“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 1-9
Lectura del santo evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y
los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde
pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos;
rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en
camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega,
ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa." Y, si
allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no volverá a ustedes.
Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, por que el obrero
merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les
reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan:
"Está cerca de ustedes el reino de Dios." Palabra del
Señor.
Reflexión
Hoy celebramos la fiesta de los santos Timoteo y Tito,
dos obispos de los orígenes
del cristianismo, colaboradores de San Pablo. Como casi todos los que se
comprometían en ese tiempo, puede ser que hayan muerto mártires por su fe. Las
características del envío misionero que Jesús hace a sus discípulos son muy
particulares. Implica ir “ligeros de equipaje”. Se trata de despojarse de todo
lo que sobra e impide que el mensaje evangélico sea creíble. La misión implica
sencillez. Jesús quiere discípulos misioneros que puedan moverse libremente en
todos los espacios, sin anquilosarse en métodos, costumbres, lugares, personas
e instituciones. ¿Cuál es nuestra manera de anunciar el evangelio hoy, como
Iglesia, como comunidades y nosotros, particularmente? Hoy somos llamados a ser
libres, a depender solo de Dios, a amar y hacer todo lo que queramos como Jesús.
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