Una reflexión del Evangelio en perspectiva teológico-pastoral para animar desde la liturgia, la vida de fe en su compromiso personal y comunitario
jueves, 7 de agosto de 2014
"¿Y USTEDES, QUIÉN DICEN QUE SOY YO?"
“El Evangelio de Hoy: Mt 16, 13-23
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de
Filipo y preguntaba a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo
del hombre? Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros
que Jeremías o uno de los profetas. El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios vivo". Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo
de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi
Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las
llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el
cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Y les
mandó a los discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus
discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los
senadores, sumos sacerdotes y letrados, y que tenía que ser ejecutado y
resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
"¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte". Jesús se volvió y
dijo a Pedro: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú
piensas como los hombres, no como Dios. Palabra del Señor
Reflexión
Este texto del Evangelio de San
Mateo nos trae una importante confesión de fe de los discípulos por boca de
Pedro. El evangelista nos sitúa en tierra pagana, en Cesarea de Filipo para
indicarnos que la misión de Jesús no tiene fronteras ni límites. Jesús ha
venido a anunciar el amor de Dios por todos y todas y de manera especial por
los más pobres y necesitados.
¿Quién es Jesús? La generalidad de
la gente lo tenía por profeta ya que Jesús no hace diferencia entre el amor a
Dios y la práctica de la justicia. Pedro confiesa, en nombre de los discípulos
cercanos a Jesús: “tú eres el Cristo el Hijo de Dios vivo”. Esta respuesta-profesión
de fe no es puramente formal o aprendida. Exige un comportamiento y una
decisión de seguir a Jesús encarnando sus enseñanzas, viviendo su amor por los
marginados e insignificantes de la historia y en su servicio a los más
necesitados.
Parece que Pedro había entendido el
mesianismo de Jesús en la línea del poder de dominación sobre los demás. Pero
Jesús se ocupa de recordarle a él y a nosotros que creer en él como el Hijo de
Dios implica estar dispuestos a servir generosamente a los otros como un camino
de salvación. Jesús entiende su tarea y la de sus seguidores, como un servicio
y no como un modo de imponerse a los otros. ¿Cuál es nuestra respuesta práctica
a la pregunta directa de Jesús?
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