“El Evangelio de Hoy”: Mc 17, 2-10
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En
aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos
solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se
volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del
mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro
tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a
hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaban
asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió
una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escúchenlo.» De pronto, al mirar
alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos». Palabra del Señor.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos». Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
A Jesús se le está llegando la hora, lo van a matar
pero su muerte no pondrá fin a su misión, su muerte tenemos que leerla a la luz
de su resurrección. La luminosidad de la transfiguración de Jesús nos adelanta
la iluminación pascual. Este adelanto de la pascua no es para quedarse en él,
para resucitar primero hay que pasar por la muerte. Pedro manifiesta interés de
permanecer en el lugar de la transfiguración, se siente muy bien ahí. Pero
Jesús lo que procura es un impulso en sus discípulos, que su proceso y condena
no le haga perder la fe para siempre, sino que sepan que es solo un paso más en
el camino hacia el Reino de Dios.
Jesús es el hijo amado del Padre a quien debemos
escuchar y obedecer si queremos avanzar. Su palabra nos orientará para afrontar
todos los momentos de nuestra vida. En Jesús nosotros también somos hijos
amados de Dios. Dios no nos abandona nunca por eso Jesús dice a sus discípulos,
“Levántense, no tengan miedo”. El Evangelio de Hoy nos invita a tener confianza
en Jesús, a escuchar su palabra y a vivir nuestra historia seguros de Que Dios
nos ama y acompaña. “Si Dios esta con
nosotros, quién puede estar en contra”.
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