“El Evangelio de Hoy”: Mt 11, 16-19
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "¿A quién se parece esta
generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros:
"Hemos tocado la flauta, y no han bailado; hemos cantado lamentaciones, y
no han llorado." Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
"Tiene un demonio." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y
dicen: "Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y
pecadores." Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Y nosotros la generación que vive ahora veinte siglos después de Jesús,
¿A quién nos parecemos? ¿Cuál es nuestra pasión? ¿Qué es lo que nos
sensibiliza? ¿Qué nos hace cantar, bailar, entusiasmarnos, y qué nos hace
llorar y entristecernos? La fe en Jesús no se puede vivir al margen de la vida
real de cada día. Cada acontecimiento es una invitación a encontrarnos con Dios
y por tanto, nos llama a tomar una posición, a optar por la propuesta de Jesús.
¿Cuál es la espiritualidad que nos mueve, qué es lo que buscamos? Nuestra vida no
puede constituirse de una eterna rebeldía sin causa, tenemos que superar la
adolescencia espiritual para dirigirnos hacia la madurez, inquieta, pero
pedagógica y saludable.
Este trocito del evangelio de Mateo contiene una fuente inmensa de
cuestionamientos que pueden ayudarnos a reflexionar y a crecer en la práctica
de fe. Sin encerrarnos en concepciones fundamentalistas tenemos que aprender a
disfrutar la vida y avanzar paulatinamente en la búsqueda de nuestros objetivos
y metas esenciales. Aprendamos a no amargarnos ni llenarnos de odios y rencores
frente a lo diferente a nosotros. Nuestra identidad cristiana no debe llevarnos
aislarnos de los demás, pero tampoco a dejarnos llevar por las corrientes
sociales desprovistas de significación y trascendencia.
“Pero los hechos dan razón a
la sabiduría de Dios." Con frecuencia damos la espalda al plan de
Dios: la fraternidad, la justicia, el amor mutuo, el compromiso a favor del
bien común… pero en el fondo, nos damos cuenta que es eso lo que verdaderamente
nos realiza como humanidad. Este Adviento será significativo para nosotros en
la medida en que crezcamos en confianza hacia Dios y nuestros hermanos y
hermanas. Esta confianza nos permitirá vivir con esperanza práctica, en un
proceso permanente de búsqueda y encuentro.
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