EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 2 de junio de 2014

TENGAN VALOR

 “El Evangelio de Hoy”: Jn 16,29-33

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creen? Pues miren: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que se dispersarán cada cual por su lado y a mí me dejen solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán luchas; pero tengan valor: yo he vencido al mundo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Me imagino que todos y todas hemos experimentado la sensación de que por momentos El Evangelio es más claro que nunca. Supongo que esa experiencia la vivimos desde nuestra realidad cambiante y nuestra fe vacilante.   Jesús siempre ha hablado claramente. Lo que sucede es que a veces consciente o intencionalmente asimilamos el mensaje de acuerdo a nuestras convicciones preconcebidas. Nos acercamos a la palabra de Dios llevando nuestras verdades y cerrados a la novedad que ella nos transmite. Es muy importante saber leer o escuchar la palabra de Dios, viendo y comprendiendo más allá de lo que a simple vista es evidente, para poder leer en ella los signos de los tiempos, las señales de la presencia de Dios hoy, presente y salvando a su pueblo. Nuestra fe apenas comienza y ya creemos saberlo y entenderlo todo, olvidando que sin la fuerza del Espíritu Santo no podremos mantenernos en pie.

Por eso Jesús nos previene. Él sabe que ante las primeras dificultades, ante las primeras críticas de los demás, ante las primeras enfermedades graves o ante los problemas económicos asfixiantes, caeremos en la tentación de la dispersión y  el abandono. Es en esos momentos que debemos recordar y creer firmemente en la promesa de Jesús que encontramos en el evangelio de ayer: “No tengan miedo, sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”, Mateo 28,20. Sólo así retomaremos la esperanza, animados y sostenidos por la fuerza del Espíritu Santo. En eso no hay magia ni milagros, no es evasión de la realidad. Se trata de guardar la confianza puesta en Jesús y con ella asumir todas las situaciones viviendo los valores propios de nuestra fe y conviviendo fraternalmente y construyendo la justicia y la paz que Jesús nos propone. 

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