Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
domingo, 23 de agosto de 2015
TU TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA
“El Evangelio de Hoy”:
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquel tiempo,
muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es
duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo
criticaban, les dijo: "¿Esto les hace vacilar?, ¿y si vieran al Hijo del
hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no
sirve de nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Y con todo,
algunos de ustedes no creen. "Pues Jesús sabía desde el principio quiénes
no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso les he dicho que
nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede." Desde entonces,
muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces
Jesús les dijo a los Doce: "¿También ustedes quieren marcharse?"
Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes
palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo
consagrado por Dios." Palabra del Señor.
Reflexión
Las palabras de Jesús chocan con la mentalidad vigente.
Hace veinte siglos parecía inadmisible que una persona pudiera comunicar un
mensaje tan exigente y tan liberador. Hoy, seguimos en el mismo plan: tratamos
de endulzar las palabras de Jesús para que no hieran nuestros prejuicios. Con
frecuencia queremos convertir la palabra de Jesús en el ejercicio de un
conjunto de ritos. Pero, la palabra de Jesús nos desestabiliza, nos desquicia y
nos lleva a cuestionar la vida diaria.
A veces, incluso, decimos como los discípulos. «Este modo
de hablar es inaceptable, ¿quién puede hacerle caso? No obstante, si queremos
seguir a Jesús, la única respuesta posible es un «sí» rotundo, un «amén»
decidido y generoso. Queremos seguirlo y queremos ser como él. No deseamos
contentarnos con los laureles que nos ofrece el mundo, sino que anhelamos
caminar con el Nazareno la difícil y tortuosa vía del pueblo de Dios en la
historia.
Ahora, muy pocos se atreven a criticar a Jesús de
Nazaret, pero esto no significa que estén de acuerdo con él. Muchas personas
hace tiempo que se «echaron para atrás» y cogieron su propio camino, solamente
que se contentan con llevar en su memoria el recuerdo de un bautismo
sociológico y el aval de las ceremonias religiosas. Pero, para aquellos que
anhelamos escuchar la voz del Maestro, no existe otra respuesta que la de Pedro
ante el desafío de Jesús: « ¿Señor, a quién iremos?, sólo tú tienes palabras de
vida eterna».
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