EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 24 de junio de 2017

NACIMIENTO DE JUAN BAUTISTA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1, 57-66.80

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel. Palabra del Señor.

Reflexión

El nacimiento de Juan es el inicio del cumplimiento de la promesa hecha por Dios, Después Juan vendrá Jesús. La esterilidad es vencida por Dios, él vendrá a salvar a su pueblo. La gente percibe la obra de Dios y eso es fuente de alegría, jubilo y regocijo que envuelve y contagia a vecinos y parientes, como ya lo había predicho el mensajero de Dios. Dios se muestra como compasivo y misericordioso.

Para nosotros los cristianos y cristianas de hoy la importancia de Juan Bautista radica en su vocación profética. Él anuncia la necesidad de la conversión, denuncia las injusticias y la falsa manera de vivir la religión. Vive de manera austera mostrándose abierto a la voz de Dios para luego ir a anunciar a los demás su palabra. Hoy necesitamos forjar nuevos nacimientos de proyectos de vida, de justicia y de paz. Como Juan, sepamos utilizar todos nuestros recursos para ponerlos al servicio de Jesús y de su misión. Demos gracias a Dios por darnos la oportunidad de celebrar el nacimiento de Juan Bautista y de renovar  nuestra vocación profética.

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