencias puestas en boca de Jesús por el evangelista, que solo buscan acentuar la radicalidad en la coherencia de vida que exige el evangelio a quienes optan por el proyecto de Jesús. Tenemos que coger el evangelio en serio, no vaya ser que lleguemos al final de nuestras vidas ricos de cosas pero vacíos de amor, ante los ojos de Dios. Así, vivir no nos habrá servido de nada. Analicemos de manera serena nuestra vida para ver si estamos viviendo de acuerdo con la enseñanza de Jesús y pidámosle que nos ayude a cambiar lo que no esta bien. 

miércoles, 26 de febrero de 2014

A NUESTRO FAVOR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 9,38-40

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

No hay manera de excluir a nadie en nombre de la fe en Jesús. Todos y todas los que hacen el bien son bienvenidos a su grupo pero no son obligados a declararse sus discípulos para poder utilizar su nombre. Jesús no le pertenece a nadie en condición exclusiva, él ha venido para toda la humanidad. Ayer reflexionábamos sobre la tendencia de los seguidores de Jesús a buscar prestigios y privilegios a su sombra en vez de buscar el bienestar, la salud y la salvación de los más necesitados de la historia.

Lo importante es el servicio que podamos rendir a las personas y no una actitud monopolizadora, de superioridad que busca afianzar privilegios, pues no iría en la dirección de la actitud y la práctica de Jesús. La persona, hombre o mujer, que trabaja a favor de la justicia, de la paz, de la libertad, el que opta por los otros, por colocarse al servicio del bien común está con él, está favor nuestro, está a favor del Reino de Dios que predica Jesús. Parece mentira que viviendo el siglo XXI no seamos capaces de entendernos frente a Jesús y su capacidad de amor, de respeto y tolerancia de los demás. Ojalá surjan cada vez más grupos que en nombre de Jesús, llámense como se llamen y tomen el rumbo que tomen en relación con las iglesias existentes, sean capaces de hacer el bien, de trabajar por la salud y la transformación de nuestro mundo de acuerdo con la enseñanza de Jesús.

lunes, 24 de febrero de 2014

ORACIÓN TRABAJO Y CONFIANZA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 9,14-29

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discuten?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces."
Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo les tendré que soportar? Tráiganmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de Hoy es de singular importancia para nosotros como creyentes y seguidores de Jesús. Hay muchas realidades que necesitan ser transformadas para que puedan responder a los requerimientos del Reino de Dios. Realidades que enmudecen, que no permiten oír y que mantienen a los pueblos y a las personas postradas. No siempre tenemos respuestas a estas realidades, creemos que deben ser superadas y tenemos fe que será así, pero no sabemos qué hacer y cuando intentamos nos quedamos cortos, no sabemos actuar para resolver nuestras incapacidades y problemas.

De todas maneras, somos gente de fe, Jesús es parte de nuestra vida y con él sabemos que siempre es posible.  Jesús responderá "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Y nos invita a reaccionar como el papá del muchacho enfermo: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame."  Un creyente debe permanecer fiel a pesar de los límites y las dudas. La fe y la oración son inseparables en la vida misionera. Ambas son una fuerza espiritual capaz de sanar los males de nuestro tiempo. No tengan miedo, sepan que yo estaré con ustedes siempre hasta el final (Mateo 28,20) Ahí estará Jesús siempre acudamos a él en oración y confianza, lo que nosotros no podemos lo puede él. Oremos y trabajemos.

domingo, 23 de febrero de 2014

UNA ENSEÑANZA ESPECIAL Y ESENCIAL

“El Evangelio de Hoy”: Mt 5, 38-48

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús nos enseña la Buena Noticia de la que él es portador y nos invita a vivirla como una aventura que supere a todos los aventureros del mundo de ayer y de hoy: yendo más allá de lo común, siendo extraordinarios, superando a los que no tienen la fe puesta en él y su propuesta. La referencia es el Padre Dios quien no hace distinción de personas a la hora de vivir su bondad y su misericordia.

