EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 20 de septiembre de 2013

DISCÍPULOS Y DISCÍPULAS DE JESÚS


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 8,1-3
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes. Palabra del Señor.
 
Reflexión
Como vemos, el capítulo octavo del evangelio de San Lucas comienza con esta síntesis mostrando a los seguidores y seguidoras de Jesús trabajando unidos por el Reino de Dios. Se mueven “de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades”. Es importante notar la presencia de las mujeres que siguen a Jesús, desde el principio de su misión y le ayudan con sus bienes, parece que eran mujeres importantes socialmente pues tenían bienes. La Magdalena, siempre aparece de primero lo que nos habla de la importancia de esta discípula y su cercanía con Jesús. El hecho es que las mujeres jugaron un papel muy importante en la predicación de Jesús y en la Iglesia que nace después de la resurrección. Las mujeres fueron colaboradoras de los apóstoles y líderes en sus propias comunidades. ¿Y hoy, cuál es el rol que viven las mujeres en nuestras comunidades? Las mujeres son la mayoría de nuestras comunidades y su servicio es fundamental. Son líderes, acompañantes y animadoras, predicadoras, sostienen  la liturgia, los movimientos y el compromiso de la Iglesia en la sociedad. Valoremos la fidelidad y el compromiso vivido por las mujeres en la Iglesia a pesar de los machismos y la marginación que de tiempo en tiempo vivimos en la Iglesia. Y recordemos que entre los seguidores de Jesús no puede haber diferencias, somos hermanos y hermanas.

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