EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

miércoles, 22 de octubre de 2014

COMPRENDER Y VIVIR LA FE HOY

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 39-48

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Comprendan que, si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre". Pedro preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarle a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El evangelio de Hoy, continuando el de ayer, es una fuerte invitación a no distraernos ni dejarnos llevar de cuentos. La venida de Jesús como Señor y Salvador no es una magnitud verificable. Pero mientras llega, mientras en la historia está como ausente, Jesús nos llama a permanecer vigilantes, preparados para su llegada sorpresiva viviendo de acuerdo a su voluntad. La fe consiste en vivir, mientras tanto, en esperanza activa, lo que está prometido en plenitud para cuando renga el Señor.  La fe no nos da a los creyentes ninguna clave para vivir tranquilos y despreocupados de la vida, acomodados a lo que sea.

La fe en las promesas de Dios y en su Reino nos compromete a asumir la historia con responsabilidad para que la palabra por Dios vaya transformando nuestra realidad. “A quién s le dio mucho se le exigirá más”. Lo importante es estar viviendo hoy lo que creemos pues esa vida en la fe nos asegura el entusiasmo y la alegría. Vivir nuestra fe significa ponernos al servicio de nuestros hermanos y hermanas, desarrollar nuestra vocación humana y cristiana. El reconocimiento del amor que Dios nos tiene es vital para poder adherirnos a Jesús y su proyecto de salvación y a su causa que es la causa de los pobres.

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