Amar a los enemigos. ¿Quiénes son nuestros enemigos? Quienes nos hacen daño, quienes nos contradicen, los que nos calumnian, en fin, nuestros enemigos son aquellos que se alegran de nuestros fracasos o los producen ellos mismos. Jesús no nos pide que seamos afectivamente cercanos a los enemigos pues sabemos que ellos pueden hacernos daño en cualquier momento, a lo que Jesús nos urge es a no buscar vengarnos, no hablar mal de aquellos que lo hacen con nosotros, no seguirle la corriente y al contrario, si podemos, hacerle el bien. En todo esto Dios es nuestro ejemplo y Jesús lo muestra actuando con una apertura y universalidad sorprendente. La ley del talión es lo antiguo, lo nuevo es la ley del amor. Solo amando encontramos paz y felicidad. Organicémonos para vivir esta enseñanza de “El Evangelio de Hoy”. Buen domingo.

viernes, 21 de febrero de 2014

CON JESÚS SIEMPRE

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 8,34 - 9,1

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

«Y llamando a la gente a que se reuniera con sus discípulos, les dijo: El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga. Porque si uno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por mí y por la buena noticia, la salvará. Y luego, ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si le falta la vida?  Pues ¿qué podrá dar para recobrarla?  Además, si uno se avergüenza de mí y de mis palabras entre la gente ésa, idólatra y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre.» Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Quien quiere seguir a Jesús encuentra en El Evangelio de Hoy unas instrucciones concretas de sus exigencias. «El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga». No podemos seguir a Jesús por caminos diferentes a los suyos. Los discípulos de Jesús deben estar preparados para seguirlo como Maestro y debe estar preparado para enfrentar todos los peligros que él enfrentó, hasta para entregar su vida por su causa. La única manera de salvar la vida es siendo fiel a Jesús, siguiendo sus pasos. No se trata de morir por morir sino de vivir intensamente el amor a Dios y al prójimo asumiendo todas las consecuencias.

Tomar la cruz y seguir a Jesús significa también asumir un estado de marginalidad dentro de la sociedad y al mismo tiempo, una opción preferencial por la justicia. Por tanto, la cruz no puede ser vista solo como ceremonia o como amuleto. Asumir la cruz de Jesús significa tomar partido, asumir el compromiso con Jesús y con la Buena Nueva de Dios. Luchar por la inclusión del prójimo marginado, para que hombres y mujeres sean tratados con dignidad.  Es así como se va construyendo el Reino de Dios. Es así como vamos sintiendo la alegría de sabernos juntos en el camino de la vida. Cada día la alegría será mayor si somos capaces de dejar de pensar solo en nosotros y ocuparnos de los demás siguiendo a Jesús.

jueves, 20 de febrero de 2014

JESÚS Y NOSOTROS

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 8, 27-33

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas." Él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy?" Pedro le contestó: "Tú eres el Mesías." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días." Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: "¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Qué fácil es confesar, de boca, la fe en Jesús: "Tú eres el Mesías." Y más fácil aún si se trata de decir lo que se comenta en los ambientes en que nos movemos acerca de él. Las respuestas de los discípulos sitúan a Jesús en la línea de los profetas de la historia de su pueblo. Pero la fe en Jesús exige un precio que no siempre estamos dispuestos a pagar. Jesús nos anuncia, a partir de las  respuestas encontradas, que será rechazado por los grandes de su pueblo, repudio que lo llevará a la muerte.

Es ahí donde comienza el problema para Pedro y sus compañeros y para nosotros hoy. En teoría somos claramente seguidores de Jesús y sus propuestas, su mensaje de amor y de paz, su llamado a la fraternidad y a la justicia; pero chocamos con las consecuencias de esta opción en la sociedad. La suerte del Maestro será la suerte de sus discípulos y eso no nos cuadra, no nos conviene.  Queremos pasar muy rápido de discípulos a maestros, como Pedro que pretende aconsejar a Jesús para evitar sufrimientos y contratiempos.

