EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 3 de octubre de 2019

CONFIANZA EN QUIEN ENVÍA




El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 1-12

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes.
Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario.
No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el reino de Dios."
Cuando entren en un pueblo y no les reciban, salgan a la plaza y digan: "Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, sepan que está cerca el reino de Dios."
Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo." Palabra del Señor.

Reflexión: 

En estos tiempos en que nos preparamos para vivir la Misión Bíblica Católica, este evangelio nos envía a comunicar la paz, a mejorar la vida de los demás, a promover la justicia y la fraternidad como elementos fundamentales para disfrutar de paz. Para vivir esta misión necesitamos poner la confianza en el que nos envía y no en los recursos que podamos aportar. “Pónganse en camino”. No hay que esperar a nada. No hemos de retener a Jesús dentro nuestras parroquias. Hay que darlo a conocer en la vida. “No lleven bolsas, alforjas ni sandalias de repuesto”.

Hay que salir a la vida de manera sencilla y humilde. Sin privilegios ni estructuras de poder. El Evangelio no se impone por la fuerza. Se contagia desde la fe en Jesús y la confianza en el Padre. Cuando entren en una casa, digan: “Paz a esta casa”. Esto es lo primero. Dejen a un lado las condenas, curen a los enfermos, alivien los sufrimientos que hay en el mundo. Digan a todos que Dios está cerca y nos quiere ver trabajando por una vida más humana. Esta es la gran noticia del reino de Dios.

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