EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

miércoles, 27 de febrero de 2013

ENTRE USTEDES NO SERÁ ASÍ


 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 20,17-28

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: "Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará."
Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."  Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos habla del anuncio de la pasión muerte y Resurrección por parte de Jesús. Este anuncio contrasta con los intereses particulares y mezquinos de sus seguidores que están pensando en “puestos” y grandezas en la línea de la dominación sobre los demás.
 Los dominicanos y dominicanas celebramos hoy la independencia nacional. Agradecemos a Dios el  hecho de pertenecer a un pueblo. Esta identidad no la hemos adquirido nosotros por méritos personales, la hemos heredado de quienes la forjaron a base de lucha, de perseverancia y, para algunos, de muerte. Celebramos los 169 años de nuestra independencia y la entrega de un sinnúmero de mujeres y hombres que han ofrendado sus vidas construyendo nuestra nación. No se trata únicamente de guerras de independencia o de Restauración, sino también, de entrega generosa en todas las áreas de la vida Nacional.
Damos gracias a Dios por todas las mujeres y por todos los hombres que han aportado su esfuerzo en la batalla por instaurar una sólida convivencia a partir de   valores éticos, sociales, políticos, morales y religiosos, en nuestro país. Sabemos muy bien que no es fácil. Mientras unas y otros luchan por la justicia, las oportunidades compartidas y el bien común en general, muchos maquinan en la oscuridad de sus conciencias, cómo acabar ricos sin importarle el cómo ni a quién tienen que llevarse por delante. Jesús nos recuerda en el evangelio de Hoy, que entre nosotros no debe ser así. Así no se hace patria, todo lo contrario.
El Camino que nos muestra Jesús es estrecho y exigente. Nada fácil, en medio de una sociedad que pone el centro de su vida en el tener y en el poder de mando. Dios nos proteja e ilumine para creer en su proyecto y trabajar por él.

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