Jesús realiza una larga explicación sobre el significado de la cruz para ayudar a los discípulos a descubrir su nuevo sentido mesiánico. No es que Jesús ame el sufrimiento o lo esté planteando como un instrumento de salvación, es que no hay otras salidas para quienes asuman el servicio de la defensa de sus hermanos y hermanas. Es así como se paga a los profetas en las sociedades de ayer y de hoy. En realidad Jesús es el Mesías que la gente espera, lo que pasa es que lo esperaban y lo esperamos como un rey, otros como un sacerdote, otros como un guerrero, juez o profeta. Y Jesús vino, viene y vendrá como un Mesías servidor y sufriente, reprendiendo así cualquier duda ambiciosa de los discípulos de entonces y actuales.  Pidamosle que nos asista con su Espíritu para poder reconocerlo y seguirlo con alegría.

miércoles, 19 de febrero de 2014

JESÚS NOS HACE VER

“El Evangelio de Hoy”: Mc 8,22-26

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: "¿Ves algo?" Empezó a distinguir y dijo: "Veo hombres; me parecen árboles, pero andan." Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía con toda claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole: "No entres siquiera en la aldea." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Cuál es nuestro rendimiento visual? Jesús ha venido instruyendo a sus discípulos sobre el cambio que deben operar en ellos para poder comprender la naturaleza de Dios y su Reino. El texto sugiere que Jesús está mejorando la calidad de la visión de sus discípulos al instruirlos. Hasta ahora no ven claro. Parecen ciegos incapaces de distinguir bien.  Comparten con Jesús todo su tiempo pero siguen apegado a sus tradiciones como buenos judíos. Por eso Jesús se dispone a instruirlos. La tarea de Jesús pretende guiarlos y sacarlos de estas estériles y enraizadas prácticas religiosas que no les permiten ver claramente la acción de Dios. No es una tarea fácil, ya lo sabemos por nuestra propia experiencia, es un proceso lento y progresivo que termina con la recuperación total de la vista y la decisión de seguir a Jesús hasta morir por amor, como Jesús mismo. Las enseñanzas de Jesús y el discipulado, nos permitirá sanar poco a poco nuestra ceguera. No nos hagamos los ciegos por miedo a asumir nuestra vocación cristiana. Vayamos más allá de las apariencias. El evangelio de hoy nos invita a abrir los ojos para distinguir el rostro de Jesús en la familia y en la comunidad.

martes, 18 de febrero de 2014

¿NO ACABAN DE ENTENDER?

“El Evangelio de Hoy”: Mc 8,14-21

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: "Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes." Ellos comentaban: "Lo dice porque no tenemos pan." Dándose cuenta, les dijo Jesús: "¿Por qué comentan que no tienen pan? ¿No acaban de entender? ¿Tan torpes son? ¿Para qué les sirven los ojos si no ven, y los oídos si no oyen? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogieron cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Se acuerdan?" Ellos contestaron: "Doce." "¿Y cuántas canastas de sobras recogieron cuando repartí siete entre cuatro mil?" Le respondieron: "Siete." Él les dijo: "¿Y no acaban de entender?" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Qué es lo que impide a los oyentes de comprender a Jesús? ¿Por qué si Jesús es tan claro y explica a sus discípulos con simplicidad toda su enseñanza, éstos no lo entienden? Creo que tenemos que partir del hecho de que Jesús anuncia la buena Nueva del amor de Dios, frente a una religión establecida y propagada, organizada y defendida de manera institucional y oficial. ¿Cómo hacerle caso a un nuevo anuncio si tenemos una tradición documentada y heredada? Hay que tener un espíritu libre y abierto a la palabra de Dios para discernir lo actual y verdadero. Estar atentos a los signos que Dios nos da de su presencia y de su llamado. Sin olvidar que el contenido del mensaje de Jesús desestabiliza y moviliza, no nos deja igual ni tranquilos. Todo lo anterior llena de miedo y paraliza. Esta es la causa de la incomprensión de los discípulos de Jesús de ayer y de hoy.

