EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 29 de enero de 2021

GERMINA Y VA CRECIENDO


 

«El Evangelio de Hoy»: Mc 4,26-34

 

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. Palabra del Señor.

 

Reflexión:

 

La fuerza del Evangelio no es algo espectacular o clamoroso. Según Jesús, es como sembrar algo tan pequeño e insignificante como “un grano de mostaza” que germina secretamente en el corazón de las personas. El Evangelio solo se puede sembrar con fe. Es lo que Jesús quiere hacerles ver con sus pequeñas parábolas. El Proyecto de Dios de hacer un mundo más humano lleva dentro una fuerza salvadora y transformadora que ya no depende del sembrador. Nadie sabe exactamente lo que hay que hacer. Lo que necesitamos es buscar caminos nuevos con la humildad y la confianza de Jesús.

 

Los proyectos y planes pastorales no buscan una eficacia puntual para la Iglesia sino, estrategias posibles para vivir la misión encomendada, pues solo la fuerza de Jesús puede regenerar la fe en la sociedad descristianizada de nuestros días. Entonces aprenderemos a sembrar con humildad el Evangelio como inicio de una fe renovada, no transmitida por nuestros esfuerzos pastorales, sino engendrada por él. Así que podemos continuar implementando la nueva evangelización desde una actitud confiada y humilde. El Reino es de Dios, solo él sabe cómo hacerlo crecer y lo hace sin que nos demos cuenta. Ceo que a esto nos ha estado invitando en estos meses el Papa Francisco.

jueves, 28 de enero de 2021

SER TRANSPARENTES


 

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4,21-25

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: « ¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.» Palabra del Señor.

 

Reflexión El Evangelio de Hoy nos impulsa a hablar y meditar sobre el tema de la luz. La luz es sinónimo de confort, de bienestar en el buen sentido de la palabra. Es claridad, libertad para ver y reaccionar. La luz nos permite ver en la oscuridad, no tropezar en el camino o encontrar las cosas que buscamos. Podríamos decir que la luz es esencial a la vida del ser humano. Jesús utiliza este elemento de la vida cotidiana para señalar la importancia de la transparencia en la vida. El ambiente religioso de los tiempos de Jesús era oscuro y opaco por la corrupción, la violencia y la opresión por parte de los dirigentes religiosos y políticos.

Hoy somos llamados a aprovechar toda la experiencia acumulada en la historia de la humanidad, y ponerla al servicio de las comunidades. A actuar como quien ve y deja ver a los demás. Dejémonos iluminar para superar personalmente y como pueblo todo lo que impide la realización humana, la felicidad y la salvación. No lo dudemos ni un instante, somos luz para iluminar. Aprovechemos la ayuda de la luz que nos proporcionan quienes nos rodean.

miércoles, 27 de enero de 2021

SALIÓ A SEMBRAR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4,1-20 Lectura del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchen: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga." Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A ustedes se les han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen." Y añadió: "¿No entienden esta parábola? ¿Pues, cómo van a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Palabra del Señor. Reflexión No podemos forzar la producción de hombres y mujeres para el Reino de Dios. La parábola del sembrador viene con todo y explicación. Nos quedaría a nosotros pensar si tenemos una actitud de sembrador o de terreno sembrado, o si actuamos en los dos campos. Si somos sembradores no podemos elegir el terreno dónde sembrar, hay que lanzar la semilla y confiar en que Dios hará fructificar a su modo lo sembrado. Eso hace Jesús y constata el fracaso de su trabajo. Lo mismo sucede a las primeras comunidades. Ni Jesús ni sus primeros seguidores perdieron la esperanza. Confiaron y continuaron. Dios sigue llamando a muchos hombres y mujeres para sembrar; sigue insistiendo a tiempo y a destiempo; él sabe que aun en medio de la dureza y la aridez del terreno, en algún rinconcito algo nuevo tendrá que suceder. ¡Dios no falla! Una invitación a tomar conciencia de que el Reino es de Dios, él es quien se ocupa y nosotros somos invitados a compartir la misión de regar la semilla siguiendo a Jesús, sin centrarnos en el rendimiento. El corazón humano puede representar los estados de aridez, sequedad, superficialidad, emotividad o profundidad y solidez del terreno sembrado. Dios nos inspire a recibir con ilusión su palabra y a buscar los medios de vivirla dando buenas cosechas.

