Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
lunes, 30 de marzo de 2020
TESTIGO EN LA CRUZ
"El Evangelio de Hoy”:Juan 8,12-20
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar a los fariseos:
"Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que
tendrá la luz de la vida. Le dijeron los fariseos: "Tú das testimonio de
ti mismo, tu testimonio no es válido." Jesús les contestó: "Aunque yo
doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he
venido y adónde voy; en cambio, ustedes no saben de dónde vengo ni adónde voy.
Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie; y, si juzgo yo, mi juicio
es legítimo, porque no estoy yo solo, sino que estoy con el que me ha enviado,
el Padre; y en su ley está escrito que el testimonio de dos es válido. Yo doy
testimonio de mí mismo, y además da testimonio de mí el que me envió, el
Padre." Ellos le preguntaban: "¿Dónde está tu Padre?" Jesús
contestó: "Ni me conocen a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí,
conocerían también a mi Padre." Jesús tuvo esta conversación junto al arca de las ofrendas,
cuando enseñaba en el templo. Y nadie le echó mano, porque todavía no había
llegado su hora. Palabra del Señor.
Reflexión
Cuando nos cerramos a la alianza con Dios, caemos lejos de
lo que puede hacernos dignos y realizados como personas. El pecado es señal de
que caminamos en la oscuridad. Ser cristiano es vivir en la Luz, reconocer que
Dios es Luz y que Jesús es la luz de Dios. La Luz siempre traerá conflicto,
contradicción, problemas. Por eso, la invitación a vivir una experiencia de
conversión. Cuaresma es, en definitiva, caminar preparándonos al encuentro de
la luz; es caminar hacia Aquel que es la luz verdadera; luz que el sábado de
gloria irradiará sobre nosotros sin ocaso, sin fin.
Jesús es la luz del mundo. Esta es la gran revelación del
Evangelio. Por eso nos lo encontramos aportando soluciones a las personas. Acompañamiento,
esperanza, liberación, animación… forman parte esencial y cotidiana en la
misión de Jesús para ser y anunciar la Buena Noticia. Hoy podemos hacer una
petición especial a Jesús para que nos ayude a mostrar, también hoy, los signos
de nuestra fe, viviendo la fraternidad necesaria que hace posible la justicia.
Lo que descubrimos de bueno en la vida del Maestro vivámoslo como ejercicio de
aprendizaje y de seguimiento.
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