EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

domingo, 7 de septiembre de 2014

CORRECCIÓN FRATERNA

“El Evangelio de Hoy”: Mt 18,15-20

Lectura del santo evangelio según San Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Les aseguro, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El evangelio de Hoy nos presenta una parte del cuarto discurso del evangelio de San Mateo dedicado a las enseñanzas sobre la vida comunitaria. Sabemos que las personas somos diferentes y defendemos causas e intereses distintos. ¿Cómo armonizar nuestro comportamiento eclesial o comunitario sin perder nuestra propia identidad. Este capítulo 18 de Mateo nos comunica las vivencias de la fe de las comunidades cristianas a la que él pertenece, con sus logros y sus dificultades, sus normas, sus conflictos, sus esperanzas…

¿Qué comportamiento tener con los miembros de la comunidad que ha faltado contra su condición de seguidor de Jesús? En ningún caso se puede considerar como un perdido a ningún hermano o hermana, hay que buscar su regreso al camino que es Jesús. Con el individualismo que vivimos en nuestra época corremos el riesgo de llevarnos nuestros conflictos a la tumba. Ante este peligro. Aunque todos fallamos, esta realidad no nos impide acercarnos de manera delicada a quien se observa alejado de los valores del Evangelio.

El objetivo no es de acusarlo, condenarlo o humillarlo sino de ganar un hermano. No se trata de hacer ver a la otra persona que nosotros tenemos razón o que somos mejores. Se trata de evitarle humillaciones y rechazos. Para Jesús la coherencia del grupo, el amor de los otros es lo más importante en una comunidad cristiana. Ser cristiano supone una conducta determinada que va haciendo posible el Reino de Dios. La comunidad es responsable de la felicidad de sus miembros como respuesta al Evangelio.  En un mundo roto por el odio y la violencia, la oración comunitaria y la presencia de Jesús posibilitan el perdón y la misericordia. Buen domingo para todos y para todas…

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