EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 5 de noviembre de 2016

SERVIR A DIOS


“EL Evangelio de Hoy”: Lc 16, 9-15

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: "Gánense  amigos con el dinero injusto, para que, cuando les falte, los reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fueron de fiar en el injusto dinero, ¿quién les confiará lo que vale de veras? Si no fueron de fiar en lo ajeno, ¿lo suyo, quién se lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No poden servir a Dios y al dinero."
Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él. Jesús les dijo: "Ustedes presumen de observantes delante de la gente, pero Dios les conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La amistad es una forma de amar y compartir la vida. Lo contrario es la soledad y el egoísmo de querer todo para sí. Jesús enseña a sus discípulos la importancia esencial de compartir lo que uno es y lo que uno tiene, como camino de realización y felicidad. Hace unas semanas lo habíamos reflexionado: no es posible servir al mismo tiempo a dos señores, concretamente a Dios y al dinero. El dinero no es malo en sí mismo, se hace nocivo dependiendo de la forma cómo se use y de la relación que se establezca con él. Es dañino para quienes creen que el dinero es la única forma de encontrar la felicidad y lo convierten en el dios que rige la vida y los destinos de las personas y de la humanidad. La idolatría moderna está en hacer de los bienes, nuestro dios.

Hoy es casi impensable vivir sin dinero o bienes materiales. Necesitamos estos recursos para el desenvolvimiento cotidiano. Como humanos, hemos establecido relaciones sociales por medio de los bienes materiales, que son la base de todo modelo económico. El peligro de estos bienes, que son tan necesarios para la vida, es llegar a convertirlos en el único objetivo de vida. Somos invitados por El Evangelio de hoy a darle un uso razonable al dinero, a los bienes materiales, a aprovecharlo para el bien, para ganar amigos, no para comprarlos, sino para alimentar su vida en todos los sentidos. Dios nos permita ser sabios a la hora de administrar lo mucho y lo poco que vamos manejando. Buen fin de semana inspirados por Jesús.

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