lunes, 25 de enero de 2021

CONVERSIÓN DE SAN PABLO


“El Evangelio de Hoy”: Mc 16, 15-18

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos

 

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."  Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

Celebramos hoy una de las fiestas raras del calendario Romano. “La Conversión de San Pablo”. Rara porque es única. De ningún personaje bíblico se celebra el día de su conversión. Celebramos este acontecimiento extraordinario en la vida de San Pablo por el significado que tuvo, no solamente para él sino también para la naciente Iglesia. Pablo pasó de perseguidor de la Iglesia a perseguido por formar parte de ella, de acusador a acusado y defensor. La conversión de San Pablo es un ejemplo a seguir por los hombres y mujeres de todos los tiempos. Pablo experimenta que Dios está presente en él, que puede acceder a Dios por medio de las personas. Pablo se da cuenta que ese mismo Dios en quien cree habita en él y en la comunidad. Se deja seducir por Jesús y su mensaje y consagra toda su vida a propagarlo con pasión y a fundar nuevas comunidades cristianas en el mundo conocido de entonces.

 

El evangelio de hoy es encarnado por pablo, quien, a partir de su conversión, se dispone a recorrer el mundo anunciando a Jesús y su evangelio. Acogiendo a los que aceptaban este evangelio y organizando la vida comunitaria de estas personas seguidoras de Jesús. Jesús le acompaña realizando los signos de su presencia en el mundo y haciendo visible el Reino de Dios. ¿Cuáles son los cambios que nos pide Jesús hoy? ¿Estamos viviendo la misión a la que nos convoca Jesús? No olvidemos que el evangelio es actual, no es historia pasada es palabra viva que busca movernos positivamente y hacernos partícipes en la construcción del Reino de Dios. 

 

martes, 19 de enero de 2021

CADA COSA EN SU LUGAR


 

“El Evangelio de Hoy”: Mc 2,23-28

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

 

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

Los fariseos son un grupo de practicantes, formales, radicales de su religión, están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. Por eso asegura Jesús que "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Somos llamados a estar atentos para que nuestras comunidades ni nosotros cada cual se vean afectados por las normas y la organización integral de nuestra religión. Todo debe ayudarnos dignamente a glorificar a Dios. Y recordamos a San Ireneo quien nos aseguró que “la gloria de Dios es nuestra vida”.

jueves, 14 de enero de 2021

LO LIMPIÓ, LO INTEGRÓ Y LO SALVÓ

 


“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 40-45

 

Lectura del santo evangelio según San Marcos:

 

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

La purificación de este leproso se opera gracias a la confianza que pone en Jesús. La lepra era considerada, en aquel tiempo, como una enfermedad terrible. El leproso tenía que andar por las afueras de la ciudad o de la aldea. Los leprosos formaban parte del grupo de los excluidos, impuros y pecadores extremos de aquella cultura. El leproso de este pasaje rompe todas las convenciones y prohibiciones del momento. Se acerca a Jesús y le solicita la limpieza. Jesús no rechaza la cercanía y el contacto físico de este hombre. Lo escucha, lo acepta y lo acoge. Pero, sobre todo, lo toca, a pesar de que el contacto físico iba en contra de las convenciones religiosas vigentes.

 

Si el leproso se atreve a arriesgarse violando la ley y entrando en contacto con Jesús. Jesús hará lo mismo tocando al enfermo. Al devolverle la salud, Jesús le está recuperando su dignidad de hijo de Dios. Siguiendo la ley, lo manda a presentar la ofrenda estipulada para estos casos. Jesús demuestra que la persona está por encima de la ley y que es necesario devolverle el sentido salvífico a la misma ley. No la trasgrede, pero la supera a favor de la persona humana excluida y marginada.

