Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
jueves, 18 de noviembre de 2021
JESÚS CONMOVIDO
“El Evangelio de Hoy”: Lc 19,41-44
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: "¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.
Reflexión
Lo que conmueve a Jesús y le hace llorar es la indiferencia, la miopía, la corrupción, la prepotencia y la violencia de los dirigentes de su pueblo. Y creo que podemos hacer un paralelo con los dirigentes de nuestras sociedades. Observamos un deterioro creciente de la justicia, de la fraternidad, de las instituciones con vocación de servicio. Sabemos que la corrupción arropa nuestros pueblos. Pero, sin embargo, seguimos con más de lo mismo… discursos, promesas, argumentos, acusaciones y contraacusaciones… Planes sobre planes… Y la inseguridad, la violencia, los niveles vergonzantes de desigualdad aumentan sin que avistemos variaciones positivas en el marco
institucional.
La misma realidad que hace llorar a Jesús se ha venido repitiendo en estos dos mil años últimos. No seamos insensibles frente al sufrimiento de los pueblos. Si hay que llorar lloremos, pero no dejemos de hacer planteamientos, sugerencias, pruebas o ensayos de avances. Es el momento de volvernos creativos a favor del bien y de las soluciones a nuestros problemas comunitarios. Dejémonos inspirar por Jesús.
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