Lectura del santo evangelio según
san Marcos:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se
hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo,
los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las
nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus
elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta
parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas,
deducen que el verano está cerca; pues cuando vean ustedes suceder esto, sepan
que él está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación antes
que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán,
aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo,
sólo el Padre." Palabra del Señor.
Reflexión
Invitada: NADIE SABE EL DÍA
JOSÉ ANTONIO PAGOLA,
JOSÉ ANTONIO PAGOLA,
El mejor conocimiento del lenguaje apocalíptico, construido de imágenes y
recursos simbólicos para hablar del fin del mundo, nos permite hoy escuchar el
mensaje esperanzador de Jesús, sin caer en la tentación de sembrar angustia y
terror en las conciencias.
Un día la historia apasionante del ser humano sobre la tierra llegará a su
final. Esta es la convicción firme de Jesús. Esta es también la previsión de la
ciencia actual. El mundo no es eterno. Esta vida terminará. ¿Qué va a ser de
nuestras luchas y trabajos, de nuestros esfuerzos y aspiraciones?
Jesús habla con sobriedad. No quiere alimentar ninguna curiosidad morbosa.
Corta de raíz cualquier intento de especular con cálculos, fechas o plazos. “Nadie
sabe el día o la hora…, sólo el Padre”. Nada de psicosis ante el final. El
mundo está en buenas manos. No caminamos hacia el caos. Podemos confiar en
Dios, nuestro Creador y Padre.
Desde esta confianza total, Jesús expone su esperanza: la creación actual
terminará, pero será para dejar paso a una nueva creación, que tendrá por
centro a Cristo resucitado. ¿Es posible creer algo tan grandioso? ¿Podemos
hablar así antes de que nada haya ocurrido?
Jesús recurre a imágenes que todos pueden entender. Un día el sol y la luna
que hoy iluminan la tierra y hacen posible la vida, se apagarán. El mundo
quedará a oscuras. ¿Se apagará también la historia de la Humanidad? ¿Terminarán
así nuestras esperanzas?
Según la versión de Marcos, en medio de esa noche se podrá ver al “Hijo
del Hombre”, es decir, a Cristo resucitado que vendrá “con gran poder y
gloria”. Su luz salvadora lo iluminará todo. Él será el centro de un mundo
nuevo, el principio de una humanidad renovada para siempre.
Jesús sabe que no es fácil creer en sus palabras. ¿Cómo puede probar que
las cosas sucederán así? Con una sencillez sorprendente, invita a vivir esta
vida como una primavera. Todos conocen la experiencia: la vida que parecía
muerta durante el invierno comienza a despertar; en las ramas de la higuera
brotan de nuevo pequeñas hojas. Todos saben que el verano está cerca.
Esta vida que ahora conocemos es como la primavera. Todavía no es posible
cosechar. No podemos obtener logros definitivos. Pero hay pequeños signos de
que la vida está en gestación. Nuestros esfuerzos por un mundo mejor no se
perderán. Nadie sabe el día, pero Jesús vendrá. Con su venida se desvelará el
misterio último de la realidad que los creyentes llamamos Dios.
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