EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 14 de febrero de 2015

"LA MIES ES ABUNDANTE Y LOS OBREROS POCOS"

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10,1-9

Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. 
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el reino de Dios."»
Palabra de Dios

Reflexión
El envío de Jesús a la misión es un texto muy querido por nosotros, muy cercano a nuestro propio llamado y a la conciencia de nuestra misión. El Señor envía de dos en dos, por delante de él, a todos los pueblos y lugares donde pensaba ir. Por lo tanto, ellos tienen la conciencia de que no "llevan" a Jesús ni es su propiedad. Van por delante, anuncian, ponen signos, dan testimonio. Abren caminos, acompañan, forman parte del proyecto del Señor.

Y Jesús les advierte la abundancia de la mies y los pocos obreros que hay para trabajar. Y esos pocos van conscientes -no asustados- de las carencias y dificultades. Ellos también necesitarán fortaleza, aprendizaje, experiencia del Señor para perseverar en la misión. Una tentación sería reforzar y asegurar lo que tienen, amurallarse. Pero Jesús sigue orientando para la realidad de la misión: No pueden apoyarse solo en sus propias fuerzas, en su equipamiento o en sus buenos propósitos. La misión depende de una realidad mayor.

Al designar los setenta y dos, a los que no manda solos sino de dos en dos, Jesús va perfilando el modo de vivir en la comunidad y de realizar la misión. Así pone bien claro lo esencial: ser mensajeros de paz, vivir con dignidad la tarea, sin apocarse ni engrandecerse; más atentos a las necesidades de los otros para curarles y, la realidad mayor, que su esfuerzo y presencia proclame la buena noticia: "Está cerca de ustedes el reino de Dios." Jesús mismo es la cercanía del Reino, es el dinamismo que nos pone en movimiento hacia la vida, el amor, la comunidad... 

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