EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

VENGAN A MÍ LOS QUE SIENTAN CANSADOS Y AGOBIADOS...


"Evangelio de Hoy" Lucas 1,28-30

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas:

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.» Palabra del Señor

REFLEXIÓN
Es tiempo de Adviento, es oportuno renovar la esperanza que mueve el caminar de la Iglesia en la historia, esta historia que también construimos nosotros como tiempo de salvación. Esperamos, preparamos y anunciamos una realidad nueva, que contradice este aparente envejecimiento de la utopía, de la novedad, de las ansias de un mundo mejor.
Las lecturas de estos días tienen su dosis de realidad -que no se trata de escapismo ni de ilusiones pasajeras- y al mismo tiempo, esa función de animar, consolar, acompañar... Situarnos en el horizonte de la promesa que se va realizando en gestos y acciones cotidianas, donde se va haciendo visible la encarnación de lo divino en nuestra condición humana.
La invitación de Jesús es clave. Está hecha para tocar el corazón, en una dimensión de amistad entrañable, de consuelo, de atención por nosotros en las diversas necesidades: "Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso". La aceptación confiada de esa propuesta libera de los miedos, las preocupaciones y las incertidumbres de la vida que pueden paralizarnos, entristecernos y angustiarnos en tiempos difíciles.
La palabra de Jesús es germen de vida y esperanza. En Adviento anunciamos que vino, que está viniendo a nosotros y un día alcanzaremos la plenitud de su presencia. Su palabra escucha y puesta en práctica nos conduce definitivamente a la vida.

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