 

Hoy somos nosotros quienes estamos llamados a valorar la persona y a darle servicio dignificante e integrador en nuestra sociedad marginadora.  Al valorar al ser humano priorizaremos los elementos de la vida que favorezcan su salud, su educación, su participación en los diferentes niveles de vida social y cuidaremos su integridad física y espiritual. Como Jesús que aporta la esperanza con sus signos de vida, de salud y de compasión nosotros estamos siendo interpelados a aportar nuestra cuota de esfuerzo.


miércoles, 13 de enero de 2021

ACOGIDA = SALUD = SERVICIO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1,29-39 Lectura del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca." Él les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido." Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor. Reflexión Jesús ama la vida y por eso, al ir a la casa de la suegra de Pedro la sana de su fiebre como signo del Reino de vida que ha venido a anunciar. La respuesta de la mujer al don recibido es el servicio. Este comportamiento debe ser imitado por todos los seguidores de Jesús: se acoge verdaderamente el Reino cuando ponemos nuestras vidas al servicio de los demás. Jesús continúa su misión y sus signos de vida acercándose a los enfermos y acogiéndolos con misericordia. Las multitudes que se acercan a Jesús están sin dudas formadas por los débiles y marginados. Vayamos a otra parte, dice Jesús a sus discípulos, la evangelización es una actividad comunitaria e intensa, por eso se van a recorrer todas las aldeas de la Galilea. El interés de Jesús al mejorar la calidad de vida de la gente es mostrar la ternura y el amor de Dios por su pueblo. Su bondad es capaz de superar cualquier contratiempo. Jesús no anda moralizando ni discurseando mucho. Lo suyo es aliviar a la gente de lo que le impide la alegría y el gozo. Si en realidad la gente comprendiera y aceptara este amor de Dios que encarna Jesús, fuera capaz de avanzar espiritualmente y confiara en Dios. Dios siempre ha sido solidario con la humanidad, en especial con quienes padecen el dolor y el sufrimiento. Él ha enviado a su Hijo a anunciar la Buena Noticias a todos los pueblos. La reacción desde la fe debe ser la conversión y el seguimiento de Jesús como agradecimiento que reconoce el amor que Dios nos tiene. Así lo vivió la suegra de Pedro, una vez recuperada, se dedicó a servir. Nuestra Señora de La Altagracia… Ruega por nosotros …

martes, 12 de enero de 2021

AMAR AUTORIZA


 

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 21-28.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos

 

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor


Reflexión. 

 

La enseñanza no es una tarea fácil. Todos y todas tenemos nuestros conocimientos ya acumulados. Nuestra historia personal se va configurando día a día con las distintas experiencias que vamos viviendo. Recibir una enseñanza y asumirla se vuelve un ejercicio arduo y crítico para que pueda ayudarnos a crecer y madurar. Jesús enseña con autoridad. Su enseñanza y la manera de hacerlo son nuevas. Su novedad consiste en su cercanía a la gente, su acogida y comprensión de su realidad. Los recursos utilizados por Jesús son del conocimiento de todos sus auditores. Sus fundamentos son extraídos de las escrituras y de la tradición popular. La gente que acude a escuchar a Jesús se siente identificada con él. Sus preocupaciones son enfocadas por Jesús de manera directa, y las soluciones propuestas son eficaces e incluyentes. Quienes le escuchan sienten que Él está de su parte. Esto despierta y llama a la conversión y al seguimiento. 

 

Todos nosotros, seguidores de Jesús, contamos con su autoridad para vivir nuestra fe y comunicarla a los demás. Somos invitados e invitadas a continuar la misión de Jesús. El anuncio de la Buena Noticia es hoy más necesario que nunca en una sociedad plagada de situaciones lacerantes que matan, desaniman y enfrían a cualquier ser humano. Los espíritus inmundos de las injusticias sociales, de la desigualdad vergonzante en que vivimos, de la corrupción galopante y penetrante, de las enfermedades incurables por falta de recursos y el negocio inhumano de la medicina, de la búsqueda de riquezas a como dé lugar, del egoísmo personal,… tiene que ser expulsado con autoridad, la autoridad del amor fraterno y la justicia social. La autoridad del servicio desinteresado. La autoridad de la entrega mutua a favor del bien que humaniza. Dios nos acompañe con su fuerza espiritual, con su autoridad dadora de vida y nos anime en nuestra misión de seguidores de Jesús.

viernes, 8 de enero de 2021

COMIERON TODOS Y QUEDÒ PARA LOS QUE FALTARON


 

“El Evangelio de Hoy”: Mc 6, 34-44

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

 

En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer." Él les replicó: "Denles ustedes de comer." Ellos le preguntaron: "¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?" Él les dijo: "¿Cuántos panes tienen? vayan a ver." Cuando lo averiguaron le dijeron: "Cinco, y dos peces."

Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres. Palabra del Señor.

 

Reflexión                   

                                                                         

Jesús forma a sus discípulos para que luego puedan seguirlo de manera correcta en la continuación de su propia misión. Al multiplicar los panes y los peces, Jesús se convierte en el nuevo Moisés que alimenta a su pueblo. Jesús realiza el milagro en favor de una multitud por la que siente compasión. Jesús vincula a los discípulos a los preparativos del banquete. No olvidemos que para Jesús es muy importante que sus discípulos asuman su tarea desde la experiencia vivida con él. Jesús, con su manera de vivir y de actuar a favor de los hambrientos, está revelando que Dios, su Padre y nuestro Padre, es compasivo y misericordioso. Así deberán reaccionar los que creen en Dios, como Jesús.

 

Jesús no obra milagros sólo para satisfacer las necesidades materiales de la gente, sino también para revelarle su misión y preparar a los discípulos para la nueva misión. “…Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces…”  El tema del alimento sobrante está orientado a hacer tomar conciencia de que el alimento ofrecido por Jesús está destinado también a otros muchos invitados. Y, si quedan exactamente doce canastas de sobras, es porque los doce discípulos, servidores, han de convertirse en misioneros, enviados a alimentar a los que no han estado presentes.

 

Así también la Eucaristía, es una comida misionera, está destinada a alimentar a toda la humanidad y no solo a los doce Apóstoles. Dejémonos alimentar por Jesús y su mensaje de amor. Amando y compartiendo estamos siguiendo a Cristo y revelando un Dios capaz de escuchar el grito necesitado de su pueblo y de responder a sus gritos de auxilio.

jueves, 7 de enero de 2021

"UNA LUZ LES BRILLÓ"


 

“El Evangelio de Hoy: Mt 4,12-17.23-25

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo

 

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: "País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló."

Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: "Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos." Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Trasjordania. Palabra del señor.

 

Reflexión

 

Este evangelio nos sitúa al inicio de la actividad evangelizadora de Jesús. La misión de Juan Bautista se ha terminado brusca y brutalmente al ser decapitado por Herodes. Jesús entra en escena en Galilea la región marginada y despreciada por los judíos de la capital, la provincia cercana a los paganos y donde se practica la religión mezclándola con otras prácticas, según los puritanos cultuales de la época. Sin ir más lejos, este texto nos presenta una especie de resumen de los elementos esenciales de lo que será la predicación de Jesús: El Reino de Dios está cerca, más tarde se detallará en qué consisten sus aportes, sus riquezas; pero desde ya invita a la conversión, al cambio de vida. Al mismo tiempo, se nos presentan los signos que acompañan la enseñanza de Jesús: “Curaba las enfermedades y dolencias del pueblo”. Las obras del Reino de Dios ya se están viendo, las “curaciones” confirman la validez y la fuerza del mensaje proclamado por Jesús a favor de la vida. Al iniciar este año sería provechoso para nosotros proponernos hacer algo concreto cada día para testimoniar nuestra fe en Jesús. Nada forzado para competir, sino algo discreto que nos salga del corazón y de nuestro deseo de avanzar en nuestra práctica religiosa.

lunes, 4 de enero de 2021

ESE ES EL CORDERO DE DIOS


 

"El Evangelio de Hoy": Jn 1,35-42

 

Lectura del santo evangelio según san Juan:

 

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscan?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Vengan y lo verán." Entonces fueron, y vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)." Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

Este texto del Evangelio de Hoy muestra un proceso de acercamiento y conocimiento de Jesús para terminar siguiéndolo en su misión. La vocación cristiana es un llamamiento explícito de Dios en el que él toma siempre la iniciativa, tal como se manifiesta en la autoridad con la que Jesús cambia el nombre de Simón, en la mirada que Jesús fija en Pedro y, sobre todo, en el misterioso atractivo que ejerce Jesús sobre los dos discípulos de Juan. En la línea de la reflexión de ayer, Juan Bautista prepara hasta a sus propios discípulos mostrándole a Jesús.