Nosotros, por ejemplo, lo primero que decimos es que estos son otros tiempos, cuando nos predican la verdad de Jesús y sus opciones radicales a favor de la vida. Sin  embargo, los valores son eternos, no tienen tiempos. La viva será siempre el valor sublime, luego, los medios para mantenerla e impulsarla y trascender lo conocido. La fraternidad y la justicia que la posibilita. Pero vivimos en una sociedad que promociona valores competitivos y pasajeros que ocupan toda nuestra atención, dejando a un lado lo esencial de la vida. Los seguidores radicales de Jesús han tenido los mismos problemas ante sus auditores. Pensemos en un Francisco de Asís, quien predicaba con su vida, la sencillez, la pobreza, la reconciliación y la fraternidad como un medio para construir la paz, también incomprendido. Aprovechemos un rato de este día para profundizar en nuestro interior lo que entendemos y lo que nos resulta difícil de comprender del mensaje de Jesús. Y pidámosle que nos ayude a ser sinceros con nosotros mismos respondiendo con audacia a lo que Dios nos pide, superando la propaganda oficial de nuestras religiones y siendo lo suficientemente sencillos como para ser amigos de todos y todas.

lunes, 17 de febrero de 2014

LOS SIGNOS MOSTRADOS POR JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mc 8,11-13

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: "¿Por qué esta generación reclama un signo? Les aseguro que no se le dará un signo a esta generación." Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Cuando Jesús realiza un signo no es para buscarse amigos o crecer en fama o en prestigio. Sus gestos responden a su sensibilidad humana y se orientan a mejorar la vida de aquellos que muestran esperanza y creen en las promesas de Dios. Lo que Jesús persigue es hacer ver el amor de Dios por su pueblo, mostrar la misericordia más allá de las leyes frías y estériles que defienden y vigilan los fariseos, escribas y maestros de la ley. Jesús no muestra interés en violentar el curso normal de la naturaleza para satisfacer la curiosidad de los fariseos. Su poder no está en hacer signos o milagros extraordinarios sino en los signos del amor hecho Reino de Dios, presencia salvífica que se muestra en su servicio a los pobres, enfermos y todo tipo de necesitados.

No es en lo extraordinario, sino en lo sencillo, lo humilde y lo pequeño donde nacen los milagros del amor de Dios. Jesús suspira profundamente por el dolor que le produce la insensatez y la terquedad de las autoridades religiosas, que por su ceguera no perciben los signos milagrosos que se dan en la cotidianidad y que se identifican por que procuran algo de fraternidad, justicia, paz, solidaridad, amor o amistad entre los hermanos. Y nosotros ¿Qué estamos exigiendo a Jesús hoy para creerle? ¿Cuáles son los signos que realizamos los creyentes de hoy para mostrar la presencia y el amor de Dios? Rechacemos la tentación de basar nuestra fe en milagros extraordinarios y sigamos nuestra ruta humildemente en la cotidianidad de nuestra historia, Ahí se nos manifiesta Jesús vivo y verdadero, provocando espacios de fraternidad y de justicia.

sábado, 15 de febrero de 2014

HAMBRE Y FE

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 8,1-10

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos." Le replicaron sus discípulos: "¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden satisfechos?" Él les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete." Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta. Palabra del Señor.
                              
REFLEXIÓN

Una vez más Jesús está preocupado por la situación hambrienta de quienes le siguen. Nosotros podemos preguntarnos: ¿Qué hacer frente a realidades preocupantes, cómo manejar nuestras sensibilidades? El pueblo por ir detrás de Jesús, hasta el desierto, se ha olvidado de su casa y de su comida durante tres días. Jesús socializa sus sentimientos “me da lástima”, “desfallecerán por el camino”. Jesús solamente manifiesta su preocupación a los discípulos, quienes parecen no encontrar una solución al problema, “Aquí, en este despoblado, ¿de dónde sacaríamos panes para alimentar a éstos?”.


