Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
lunes, 16 de agosto de 2021
TENDRÁS UN TESORO EN EL CIELO
“El Evangelio de Hoy”: Mt 19, 16-22
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le
preguntó: "Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida
eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno
solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos." Él le preguntó: "¿Cuáles?" Jesús le contestó:
"No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso
testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti
mismo." El muchacho le dijo: "Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me
falta?" Jesús le contestó: "Si quieres llegar hasta el final, vende
lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y
luego vente conmigo." Al oír esto, el joven se fue triste, porque era
rico. Palabra del Señor.
Reflexión
Hay un doble interés manifiesto en “El Evangelio
de Hoy”: Jesús quiere instruir a sus discípulos, y el evangelista a su
comunidad, sobre la actitud que debemos tener los cristianos frente a la
riqueza y la pobreza. El diálogo inicial sobre lo que debemos hacer para
alcanzar la salvación se mueve en la lógica de lo que todos ya saben. Cumplir
los mandamientos. Algo que el joven rico ha hecho y bastante bien. Sin embargo,
la pregunta clave es la que se encuentra en la mitad del relato:Jesús
propone la perfección. : "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que
tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego
vente conmigo.
No basta con cumplir, hay que vivir de corazón la
fraternidad y la justicia. Se puede ser buena persona cumpliendo las normas
básicas de la religión o la sociedad, pero sólo es verdadero cristiano quien
comparte con los pobres su riqueza y con Jesús su vida. Pobreza y seguimiento
entran en conflicto con la riqueza del joven. Para tristeza de todos, triunfa
la riqueza. No comprendió el joven que en Jesús y los pobres estaba su gran
tesoro, y que por éstos vale la pena dejarlo todo. Es a nosotros a quienes nos
toca preguntarnos hoy por lo que nos falta para vivir la confianza total en el
Dios de la Vida y sentir paz. Dios nos acompañe.
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