“El Evangelio de Hoy”: Lc 8, 16-18
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la
cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay
oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a
hacerse público. A ver si me escuchan bien: al que tiene se le dará, al que no
tiene se le quitará hasta lo que cree tener". Palabra del Señor.
Reflexión
Quienes creemos en Jesús tenemos la misión de ser
luz y lo propio de la luz es iluminar, aclarar, rendir el servicio de la
iluminación hacia los demás. Y si no queremos que esta misión se quede en la
letra, tenemos que ir mostrando con hechos reales y concretos nuestra adhesión
a la persona de Jesucristo. Es de Él que nos llega la luz que debe ser
orientada hacia nuestros semejantes. Iluminamos a los otros cuando somos
acogedores, cuando aprendemos a escuchar con atención a quienes nos hablan y
somos capaces de dar una opinión respetuosa y sincera; iluminamos cuando
perdonamos a quienes se equivocan o deciden hacer algo contrario a lo que Jesús
nos enseña y a las normas de la Iglesia y de nuestras comunidades. Pero, sobre
todo, somos luz cuando mostramos sensibilidad, comprensión y cariño hacia
nuestros hermanos y hermanas que nos necesitan, cuando vivimos de acuerdo a lo
que el Evangelio nos enseña, sirviendo desinteresadamente a quienes nos rodean,
como Jesús y en su nombre. “Espíritu Santo, acláranos”.
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