No es fácil encontrar soluciones a problemas que engloban a toda una población. Por eso Jesús provoca la solidaridad y el compartir, buscando involucrar a la gente en la búsqueda de salida a su situación. Oración, organización y compartir rinden el resultado esperado por Jesús. Hoy nos toca a nosotros luchar por la vida, producir los milagros necesarios para que haya dignidad y justicia. Para ello contamos con el don de la fe vivida de manera normal como un camino de salvación que nos vincula los unos con los otros, confiando en la compañía de Dios.

viernes, 14 de febrero de 2014

EN EL DÍA DE SAN VALENTÍN

“El Evangelio de Hoy”: Mc 7,31-37
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Volviendo a Galilea Jesús hace que un sordo y tartamudo comience a oír con sus oídos y a hablar con su boca. Para la mentalidad de la época la sordera y la mudez, probablemente de nacimiento, pertenecen al tipo de enfermedades consideradas como castigo. Quien la sufre es visto como un pecador o hijo de pecadores. Al abrirle los oídos y soltarle la lengua a este hombre Jesús le devuelve la salud, deja de ser un enfermo. Pero además lo reintegra a la vida social y reencuentra  sus derechos religiosos, así deja de ser un marginado.

Como comunidad abierta a la Palabra debe ser solidaria con quienes sufren en su cuerpo y en la sociedad.  El hambre, la enfermedad, la marginación y la explotación social son incompatibles con la voluntad de vida de Dios. La Buena Noticia es la vida, el Evangelio de Hoy es el cumplimiento de la promesa que encontramos en el libro del profeta Isaías: El Señor despegará los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará (Isaías 35,5-6).

¿Qué resonancia tiene este texto del evangelio para nosotros hoy? ¿A qué compromiso nos está llamando este evangelio? N podemos espiritualizar demasiado el texto diciendo que el Señor nos abre nuestro espíritu y nos permite hablar correctamente de Él, ni considerarnos sanadores milagrosos de estas enfermedades. La actualización de este mensaje nos sensibilizaría a confiar plenamente en Dios y pedirle la asistencia de su espíritu para poder esperar de Él la salvación y disponernos a trabajar a favor de la salud integral de su Creación, incluidos nosotros los seres humanos. Me parece que podríamos impulsar iniciativas a favor del bienestar de los sordos, los mudos y de las personas que sufren de enfermedades en esa área.

Aprovecho este espacio para desearte un agradable día de San Valentín. Que el amor y la amistad nos aproximen cada día más y nos permitan realizar nuestras vidas. Felicidades.

jueves, 13 de febrero de 2014

JESÚS VINO PARA TODOS Y TODAS

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 7,24-30
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: "Deja que coman primero los hijos. No está bien echarles a los perros el pan de los hijos." Pero ella replicó: "Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños." Él le contestó: "Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija." Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Hoy encontramos a Jesús alejado del centro geográfico más recorrido en su misión junto a sus discípulos. La región de Tiro se encuentra más allá de las fronteras de Galilea, pero eso nos ayuda a recordar que Jesús no reduce su anuncio a una población limitada sino que su misión es universal.  Una mujer se acerca y pide por su hija enferma. Marcos nos dice explícitamente que se trata de una mujer de otra raza y de otra religión, es decir, una pagana de Fenicia. Esta mujer suplica por la sanación de su hija poseída por un espíritu inmundo y Jesús fiel a su tradición argumenta con una frase dura: “no está bien quitar el pan a los hijos y echárselo a los perritos”. Para los judíos, los hijos son el pueblo de Dios y los perritos los paganos. Pero la mujer confiesa su fe diciendo: “pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños”. Jesús deja claro que  la Buena Noticia no tiene límites geográficos ni fronteras religiosas, quienes la acogen son liberados y salvados. Acoger a Jesús y su mensaje supone estar abierto a los demás. No podemos encontrarnos con Jesús y seguir igual… La fe cristiana se verifica en la relación fraterna que entabla con los demás.

