“El Evangelio de
Hoy”: Lucas 10, 1-12
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por
delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y
les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al
dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos.
No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie
por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa". Y si
allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes.
Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero
merece su salario.
No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien,
coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está
cerca de ustedes el reino de Dios."
Cuando entren en un pueblo y no les reciban, salgan a la plaza y digan:
"Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos
sobre ustedes. De todos modos, sepan que está cerca el reino de Dios."
Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese
pueblo." Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy damos gracias a Dios por San Jerónimo, Doctor de la Iglesia (347-420) y su
amor por la Biblia valoramos su consagración al estudio de la Sagrada
Escritura, su traducción de la Biblia y su amor y a la Palabra de Dios. Oriundo
de Europa del Este, por la antigua Yugoslavia. Se le tiene como el más sabio de
los padres latinos. Una personalidad muy inquieta. Fue eremita, monje y
escritor preocupado por los asuntos de la Iglesia. A los 12 años se marcha a
Roma para estudiar. Su amor por los estudios lo llevó a enamorarse de la
literatura latina. Fue bautizado en Roma, posiblemente por el Papa Liberio
(366) Después fue ordenado sacerdote. Fue secretario del Papa San Dámaso en
Roma. Con su aprendizaje de lenguas y su práctica fraterna de fe, traduce poco
a poco La Biblia completa, la llamada Vulgata.
El Evangelio de hoy nos envía a comunicar la paz,
a mejorar la vida de los demás, a promover la justicia y la
fraternidad como elementos fundamentales para disfrutar de paz. Para vivir esta
misión necesitamos poner la confianza en el que nos envía y no en los recursos
que podamos aportar. Existe la concepción romana u
occidental de “la paz que se identifica más con la tranquilidad, con la
ataraxia griega, con la ausencia de conflicto y frustraciones. Este tipo de
tranquilidad es indispensable para el desarrollo de la actividad comercial y
política, pero no hace demasiado énfasis ni en el bienestar ni en la
felicidad”. Sino que calcula lo que más conviene formalmente para que
haya un ambiente favorable a las relaciones y actividades sociales y
económicas.
El texto evangélico de hoy “nos propone
una paz que es la síntesis y la superación de estas dos anteriores, porque el
bienestar, la tranquilidad y la felicidad se alcanzan a partir del amor
universal y de la justicia solidaria”. Practicando el evangelio y
llevándolo a los demás como estilo de vida vamos construyendo esta paz que
Jesús nos ofrece y que él mismo vivió aun en medio de sus pruebas y
sufrimientos.
San Jerónimo dice que Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo, y el que
no conoce las escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría.
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