EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

domingo, 1 de diciembre de 2013

ADVIENTO: ESTAR DESPIERTOS Y DESPIERTAS

“El Evangelio de Hoy”: Mateo 24,37-44
Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por lo tanto, estén en vela, porque no saben qué día vendrá su Señor. Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre. Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
 
Hoy encendemos la primera luz de la corona de Adviento para caminar hacia el encuentro con Jesús que viene a salvarnos. El que viene y nosotros que salimos a su encuentro con una esperanza activa que nos pone siempre en camino. El Evangelio de Hoy es un urgente llamado a vivir despiertos, es decir, no vivir a lo que salga, sino consciente de los pasos que vamos dando para alcanzar nuestra meta de realización humana.
 
Un llamado a no escondernos con actitudes infantiles, de la realidad que vivimos en nuestro mundo, a no distraernos pues tarde o temprano tenemos que afrontar la realidad.. El anuncio de hoy abarca, también, ese mensaje de esperanza que nos anuncia que todo lo que nos limita hoy, pasará, dando paso al mundo mejor que quiere Dios. Por eso somos invitados a actualizar nuestra fe viviéndola de cara a nuestros hermanos más necesitados. Cada vez que un necesitado es servido o asistido por nosotros, por ti, Dios está viviendo su promesa con él y mejorando el mundo.
 
Estar despiertos es no dejar pasar la oportunidad de ser hermanos con los demás, especialmente con aquellos que necesitan de nosotros. Nuestra esperanza en Cristo se vive haciendo de la esperanza de los otros, una realidad presente, combatiendo la indiferencia, el egoísmo, el olvido  y viviendo el amor diligente. A eso nos está llamando el Papa Francisco en la Exhortación la Alegría del Evangelio que ha publicado esta semana.

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