miércoles, 12 de febrero de 2014

VIVIR LO QUE CREEMOS

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 7,14-23

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: "Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga."
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. El les dijo: "¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina." Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: "Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


El Evangelio de Hoy nos está invitando a armonizar nuestro interior, lo que pensamos, creemos y queremos, con nuestro exterior, lo que practicamos, lo que mostramos frente a los demás. Si no lo hacemos vivimos en la mentira y no logramos realizar nuestra vida en ningún sentido. Lo esencial no es adaptarse a todo lo que se nos pide desde fuera, desde las instituciones, desde la sociedad en que vivimos, lo esencial es el amor y el compromiso desde este a favor de la dignidad humana. Lo que puede hacernos impuros son las actitudes antihumanas que asumimos de manera egocéntrica. Son estas actitudes las que nos impiden sonreír de manera libre y abierta. Así que hoy somos invitados a la transparencia, a la sinceridad y a la coherencia de vida. Dejemos de perder tiempo hablando de alimentos puros e impuros pues ya Jesús habló claramente de eso.

martes, 11 de febrero de 2014

FE Y CARIDAD

“El Evangelio de Hoy”: Juan 2,1-11

Lectura del santo evangelio según san Juan

"Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la Madre de Jesús. También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltase el vino, la Madre de Jesús le dijo: No tienen vino, Jesús le respondió: Mujer, ¿qué nos va a tí y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su Madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga. Había allí seis tinajas de piedra preparadas para las purificaciones de los Judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas: Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora y llevad al maestresala. Así lo hicieron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde provenía, aunque los sirvientes que sacaron el agua lo sabían, llamó al esposo y le dijo: Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú al contrario, has guardado el vino bueno hasta ahora. Así, en Caná de Galilea hizo Jesús el primero de sus milagros con el que manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Cada año, el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia celebra la jornada mundial de los enfermos. Es una manera de invitarnos a ser solícitos y solidarios con quienes, por enfermedad o vejez, ya no nos pueden acompañar en nuestras actividades comunitarias. La oración por los enfermos nos aproxima a ellos en un movimiento caritativo fraterno que nos enriquece. El tema escogido para la jornada mundial de los enfermos es “Fe y caridad: «También nosotros debemos dar la vida por los hermanos» (1 Juan 3,16)”. Se trata de preguntarnos junto a los enfermos, ¿qué es lo que te hace disfrutar de la vida? ¿Cómo podemos gustar de la vida? A partir de la práctica de Jesús, el evangelio de esta fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, nos invita a aportar la alegría y el sentido a la vida, viviendo la fe y la caridad fraterna.


Si unimos el tema de esta jornada mundial de oración y solidaridad con los enfermos con el evangelio del domingo pasado, Jesús nos estará diciendo que nosotros somos la sal y la luz para darle sabor e iluminar nuestra vida en todas circunstancias. Lo que dará el gusto por vivir no serán los bienes pasajeros sino los detalles de la cotidianidad que trascienden lo controlado por nosotros: Creer en medio de la duda generalizada, estar de buen humor cuando la realidad es difícil y aburrida, ver lo bueno en medio de lo mediocre y sin sentido, sonreír y ser atentos aunque los otros sean gruñones, estar contentos de lo que somos y tenemos en vez de lamentarnos y llorar por lo que ya hemos perdido, amar en una realidad hostil, servir de apoyo en vez de siempre buscar apoyarnos en los demás, es consolar y esperar cuando todos se desaniman. Saborear la vida y colaborar para que la vida de los demás tenga sabor y sea agradable es buscar hacer presente en nosotros estos pequeños detalles que nos hacen bien. No olvidemos que nuestra calidad personal y comunitaria está muy unida a la atención que brindamos a los demás, especialmente a los enfermos y necesitados.

lunes, 10 de febrero de 2014

FE Y SOLIDARIDAD

 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 6, 53-56

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos. Palabra del Señor.       

