Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
viernes, 11 de junio de 2021
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
“El Evangelio de Hoy”: Jn 19,31-37
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la
Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque
aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilatos que les quebraran las
piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al
primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús,
viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los
soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice
verdad, para que también ustedes crean. Esto ocurrió para que se cumpliera la
Escritura: "No le quebrarán un hueso"; y en otro lugar la Escritura
dice: "Mirarán al que atravesaron." Palabra del Señor.
Reflexión.
La Fiesta del Sagrado Corazón de
Jesús es un acontecimiento que no podemos pasar por alto en nuestra reflexión
dada la importancia de la vida interior, de la vida afectiva, de la ternura y
el cariño que sentimos, que vivimos los seres humanos. La sociedad moderna
cargada de pragmatismo nos amenaza con imponer su racionalismo y materialismo
pero la realidad humana y la experiencia compartida le dan la razón al corazón,
al afecto, a la amistad, a la solidaridad que crea fraternidad y comunión. Todo
esto es representado en el corazón como centro interior de la persona que la
encamina a adoptar actitudes concretas frente a los demás. Por eso se afirma
que Jesús es el corazón humano de Dios.
Frente a las distintas crisis que
vivimos no podemos reducir la búsqueda de soluciones al ámbito de la razón. El
corazón engloba la capacidad humana de adecuar las ideas y pensamientos en
general de manera que no comprometan la dignidad de la Creación de Dios.
Analizar la realidad, ensayar salidas a los problemas y dificultades, discernir
cuál es la mejor manera de enfrentar el presente y preparar el futuro, todo
esto pasa por el corazón. De lo contrario corremos el riesgo de llegar a
conclusiones parecidas a la de algunos de los más radicales defensores del
neoliberalismo económico, que dicen creen que se puede sacrificar a la mitad de
la humanidad sin no son capaces de adaptarse al libre mercado de los bienes y
servicios, como si el mercado fuera más importante que las personas y toda la
Creación.
El Corazón de Jesús encierra toda la
bondad de Dios, su misericordia, su compasión. Su capacidad universal de crear,
acoger y permitir la vida sin condenas ni prejuicios. Con su particular manera
de vivir, predicar y tratar, Jesús reveló que es desde el corazón desde donde
se puede cambiar y recrear lo que hoy no funciona el mundo. Claro
que para ello tenemos que hacer práctico y visible el amor del corazón. Y una
vez más, es el mismo Jesús quien constituye el paradigma de una vida interior o
se corazón, capaz de transformar las estructuras a favor de la vida y de la
convivencia humana. En este día de Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús dejemos
que salgan de nuestro corazón los mismos sentimientos que marcaron la vida de
Jesús y su relación con Dios y con los hombres y mujeres: El amor.
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