Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por
Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel,
entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era
aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia
ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará
el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no
conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá
sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo
que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a
pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que
llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó:
"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la
dejó el ángel. Palabra del Señor.
Reflexión
El Evangelio de Hoy es el texto de la anunciación a
la Virgen María de que había sido elegida por Dios para ser la Madre del Hijo
de Dios. La Iglesia celebra con gozo y alegría desbordantes la fiesta de la
Inmaculada Concepción de María. Esa humilde, sencilla y pequeña aldeana de
Nazaret ha sido elegida por Dios para realizar su plan de salvación encarnado
en la historia, en la cultura, en la realidad del pueblo. El anuncio no llega a
una gran señora de Jerusalén ni al Templo de Jerusalén, centro de peregrinación
de la época. Las cosas de Dios siempre son así.
Dios se dispone a cumplir la promesa hecha a su
pueblo de enviarle un Mesías, un Salvador. En María y por medio de ella Dios
asume plenamente nuestra condición humana para redimirla. La fe popular y la
tradición de la Iglesia han dado un significado mayor a este acontecimiento
salvífico. Es la fe del pueblo la que declara que María ha sido “capacitada”
por Dios para no consentir con el pecado. La declaración del dogma (enseñanza)
de la Inmaculada Concepción data del 8 de diciembre de 1854, realizada por el
Papa Pío IX mediante la bula (documento papal) “Innefabilis Deus”.
Venerar a María como “libre de pecado” es señalar el anticipo del futuro de la
humanidad. Los seres humanos estamos llamados, por iniciativa divina, para
alcanzar la perfección en la fe (madurez en la fe) como la alcanzó María. Pero
es sólo el amor el que nos puede transformar en libres de pecado como María. La
vida, la muerte y la resurrección de Jesús nos ha perfeccionado. Somos llamados
a asumir esa perfección con humildad y confianza.
El mismo día de la declaración del dogma o
enseñanza sobre la Inmaculada concepción,6-12-1854, nacimos los Misioneros del Sagrado
Corazón de Jesús en Francia, con la encomienda de ser en el mundo el Corazón de
Dios, evidenciando con la vida fraterna, el amor del Corazón de Dios por la
humanidad y muy especialmente por los menos favorecidos de nuestra sociedad.
Nos felicitamos los MSC del mundo y nos animamos mutuamente en nuestra
espiritualidad y misión que es la misma de Jesús.
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