 

No basta con buscar a Jesús, después de encontrarlo hay que seguirlo para conocerlo y tomar la decisión de permanecer con él hasta la eternidad. Jesús se deja encontrar e invita a profundizar en su persona antes de aventurarse en su seguimiento, lo que nos indica la seriedad del seguimiento de Jesús. No se trata de adherirnos a cumplir una serie de normas, leyes y preceptos, sino a una persona siempre viva y a nuestro lado. Con unas actitudes que apuntan siempre a la vida abundante, libre y provechosa. Entre nosotros los cristianos, sabio es quien busca a Jesús y puede encontrarlo y servirle en los hermanos. Cualquier otro estilo de búsqueda, encuentro y seguimiento puede estar desviado del “…vengan y lo verán…” de Jesús a Pedro y Andrés.

sábado, 2 de enero de 2021

DAR TESTIMONIO DE JESÚS


 

“El Evangelio de Hoy”: Jn 1,19-28

 

Lectura del santo evangelio según san Juan: 

 

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanen el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías." Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de ustedes hay uno que no conocen, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia." Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor.

Reflexión

 

¿Cuál es nuestra identidad más profunda según nuestra práctica de vida? ¿A quién seguimos con nuestras opciones y reacciones reales?  Ante la realidad deshumanizante, indiferente, dividida, violenta, insegura e incierta que vivimos, El Evangelio de Hoy nos invita a dar testimonio de fe viviendo los valores cristianos como camino de reconciliación y de esperanza. La vida y la práctica de Juan Bautista son inspiradoras para los creyentes de todos los tiempos. Juan no usurpa el lugar de Jesús ni el de nadie, da testimonio de su propia vocación invitando a la gente a descubrir la presencia de Dios, en Jesús, cumpliendo su promesa de salvación.

 

Al encontrarnos con Jesús descubriremos su llamada a cambiar de vida asumiendo las actitudes que él nos propone para construir el Reino de Dios: la solidaridad, la justicia, el amor fraterno, la paz, así estaremos gritando en medio del desierto social que pone su esperanza en las vanidades del mundo, despreciando los valores dignificantes y trascendentes vividos y propuestos por Jesús. Muchos son las alternativas que nos presentan los oportunistas que en medio de los sufrimientos y problemas de los pueblos se constituyen en falsos mesías y profetas. No les creamos. Que este año, que apenas comienza, podamos ser testigos de esperanza y unidad que transformen y renueven nuestra identidad cristiana y nuestra libertad.  

viernes, 1 de enero de 2021

FELIZ AÑO EN PAZ


 

“El Evangelio de Hoy”: Lc 2, 16-21

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas

 

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. Palabra del Señor.

 

Reflexión: 

 

Litúrgicamente, hoy es la fiesta de «Santa María Madre de Dios». Pero hoy es también el primer día del año civil, « ¡Año Nuevo!» y la Jornada Mundial por la Paz. En su mensaje, el papa nos invita a reflexionar sobre La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día.Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes» (Lc 10,5-6). Si nos cuidamos mutuamente habrá paz en cada hogar y entre las naciones.

 

Bendigamos al Señor por todo lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año que pone ante nuestros ojos. Pero sobre todo aceptemos la bendición de Dios. Año nuevo, vida nueva. La bendición o benevolencia de Dios para los seres humanos da un gran paso: Dios ya no bendice con palabras, ahora bendice a todos los seres humanos y aun a toda la creación, con la misma persona de su Hijo, que se hace hermano de todos y todas. Y nadie queda marginado de su amor.

 

Seguimos disfrutando de la Navidad, tiempo en el que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño familiar... se nos hace más palpable que nunca. Todo ayuda a ello en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos anidar estos sentimientos en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año. Al comenzar el año, al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir. Las grandes dificultades afrontadas este año continúan latentes, cuidémonos y saldremos adelante con la ayuda fiel de Dios y de María, Feliz año nuevo!.