EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 3 de mayo de 2012

SER UNO CON JESÚS Y EL PADRE

El Evangelio de Hoy”: Juan 14,6-14 Lectura del santo evangelio según san Juan: En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos a] Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí.. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Palabra del Señor. Reflexión. Jesús es el camino que conduce al Padre. No es simplemente un guía que nos muestra la salvación, como si él fuera un agente externo distinto a Dios, sino que Jesús mismo es el origen de la salvación, pues él es la “Vida” y la “Verdad”, él es la Palabra revelada por el Padre. Esto quiere decir, entonces, que es necesario unirnos a Jesús, unirnos a su proyecto de vida para vivir desde ya la salvación prometida por Dios. Y, cuando Jesús habla de salvación, se está refiriendo a un proceso de conversión, que exige de la persona romper con todo tipo de egoísmo para que Dios pueda actuar en su existencia. Esta actuación de Dios en nosotros nos orienta hacia los demás en misión de servicio desinteresado. Nada de esto se logra profesando una fe teórica y racional. Es fundamental que la comunidad cristiana se adhiera a Jesús, asuma sus palabras y sus obras, para que en ella acontezca el misterio de la salvación. Cuando los discípulos comprendan, crean y se vinculen a la unidad que existe entre Jesús y el Padre, estarán en la capacidad de realizar signos que manifiesten la presencia del Señor en medio de ellos. Si la comunidad cristiana mantiene un vínculo de amor con Dios, es capaz de mostrarse al mundo como un camino alternativo de vida, como un signo de la presencia del Padre en medio de la humanidad. Eso fue lo que sucedió con los Apóstoles, discípulas y discípulos una vez vencido el miedo y el individualismo, pudieron dejar espacio al Espíritu del resucitado y Éste les impulsó a testimoniar abiertamente su experiencia con Jesús. Los santos Apóstoles Santiago y Felipe que hoy celebramos, forman parte de esta generación de seguidores incondicionales del Señor. Dejémonos integrar a esta unidad. Amén.

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