EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 3 de enero de 2015

"ESTE ES EL CORDERO DE DIOS"

"El Evangelio de Hoy": Jn 1, 29-34
Lectura del santo Evangelio según san Juan:
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: "Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor

Reflexión
Jesús ocupa el centro de estas fiestas navideñas. Las lecturas nos conducen al anuncio, el nacimiento, la adoración, la alegría de que sigue naciendo el Señor hoy en nosotros y está presente en nuestra historia. Como Juan el Bautista, nosotros también anunciamos el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No nos anunciamos a nosotros mismos. La fe no es para conseguir méritos propios, éxitos o ganancias personales. La Eucaristía que celebramos cada día también anuncia al Cordero de Dios.

Nosotros hoy, como Juan ayer, participamos de este gozoso anuncio. Podemos preguntarnos si la fe cristiana realmente comunica una buena noticia a toda la gente necesitada de perdón, de liberación. Si el Espíritu que hemos recibido en el bautismo se expresa en una vida renovada, si somos colaboradores de la obra del Señor, que viene a liberarnos del pecado y de la muerte.

Sabemos que estas fiestas navideñas son objetadas porque sus expresiones de humanidad muchas veces no van más allá del 6 de enero y parece que todo lo vivido y celebrado se cancela hasta la próxina Navidad. Como Juan Bautista tenemos que seguir anunciando y poniendo signos concretos del Reino de Dios que ha llegado en Jesús. Y que sea Buena Noticia para todos y todas.

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