EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 23 de octubre de 2021

ARREPENTIRSE


 

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 1-9

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

 

En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: "¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no. Y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera".

Y les dijo esta parábola: "Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás". Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

El evangelio de hoy nos llama a interpretar la vida de manera positiva y responsable. Ya sabemos que Dios no castiga a nadie por su pecado. Las enfermedades no vienen de Dios, son parte de la vida y hay que cuidarse de ellas, prevenirlas y curarlas. Frente a nuestro pecado, las actitudes a asumir no es el miedo a la posibilidad de terminar castigado por Dios, la actitud cristiana es la conversión, el cabio de vida y la reparación del mal causado de acuerdo a nuestras posibilidades. Dar frutos de vida y posibilitar con nuestros compromisos comunitarios, que otros también aporten buenos frutos de cambio. Así que reactivemos nuestra fe en el Dios de Jesús, y, como él, dispongámonos a transformar la realidad con nuestra acción.

 

No hay otra manera de avanzar si no es cambiando, actuando de manera nueva, poniendo en práctica los conocimientos que se van adquiriendo. Dejar atrás todo aquello que limita el alcance de la vida plena. El evangelio de hoy nos habla de la capacidad de arrepentirse, de volver a pensar en lo que se ha hecho, dicho o pensado, para confrontarlo con la enseñanza de Jesús. Arrepentirse no es sólo una cuestión intimista de considerar que la propia historia personal es un continuo error, ni tampoco un sometimiento a los patrones y valores con los que la cultura dominante evalúa a todos los que se someten a ella. Nosotros hoy podemos ser inmensamente más felices si sentimos que no estamos estancados en prácticas estériles y vamos dando pasos claros de cambio y de crecimiento. Jesús nos llama al arrepentimiento, que se confronta en primer lugar con su palabra y que es crítica frente a los prejuicios sociales y políticos.

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