Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
sábado, 4 de septiembre de 2021
MÁS QUE RELIGIÓN, JESÚS PLANTEA UN ESTILO DE VIDA
"El Evangelio de hoy": Lc 6,1-5
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas
y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les
preguntaron: «¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?» Jesús les replicó: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus
hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados,
que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros.» Y añadió: «El Hijo del hombre es señor del sábado.» Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús no estuvo al margen del conflicto que supone enfrentar normas o
convencionalismos sociales para actuar a favor de la persona. En el Evangelio
encontramos hoy un conflicto de tipo religioso, pues con su conducta Jesús y
sus discípulos actúan de espaldas a las normas de su tiempo. Es el
problema del sábado, qué se puede hacer y qué no en el día sagrado de los
judíos. Sabemos que Jesús tuvo que habérselas también con conflictos de tipo
político y sociocultural. Es que Jesús no es el predicador que se mueve dentro
de los esquemas religiosos establecidos.
La postura de Jesús supone un paso más en la manera de comprender el don de
Dios y el modo de manifestar su amor a favor de las personas. Para Jesús es más
importante responder a lo que es bueno para la persona, todo aquello que
humaniza y da vida. Por eso es Señor del sábado y se salta las normas para que
no esclavicen sino que estén al servicio de la persona.
Alrededor de nosotros no faltan normas muchas buenas para el conjunto de la
sociedad, pero que no se cumplen. Sin embargo, el cumplimiento de la Ley
siempre funciona a favor de quienes controlan desde los centros de poder. Se
puede incluso afectar el futuro de un país para que haya "un clima que
favorezca la inversión", aprobando o desaprobando no en función del bien
común.
Los cristianos reivindicamos ser, más que una religión, un estilo de vida, un proyecto de
humanización que haga visible las semillas del Reino de Dios que crece entre
nosotros. Portadores de una alegría y una esperanza que trae el Señor del
sábado para liberarnos de todo lo que nos impide ser felices, mirar el futuro
con esperanza y construir una ciudad para todos, como decía el canto.
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