Lectura del santo evangelio según san
Mateo:
En aquel tiempo, las mujeres se
marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría,
corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al
encuentro y les dijo: "Alégrense." Ellas se acercaron, se postraron
ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengan miedo: vayan a
comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán."
Mientras las mujeres iban de camino,
algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes
todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y
dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: "Digan que sus
discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras ustedes dormían Y si
esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y les sacaremos de
apuros." Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y
esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
Reflexión.
Galilea no es solamente un lugar
geográfico, es un lugar teológico… tiene un significado especial en el lenguaje
evangélico. Es el entorno en que Jesús se movió con sus discípulos y discípulas…
La zona más alejada del poder económico, social, político y religioso. La
provincia más pobre y olvidada.
Fue allí que Jesús compartió su vida
diaria mostrando el rostro de Dios y ahora para verlo, para encontrarlo junto a
su proyecto de salvación, de Reino de Dios hay que ir allí. A los pobres, a los
marginados, a los olvidados, a los esclavizados por los poderes de este mundo.
Hay que hacerlo como lo hizo Jesús, yendo y viniendo, no instalados sino en
movimiento, no desde escritorios sino desde las calles, callejones, caminos…
lugares de culto y lugares informales; desde lo oficial y lo espontaneo.
Dejemos que el Espíritu del Resucitado
nos desestabilice, no tengamos miedo, observemos a los discípulos y discípulas
de Jesús que salieron huyendo y negando, llenos de miedo y sin esperanza… Jesús
le hizo recordar lo que le había dicho,
les mostró su actualidad y esto les devolvió la dignidad que el miedo le había
robado, las fuerzas que habían desperdiciado. Se redispusieron a a seguir
adelante con la fuerza del resucitado.
Nosotros estamos en camino… no vayamos
solos o solas, dejémonos acompañar y fortalecer por Jesús resucitado y todo
será más seguro y gozoso. Feliz pascua
de de Resurrección para todos y todas. Un abrazo fraterno… aleluya, aleluya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario