Lectura del santo evangelio según san
Marcos:
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un
grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos
discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los
fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos,
restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la
plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de
lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas
preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no
siguen la tradición de los mayores?" Él les contestó: "Bien profetizó
Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra
con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está
vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un
lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres."
Y añadió: "Anuláis el mandamiento
de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a
tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de
muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su
madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya
no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra
de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas." Palabra
del Señor.
Reflexión
Ahora que estamos a un día de iniciar la
Cuaresma nos viene muy bien este texto del evangelio que nos pone delante de tradición religiosa. Lo que Jesús nos
enseña es el centro de nuestra fe. Lo importante es descubrir el rostro
compasivo, misericordioso y liberador de Dios. Todo lo demás se organizará a
partir de esta experiencia amorosa. La ley, el templo y el culto deben estar
orientados a destacar esta realidad de Dios. De no ser así, las religiones se
convierten en instituciones pesadas que en vez de aportar vida y esperanza,
deprimen y entristecen a los pueblos. Demos gracias a Jesús que nos ha dado el
ejemplo de cómo vivir nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos de fe.
Una fe que nos une en el amor, en la práctica de la solidaridad y la búsqueda del
bien compartido. Para Jesús la única ley es el amor, el único culto es la
misericordia y el único templo es el corazón humano. Aprovechemos la Cuaresma
2013 para revisar nuestra práctica religiosa y cambiar aquello que no responda
a la práctica de Jesús, El es nuestro Maestro. Vivamos con alegría nuestra fe
cristiana y compartámosla en comunidad.
Amen!, Definitivamente, muchas veces hablamos de amor al prójimo y de compartir, pero nos olvidamos de dar amor en nuestro propio hogar, de amarnos y respetarnos a nosotros mismo. Soy feliz por la fe que profeso, con mis fallas con mis debilidades.., pero siempre dispuesta a dar amor y amarme en el nombre poderoso de Jesús.
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