REFLEXIÓN


El evangelista San Marcos nos presenta hoy un breve texto para resumir las actividades de Jesús y cómo la gente lo ve como el Mesías capaz de aportar la salud a sus enfermos. Por eso nos cuenta que la gente trae a sus enfermos en camillas de todas partes y pide que por lo menos les dejen tocar el borde de su manto. La fe de la gente crece y se manifiesta en el gesto de solidaridad de cargar con los enfermos para acercarlo a Jesús. Me parece que se nos está invitando a revisar nuestra fe y nuestras manifestaciones de fe. ¿Cómo estamos diciendo hoy que creemos en Jesús? ¿Quiénes se están beneficiando de nuestra religiosidad? ¿Cuál es el grado de influencia que tiene Jesús en nuestra vida ordinaria? Pidámosle al Señor que nos sensibilice frente a los demás y nos mueva a asociarlo a nuestra fe.

domingo, 9 de febrero de 2014

SEAMOS SIGNIFICATIVOS

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 5,13-16

Lectura del santo evangelio según san Mateo: 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN 

El Evangelio de Hoy es una confesión de Jesús en los hombres y mujeres de todos los tiempos. Jesús cree que nosotros somos la sal y la luz. Cree que somos nosotros quienes tenemos la capacidad para darle gusto a la vida e iluminarla. Ciertamente nosotros podemos darnos cuenta de muchas limitaciones que nos acompañan en las diferentes etapas de nuestra vida, pero eso no nos quita nuestra esencia. Dios nos ha creado con capacidades magníficas de para animar y hacer ver las grandezas de nuestra dignidad humana. Claro, a condición de que no nos encerremos en nosotros mismos y mezquinamente vivamos una existencia estéril e insignificante. 

Ser la sal y la luz significa destacar por una fuerza poderosa que nos lanza a mostrar los valores más profundos de nuestra humanidad. En la vida diaria dar sabor, preservar de la corrupción e iluminar la vida propia y la de los demás  significa, tener fe, ejercitarnos en el buen humor, sonreír, disfrutar de lo que somos y de lo que tenemos, servir de apoyo a los demás en determinadas situaciones de debilidades, ver lo positivo y lo bueno… Así es como podremos iluminar y dar sabor a la vida, en medio de las corrientes contrarias con las que nos encontramos cada día.

sábado, 8 de febrero de 2014

SE PUSO A ENSEÑARLES CON CALMA

“El Evangelio de Hoy”: Mc 6,30-34

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Palabra del Señor.

Reflexión

Después de recorrer las comunidades por encargo de Jesús, sus discípulos se reúnen con él para hacer una especie de evaluación contándose mutuamente lo acontecido. Jesús les invita a descansar un poco pues las actividades eran tantas que no les quedaba tiempo ni para comer. La gente viene de todos lados ávidos de escuchar Buenas Noticias. Jesús, profundamente humano y comprensivo sintió compasión de ellos y se puso a enseñarles. No hay descanso, no hay lugares solitarios para quienes, de corazón, se lanzan a testimoniar el Evangelio.

Tenemos que imaginarnos que esta gente que sigue a Jesús y a sus discípulos son los pobres de la Palestina de entonces, considerados ignorantes y sin remedio por los escribas y fariseos. Pobres por ser pecadores, aseguraban los grandes y poderosos. De ellos se ocupa en primer lugar Jesús enseñando a sus discípulos cómo vivir su misión de pastores. Jesús presta atención, interrumpiendo incluso su legítimo descanso, a aquellos que no interesaban a nadie. Demos gracias a Dios por su corazón misericordioso y compasivo y pidámosle que nos ayude a aprender de él para nuestra misión de hoy.