EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

domingo, 29 de octubre de 2017

SABER AMAR ES LO ESENCIAL

“El Evangelio de Hoy”: Mt 22, 34-40

Lectura del santo evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús habla hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: -«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: -«"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.» Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Qué es lo verdaderamente importante? Jesús lo ha resumido todo en el amor. Todo se reduce a vivir el amor a Dios y el amor a los hermanos. Según Jesús, de aquí se deriva todo lo demás. A más de uno, todo esto podrá parecer demasiado conocido, demasiado viejo y demasiado ineficaz. Saber amar es la única cosa que importa. Hay demasiadas personas sufriendo, vacías e insatisfechas, metidas hasta la hondura en la mentira, en la extorsión y la infidelidad.  Es amor lo que nos falta. Hemos perdido nuestras raíces. Hemos abandonado la fuente más importante de vida y felicidad. Los hombres y mujeres de hoy tienen necesidad de Dios, no como alguien vago, impersonal, abstracto, sino como un Padre cercano, capaz de cambiar nuestra vida, y capaz de renovar nuestra existencia cada mañana.

El «mandamiento principal y primero» sigue siendo amar a Dios, buscar su voluntad, escuchar su llamada. Pero, no se puede amar a ese Dios Padre, sin amar a sus hijos, nuestros hermanos. Y si no somos capaces de amar a los otros, nuestra existencia no sirve sino para ocuparnos de nosotros mismos. Amar significa comprender, perdonar, respetar, aliviar el sufrimiento del otro, y todo esto no brota siempre espontáneamente. Se necesita atención, esfuerzo, determinación. La persona conoce una alegría honda cuando es capaz de amar y de amar gratuitamente. Es Jesús quien nos enseña a amar no sólo a quien despierta en nosotros una atracción agradable, sino también a aquellos que necesitan una mano amiga que los sostenga. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario