EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 14 de diciembre de 2012

LA PALABRA DE DIOS NOS INTERPELA


“El Evangelio de Hoy”: Mateo 11,16-19

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: "Hemos tocado la flauta, y no han bailado; hemos cantado lamentaciones, y no han llorado." Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores." Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios." Palabra del Señor.

Reflexión
También en se vive la realidad de la incomprensión o de la poca atención en lo referente a la salud. Muchas propagandas a favor de la prevención de las enfermedades catastróficas y dolorosas: necesidad de prevenir el sida, el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas… sin embargo, muy pocas personas hacen caso, continúan su vida “normal”. Y cuando alguien se toma la prevención en serio, es acusado de ridículo o de maniático. ¿ A qué hacemos nosotros caso?
 
En el caso que nos presenta el Evangelio de Hoy, tanto Juan Bautista como Jesús hacen un llamado al cambio, a la preparación del futuro, a vivir conscientemente el día a día. Sin embargo, uno es acusado de loco exagerado y el otro de comelón y de ser amigo de gente mal vistas por su pobreza, sus enfermedades y por su “pecados”… no se reacciona a ninguno de sus mensajes. Juan Bautista es encarcelado y asesinado por la ambición de poder del rey Herodes; Jesús es fuertemente criticado por andar con gente de la mala fama y finalmente clavado en la cruz.
 
Tanto la vida llevada por el profeta Juan Bautista y la vivida por Jesús, son propuestas, caminos de acercamiento a Dios, de preparación para acoger su Reino. A fin de cuentas son dos gestos proféticos: la austeridad de Juan que denuncia la ostentación y el lujo a costa de los pobres; y la sencillez de Jesús, identificado con la gente del pueblo. Ninguno de los gestos se acomoda a los parámetros de apariencia y falsedad de los líderes religiosos, sociales y políticos.  Éste es el llamado que hoy nos hace Jesús en su evangelio para que vivamos coherentemente y sepamos escuchar los mensajes de salvación que proceden de diversas maneras. Desde los llamados de los médicos y las instituciones sanitarias a prevenir enfermedades, por nuestro bienestar físico hasta la invitación a escuchar la llamada de Dios a preparar el bienestar eterno. Estemos atentos a los signos que se nos muestran en el día a día, seamos sabios al  reaccionar.

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