Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
domingo, 26 de febrero de 2017
¿En qué ponemos nuestra fuerza?
“El Evangelio de Hoy”: Mt 6,24-34
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos
amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará
al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero. Por
eso os digo: No estén agobiados por la vida, pensando qué van a comer o beber,
ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el
alimento, y el cuerpo que el vestido? Miren a los pájaros: ni siembran, ni
siegan, ni almacenan y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta. ¿No valen
ustedes más que ellos? ¿Quién de ustedes, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué se agobian por el vestido? Fíjense cómo crecen los lirios del campo:
ni trabajan ni hilan. Y les digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba
vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y
mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes,
gente de poca fe? No anden agobiados, pensando qué van a comer, o qué van a
beber, o con qué se van a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya
sabe su Padre del cielo que tienen necesidad de todo eso. Sobre todo busquen el
reino de Dios y su justicia; lo demás se les dará por añadidura. Por tanto, no
se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día
le bastan sus disgustos." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
¿Por qué se mete Jesús en asuntos de dinero y de bienes
materiales como la ropa que utilizamos para vestirnos? Es que el dinero adorado
idolátricamente como un dios desvía a las personas de lo que puede hacerle
feliz. No podemos ser indiferentes frente a los hermanos y hermanas
empobrecidos por causa de las relaciones económicas desniveladas. La sociedad
en general da demasiada importancia a lo pasajero. Pone en primer lugar el
dinero y lo que el dinero puede acercar. Pero Jesús proclama que tenemos que buscar
antes que nada el Reino de Dios y su justicia. De lo contrario nada bueno
parará en nuestras vidas.
Quien se concentra en el dinero y pone en él su corazón
relativiza todo lo demás. Se le importa matar, violar los derechos ajenos
conspirar contra los demás. Pero sabemos que con el dinero solo accedemos a
bienes pasajeros, no se compra la felicidad, no se adquiere ningún bien o valor
trascendente con dinero. Podremos tener mucha comida, muchos vestidos, mucho
dinero, pero no podremos comprar la vida ni prolongarla. Una gran invitación a
poner la confianza en Dios, Trabajar para vivir y vivir la fraternidad y la
justicia como camino de salvación. Dios nos regala todo lo necesario para vivir
para siempre junto a los demás. Buen domingo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario