El
Evangelio de Hoy”:Lc 9, 51-56
Lectura del santo evangelio según San Lucas
Cuando se iba
cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a
Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de
Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a
Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
"Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con
ellos?" El se volvió y les regañó, y dijo: "No sabéis de qué espíritu
sois. Porque el Hijo del hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a
salvarlos". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Terminamos el mes de La Biblia, celebrando hoy la
memoria de San Gerónimo, sacerdote, estudioso, traductor de la Biblia al Latín
y comentador de ésta. San Gerónimo vivió sus últimos 35 años en Belén, cerca
del lugar donde nació Jesús. Si el Antiguo Testamento encontramos cuantiosos
relatos de violencia, de guerra y de venganza, Jesús y el Nuevo Testamento nos
descubren al Dios del amor y de la paz.
Hoy se nos invita a sacarnos de la cabeza el dios
vengador, violento y castigador. Jesús nos muestra con su vida y con sus
enseñanzas que Dios es paciente y misericordioso. Jesús nos revela que el
cumplimiento de las promesas de Dios pasa por el perdón y su presencia en el
mundo obedece precisamente a este deseo de Dios de salvar a la humanidad y toda
su Creación. Jesús no es un tonto ni un ingenuo, él se sabe rechazado pero, al
mismo tiempo, él conoce la historia de su pueblo y la de los samaritanos, sabe
de sus fanatismos y sus nacionalismos trasnochados y llenos de incoherencias.
En Samaria lo rechazan, en Jerusalén lo crucifican, ¿y entre nosotros? Somos llamados a estar
abiertos. Es fácil acusar a Santiago y a Juan de violentos al escuchar el
Evangelio de Hoy, pero cuidémonos de la violencia que nosotros podemos ejercer
en nuestras relaciones con los demás. Seamos gente de paz y colaboremos a crear
la armonía.
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