EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 22 de julio de 2013

FIESTA DE MARÍA MAGDALENA

“El Evangelio de Hoy”: Juan 20,1.11-18
 
Lectura del santo evangelio según San Juan
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre suyos, al Dios mío y Dios suyos." María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto." Palabra del Señor.


Reflexión


María Magdalena es una discípula ejemplar de Jesús y de su proyecto. Ella encarna a quien, escuchando el anuncio de la Buena Noticia, sabe acogerlo y dejarse cambiar por este mensaje. No importa la vida que haya vivido antes de conocer a Jesús y oír su mensaje. Lo importante es que lo acepta y su vida se transforma definitivamente. Eso es lo que se designa como conversión, cambio de vida. La Magdalena es la primera testigo de la resurrección de Jesús y la primera en ser enviada a anunciar que la vida ha triunfado sobre la muerte. Es urgente reconocer el discipulado de la mujer y su capacidad para entender el querer de Dios. Ellas, misioneras en la persona de María Magdalena, son ejemplo de constancia y tenacidad. Pidamos por todas las mujeres del mundo, especialmente por aquellas que dedican su vida a expresar su fe en el compromiso cotidiano de llenar el mundo de ternura y dignidad. ¿Conocemos personas que han cambiado de vida? ¿Cómo se vive la acogida a esas personas, en nuestras comunidades.

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