EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 16 de abril de 2012

RESURRECCIÓN: NACER DE NUEVO

 “El Evangelio de Hoy”: Juan 3,1-8
Lectura del santo evangelio según san Juan:
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios." Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?" Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tienen que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu." Palabra del Señor.

Reflexión.

El Evangelio de hoy nos presenta a este fariseo buscador de Dios. Nicodemo tenía su trayectoria de vida y de fe dentro de su tradición judía. No se conforma con lo alcanzado en su andadura espiritual sino que se interesa por Jesús y su mensaje, al igual que otros fariseos de su tiempo.  El hecho de que el texto nos presente a Nicodemo yendo de noche a ver a Jesús, refleja sus miedos, su indecisión y prudencia frente a lo institucional y normal en su época. Si se acerca durante el día puede ser visto y acusado de deserción de su fe judía y farisea.
Nosotros también tenemos nuestro camino hecho hasta ahora, hemos avanzado hasta hoy de manera consciente en nuestra búsqueda espiritual. Pero no podemos estar tranquilos, tenemos que seguir andando, buscando, intentando vivir nuestra misión de Seguir a Jesús, en medio de nuestra historia frenada por crisis múltiples y globales. Somos llamados a nacer de nuevo. Esto no es nada fácil. Necesitamos contar con la fuerza del Resucitado para poder dejarnos cambiar de acuerdo con Jesús y su proyecto. El efecto de quedarnos instalados en nuestras concepciones y maneras de ser y practicar nuestra fe es como quedar en el sepulcro, sin vida, sin novedad. No basta querer, hay que ir dando pasos aunque sean cortos, hacia la verdadera entrega que libera del miedo y las falsas prudencias para estar dispuestos y dispuestas a hacer la voluntad de Dios.
Reconocer las obras de Jesús no es suficiente para comprender plenamente el sentido de su misión; hace falta algo más, hace falta “nacer de nuevo”. Cuando Jesús habla de un nuevo nacimiento desde “arriba”, se refiere a cambiar por completo la mentalidad común de comprender a Dios y a los seres humanos; es necesario asumir una nueva mentalidad, nuevos comportamientos y nuevas actitudes que permitan encarnar la lógica del Reino de Dios.
Como sabemos que no es una tarea simple, pidámosle juntos al Señor que nos permita sentirlo siempre a nuestro lado para que no nos paralice el miedo y las limitaciones propias de nuestra condición y podamos seguir a Jesús con alegría de manera sincera y transparente.  
Esta semana les pido una oración especial por los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús de la Provincia de la República Dominicana que nos encontramos reunidos en el Monte de Oración de San Víctor, Moca, en una semana de estudio y evaluación que terminará el viernes con la elección de un nuevo “Superior Provincial”. Este último es el encargado de coordinar el grupo y animarlo en su misión por un período de tres años.

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