EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

martes, 19 de abril de 2016

SE LO HE DICHO, Y NO ME CREEN

“El Evangelio de Hoy”: Jn 10, 22-30

Lectura del santo evangelio según san Juan:

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente." Jesús les respondió: "Se lo he dicho, y no creen; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero ustedes no creen, porque no son ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno." Palabra del Señor.

Reflexión

Cómo nos va en la cuarentena por el covid19? no olvidemos que estos asuntos hay que vivirlo con conciencia, despiertos. de lo contrario, cualquier día nos cansamos y nos distraemos, echando por el suelo lo logrado hasta este momento. Parte del Evangelio de Hoy ya lo habíamos reflexionado el domingo pasado. Jesús responde de manera contundente a los líderes judíos que lo exasperan con sus preguntas. Para poder reconocer a Jesús como el enviado, el Mesías, el Hijo de Dios y Salvador, hay que escucharle y sentirse atraídos por Él, llamado a seguirle y dispuestos a hacerlo con alegría, con sentido fraterno y entusiasmo. Los dirigentes judíos no lo reconocen pues están concentrados en cumplir con su religión, sin tomar en cuenta a sus hermanos y hermanas. Solo le interesa la formalidad y la tradición religiosa, sin novedad, sin creatividad, sin vida.

Cuando se vive así, lo primero es la apología de la institución y la condena de todo el que actúe de manera distinta. Y por eso crucificaron a Jesús pues resultaba un peligro público para la tradición y la religiosidad establecida. Jesús nos invita a la unidad con Dios en su empeño a favor de la vida, de la alegría y la salvación. Así lo vivió Jesús, siempre unido a su Padre Dios y mejorando la vida de los más necesitados. No nos olvidemos  de que hoy nos puede pasar lo mismo. Escuchemos y hagamos caso a Jesús. Jesús anima nuestra vida frágil de hoy, amenazada por el corona virus y nos conduce hacia la Vida eterna. 

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