EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA INMACULADA CONCEPCIÓN


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 1,26-38
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.  Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
 
Como ayer fue domingo, hoy celebramos la fiesta de La Inmaculada Concepción. Esta fiesta nos invita a ser como María, creyente por excelencia y modelo para nuestra fe. María es una figura clave en el Adviento. Alégrate llene de gracia. Por eso nosotros la veneramos como La Virgen de la Altagracia. El Ángel le invita a la alegría. La alegría es producto y señal del cumplimiento de las promesas de Dios. Su alegría es grande porque Dios le ha tenido en cuenta, El Señor está contigo, está de tu lado. Y María libremente y confiada en el amor de Dios, confía, acepta y Dios la convierte en la gran creyente. En María estamos todos los seres humanos. Ella es figura de la humanidad receptora del proyecto de salvación. Hágase en mí según tu palabra. María se hace portadora de La Palabra. Nosotros somos llamados hoy a dejar a Dios mostrarse al mundo a través de nuestro compromiso con su reino. Haciendo la voluntad de Dios, como María, lo mostramos a nuestros hermanos y hermanas. La voluntad de Dios es la vida en abundancia. Sigamos avanzando por el camino del Adviento, iluminados por la palabra de Dios.

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